Me encontraba comiendo una rebanada de pizza viendo como llegaban los invitados, a lo cuales no conocía. Estas fiestas siempre resultan muy aburridas para mi, ni siquiera sé por que vengo, quizá solo por qué mis amigos me lo pidan pero no es de mi agrado, debería decírselo y largarme de una vez, pero sinceramente la pizza esta demasiado buena y no creó que quieran darme una de las tantas cajas que tienen y llevarlas a mi casa, supongo que es por eso por lo que no me voy, por la comida.
Y ahí estaba yo; la chica del cabello teñido de rosa sentada en la barra de la cocina comiendo una rebanada de pizza de pepperoni, quizá la más antisocial y seguramente la más aburrida de la fiesta.
- Hola.- Se escucho una voz detrás de mi, una voz masculina, voltee para ver de quien se trataba y me encontré con un chico delgado y de ojos miel, el mejor amigo de Connor, Matthew.
- Hola... ¿Matt?
- Ese mero.- frunci el seño.- ¿Por que tan sola?
- Por que no conozco a nadie ¿Tú que haces aquí?
- Púes... Quería una rebanada de pizza.
- La pizza no esta aquí.-
tengo sed.- Pensé
- ¿Me das de tu pizza?
- ¿Qué? Ve tú por la tuya.- una risa estúpida salio de mi boca, cree que le voy a dar.
No le voy dar.
De ninguna manera, sé que has pensado otra cosa, pervertida.
Mi sed aumento.
Tomé una decision, quizá la más difícil de mi vida. - Si tu me das agua, yo te doy de mi pizza.
- Esta bien, espera.- Matthew salio de la cocina, un minuto después regreso con un baso rojo lleno de agua, lo dejo frente a mi y se recargo en la barra con los brazos cruzados.- Toma.
Deje la pizza en la mesa y tome el baso, Matthew comió de mi pizza.
- Esta buena.- hablo con la boca llena y no pude evitar sonreír.
- Demasiado.
Reímos.
- Así que... Cameron ¿Verdad?
- Así es.
- Hablame de ti.
- Tengo 15 años y quiero estudiar psicología o chef.
- JAJAJAJA.- En mi defensa, su risa es bastante linda.- Yo tengo 16 y quiero estudiar chef también.
- A mira... ¿Te gusta leer?- tenía que preguntarlo.
- Si.
Yisus, matame, plox.
- A...- en ese momento Symon entró a la cocina.
- Cam ¿No ha llegado Sam?
- ¿Quien?- Dije.
- Sam... Sam Harries, la niña del centro comercial.
- Oh..., no lo se.
- Esta en el patio.- Dijo Matt.
- ¿Matthew?
-Si, Cam ¿Vamos allá afuera?
-No... ¿Para qué?
- Vamos.- Matt se acerco a mi,tomo mi mano y salimos de la cocina; la casa estaba llena de gente con cigarros y vasos con alcohol en las manos, la mayoría volteo a vernos a mi y a Matthew tomados de la mano, en especial las chicas que se morían por él.
- ¿Quieres algo de tomar?- me pregunto Matt.
- Solo un poco.- Nos acercamos a la barra donde estaban dando los vasos con piña colada y vodka, tomé uno y volví con Matt, se había quedado atrás con Connor y Jack.
- ¿Tomas?- me preguntó Matthew.
- Si.
- No sabes cuanto.- agrego Jack.
-¿Tú no?
- No me gusta tomar, ni fumar, es algo iluso; para mi.- algo me decepcionó, no de él, de mi.
-Entonces creo que te gusta la chica equivocada.
- No, eres la indicada.- Sonrió, me sonrió.
Y no recuerdo más, el alcohol y el cigarro se apoderaron de mi haciéndome cometer estupideces, en ese momento no me importo no conocer a nadie, la Cameron incuerente se revelo.
El rose de unos labios juntándose con los mios y las manos alrededor de mi cintura me estremeció, poniéndole la piel de gallina, ¿Quien es? Cameron que verga haces, abrí los ojos para ver de quien se trataba pero no podía distinguirlo, mis sentidos no estaban al cien, claro que no, estoy segura de que es un niño, sus ojos azules y sus labios gruesos eran irreconocibles, es chicos, no se quien solo sé que es niño rubio y con labios demasiado suaves al igual que su piel.
El olor del chico no se compara con el sabor de sus labios menta, se escuchaban mormuros por todos lados ¿Por mi?, no lo creo.
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La bese, no lo pude evitar, lucía tan hermosa. Siento que me he aprovechado de que este ebria, pero a pesar de eso sigue siendo bella, bien dicen que la belleza es una maldición para el mundo, nos impide ver quienes son los verdaderos monstruos, pero ella no tiene ese tipo de belleza, claro que no necesita maquillaje para lucir bonita, es decir, ella no es superficial, es bella a su manera, de la manera en que ya nadie ve.
Era hermosa pero de la misma forma en qué lo era un incendio forestal: Una belleza para admirar de lejos, no de cerca.Todos nos miraban, ¿Qué pasara después de esto?, seguro que ella ni siquiera se acordara pero los demás si, no todos están ebrios como ella, y claro que yo lo recordaré, por qué yo no estoy tan ebrio.
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¿Celoso? ¿Yo? ¿Por que mi mejor amiga se esta besando con él?
Obvio no, es solo un beso, seguro ella no lo recordara mañana, ni de él ni del beso.¿Por que creo estar celoso? Esto pasa siempre en las fiestas, quizá por que temo que se aprovechen de ella, es como una hermana para mi y aunque parezca ser una rebelde, aún tiene inocencia es por eso por lo que debo protegerla, no debería invitarla ya a estas fiestas.
Si algo le pasa sera mi culpa, es mi fiesta y yo quise que viniera.
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Paren todo.
¿Cameron en una fiesta besándose con un chico?
¿Popular?
Esta ebria, claro que lo esta, así que diganme quien verga le dio el alcohol.
Lo peor es que no lo recordará así que me lo preguntara a mi y si le digo quizá muera por que ella no hace este tipo de cosas, no le gustan.
La mandare a estos sitios de alcohólicos anónimos o es madre, lo haré como la buena mejor amiga que soy.
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Foolish
Teen FictionDos chicos. Una historia. Un problema. "- Como si fuera culpa de ella tener cien tipos detrás.- Dijo enojado. - ¡Lo se! - ¿Entonces? ¿Que paso? ¿Tienes Miedo? ¿No aguantas presión? Conquistala y ya tonto." EDITANDO.