Everything

PROLOGO

-¡Princesa!

-Oh dios estabas aquí, por fin te encontré, esto de estar sin móvil es un castigo súper injusto

- Si.. Pero bueno ya conoces a tu madre

- Cambiando de tema, tenemos que hablar de algo..

- Dime pocholita.-dije riendome

- ¡Te dije mil veces que no me llames así! bueno a lo que iba, estoy cansada ya de tener que llevar esto en secreto.- dijo apenada

- Pero porque, estos meses lo hemos llevado bien

- No digas eso, estoy harta de ni poder saludarte cuando te veo solo por que nos llevemos 4 años.

- Pero..

- No hay peros, o todo o nada

-Deberíamos dejar de discutir hoy es un gran día,¿No?

- Ya se que es un día especial..por hoy dejemos el tema, pero hay que hablarlo

-Bueno dejemos estos temas,vayamos por un helado y ademas quería darte algo

-¿algo? no me habrás comprado nada, te dije que no hacía falta tonto

-Hacemos 9 meses,¡Claro que hace falta!

Claro que hacía falta, 9 meses es demasiado tiempo y es que aunque solo tuviera 14 años, su pequeña novia se había convertido en lo más grande de su vida, y eso el lo sabía.

-¡Creó que me voy a congelar el cerebro!.-Grito la pequeña ante la mirada y luego risa de su acompañante, cada día le gustaban más sus tonterías

-Jajajajaja, no deberías comerte tan rápido los helados

-¡déjame,jo! Es que me gustan mucho.-Dijo mientras se relamía los labios y se limpiaba la cara de ese helado de menta que tanto le gustaba.

En ese momento se dio cuenta de que con ella todo iba a ir mejor y que no necesitaría más, así que saco del bolsillo la bolsita que tanto esfuerzo le había costado conseguir y es que últimamente el dinero no le sobraba.

-¡eh tu¡, deja de comer helado y mírame un momento, tengo algo que enseñarte.-y saco la bolsita ante de la atenta mirada de todos los que comían helado en esa tarde de septiembre.

-¿para mi,enserio?

-Si

-Dios, que colgante más bonito,me encanta es genial, muchísimas gracias enserio, no me lo quitaré nunca.

-Todo es poco pocholita

-¡Odio que me digas pocholita, es tan feo!

-Lo sé pocholita

-Cállate

-Te quiero

Y así, todo parecía perfecto, pero los días se acaban y ya era bastante tarde y tenían que volver a casa, esto de los novios secretos es demasiado duro y tras un beso, se despidieron cuando de repente cruzando la calle, se oye un pitido y al segundo un gran golpe, y es que los días no acaban tan bien cómo empiezan.

Gente gritando, sirenas, ambulancias, eso era todo lo que escucho esa noche de septiembre que parecía perfecta.