No se estaban buscando el uno al otro, solo sucedio. El era alocado, le gustaba disfrutar de la vida, en cambio ella era tranquila y solitaria, ambos eran de diferentes mundos pero como se dice polos opuestos se atraen y eso fue lo que les sucedió. Separados eran distintos, pero al juntarse se complementaban como piezas de un rompecabezas. Sin embargo no les sería fácil estar juntos, ya que la inseguridad de ella y los prejuicios de el eran dos enemigos que acechaban queriendo matar a cada momento.
Continuará...