Say my name Oneshot (Nedspa)

Say my name

Say my name.

Govert acaricio la cara del español, no estaba acostumbrado a dar muestras de cariño y mucho menos en publico, pero era una situación excepcional.

Habían ido a Estados Unidos, fue la decisión del hispano y el neerlandés acepto simplemente porque Antonio había trabajado horas extras, e incluso había encontrado otro trabajo a tiempo parcial para darle la sorpresa de un fin de semana juntos, para los dos, sin nadie tocando a la puerta de su casa cada hora.

Antonio se había pasado el día sujetando fuertemente la mano de Govert, sus dedos se colaban entre los del rubio, monopolizando su pálida y fría mano mientras ambos caminaban por las extensas calles de Brangor, Maine.

Hacia frió y había nieve por todos lados, pero esa mañana Antonio se había levantado antes de lo normal, había preparado un desayuno lleno de calorías, Govert sabia lo que venia a continuación, era ese momento, era el día en el que Antonio se gastaba la mayor parte del dinero que había traído en comprar pequeños detalles para toda la gente minimamente cercana a él y siempre compraba un llavero de mas por el simple miedo de haberse olvidado de alguien aunque todos esos llaveros terminaban en alguna llave que había tirada por la casa.

-Govert...- Antonio sonrió suavemente acariciando con las pocas fuerzas que tenia la helada mejilla del rubio.

-Sssh...- el neerlandés agarro cuidadosamente la mano del español siendo él el que esta vez le agarraba la mano fuertemente -La ambulancia esta de camino.

Antonio sonrío suavemente mientras intentaba controlar su respiración.

De su vientre salia sangre que acababa manchando su ropa y , sobretodo, la del mas alto, el cual mantenía a Antonio cerca de su cuerpo mientras presionaba un pañuelo contra la herida de bala rezando porque fuese suficiente, por no perderle, por todo.

Era su culpa, esa noche había insistido en ir a un bar cerca del apartamento donde se estaban quedando con la escusa de que necesitaba algo fuerte para soportar el frió. Pero Govert no era de lo mas amigable que te podías echar en cara, no con gente que no conocía y menos con los que se burlaban de su relación con Antonio.

Un hombre corpulento y algo deteriorado por la bebida, parecía que se había pasado un poco con el alcohol y no parecía el típico hombre que iría por la calle ondeando la bandera gay para conseguir la igualdad de derechos.

El hombre le había agarrado de la mano a Antonio y le había dicho un par de cosas que no habían sido agradables ni para el hispano ni para el neerlandés.

-No molestes a mi novio- gruño el más alto apretando a Antonio contra su pecho mientras el otro le lanzaba una mirada de mala muerte.

Antonio apretaba la camisa del rubio, mas que nada, deseando que esto no fuese a peor.

-¿Tu novio?- pregunto el hombre riéndose soltando por su boca un agrio y repulsivo olor a alcohol .

-Vámonos de aquí Govert...- susurro Antonio contra el cuello del mas alto intentándole hacer retroceder, esto acabaría en una estúpida pelea y una noche en la cárcel y nada de eso valía la pena -Por favor....

Govert pareció relajarse con las palabras de Antonio así que se dejo llevar hasta la salida del local mientras el hombre les miraba sonriendo sujetando una cerveza con sus huesudos y alargados dedos.

-No pasa nada Govert- le dijo el castaño colocando la bufanda del mas alto apropiadamente -Ahora llegamos al apartamento y hago chocolate caliente.

Antonio sonrió suavemente mientras el otro chico se limitaba a mirarlo.

-Y nos podemos acurrucar juntos en el sofá y ver alguna película- el español prosiguió besando la barbilla del neerlandés ya que no era tan alto como para alcanzar a sus labios, pero, un par de segundos mas tardes Govert se inclino para besarle haciendo que en los labios del español apareciese una sonrisa -O podemos olvidarnos de la peli.

La ultima frase que había dicho Antonio provocó que sobre los labios del rubio se formase una pequeña mueca de "felicidad" tan enigmática como la de la mismísima Mona Lisa.

-Eso suena bien- El rubio le acaricio la cara al español mientras el otro le dedicaba una suave y sincera sonrisa.

Lo siguiente fueron una serie de sucesos confusos.

Se escuchó un disparo lo siguiente que vio el neerlandés fue al español tirado en el suelo, la sangre había empezado a teñir su ropa.

-¡Soy su novio!- grito Govert cuando al fin llego la ambulancia haciendo que le dejaran un asiento en la ambulancia.

Antonio buscaba con su mano, la mano de Govert sobre la fría camilla. El neerlandés la agarro fuertemente una vez que se coloco al lado de la camilla.

-Govert- sonrió Antonio mientras le ponían una mascarilla de aire -Tengo que decirte algo por si...ya sabes...

-No digas eso, tu no te vas a ir a ningún lado.

-Pero en caso de....- Antonio cerro los ojos cuando uno de los chicos de la ambulancia le colocó algo que el español no pudo ver, para parar la hemorragia -...que pase algo.... quiero decirte que....

Antonio apretó la mano de Govert y suspiro cuando el chico termino de colocar lo que estuviese colocando en su vientre.

-Siempre me ha parecido muy sexy tus errores en la conjugación de verbos cuando hablas español...-Susurro Antonio sonriendo suavemente, su voz se había vuelto débil y delicada.

-No te pongas a decir cosas estúpidas en esta clase de situaciones- sonrió el rubio suavemente, más que nada en un intento por tranquilizar al español.

-Govert, te amo- sonrió Antonio apretando fuertemente su mano.

-No hables como si te fueses a morir Antonio Fernández Carriedo, porque no me vas a dejar solo.

-No me voy a morir, solo quería recordártelo.

Los ojos del español se cerraron ligeramente y el mas alto se inclinó hacia el castaño quitándole momentáneamente la mascara y le beso consiguiendo una respuesta vaga por parte del español que esbozo una sonrisa sobre sus labios.

-Yo también te amo.

-El disparo no ha dañado ninguna zona impórtate- le informó uno de los chicos a otro -Pero a perdido mucha sangre.

-Tengo sueño- susurro Antonio cerrando los ojos.

Govert miro a un doctor que acababa de entrar en la ambulancia para ayudar a colocar al español en otra camilla, el cual le sonrió y asintió.

-Nos vemos cuando despiertes.

Antonio se limito a asentir suavemente con una sonrisa sobre sus labios.