A La Mexicana. (RESUBIENDO)

Capítulo Catorce

Capítulo 14:

El silencio fue roto por un llanto estruendoso de parte de la pobre bebé, quien al escuchar el ruido tan cerca de sus oído se soltó a llorar y removerse entre los brazos que la cargaban.

Había un cuerpo tendido sobre el suelo, la alfombra debajo suyo se bañaba en sangre que corría por el torso de la persona hasta empapar por completo el lugar a su alrededor, la alfombra anteriormente blanca se inundó por completo en un charco rojo que desprendía un olor metálico característico de la sangre.

Se escucharon pasos apresurados junto al impacto de un arma contra el suelo, Francisco bajo la mirada hacia el cuerpo de su hermana, sus manos temblaban y su cuerpo estaba tenso, el cuerpo de Brenda estaba inmóvil en el suelo, Francisco miró a su alrededor y comenzó a arrulla a la niña para que dejase de llorar.

Había matado a su hermana, la vida de sus dos familiares más cercanas habían terminado el mismo día y gracias a sus manos.

Miró el arma en el suelo y la pateo lejos en un impulso, miro a la niña entre sus brazos que no paraba de llorar, la acunó mejor entre sus brazos e intento calmarla pero su llanto no cesaba y eso lo ponía demasiado nervioso, sus puños se apretaban y sentía como cada rincón de su cuerpo se erizaba al estar justo enmedio de esa escena.

Sofía llegó corriendo escaleras abajo  y ahogó un grito al ver la escena, tomó a la niña de los brazos de Francisco mientras la arrullaba para que detuviera su llanto.

Francisco al sentirse libre de su hija cayó de rodillas contra el suelo, justo a un lado de su hermana, la sangre comenzaba a manchar sus rodillas,  miró sus manos temblorosas y golpeó el suelo, haciendo que la sangre de la alfombra salpicara su rostro, mordió su labio con fuerza intentando controlar sus impulsos en ese momento, la presión con la que mordió su labio fue demasiada como para que un hilo de sangre corriera y goteara al suelo.

-Mierda.- murmuró al darse cuenta que la sangre no dejaba de salir, un nudo se había formado en su garganta mientras sus manos seguían dando puñetazos al suelo, miró el cuerpo que estaba ahí tendido a su lado, los ojos abiertos de su hermana lo observaban de manera ausente, se levantó de golpe  y salió de la casa corriendo, ni siquiera se percato de la presencia de su mujer y mejor amigo, Arturo lo siguió corriendo tras de él y Sofía quedó de pie  junto al cuerpo.

Sola, con un cuerpo.

Se quedó estática mirándola por unos segundos que se transformaron en minutos, había aún más sangre bajo ella, la alfombra ya de había transformado por completo a un color rojo, su rostro estaba pálido, sus ojos abiertos estaban vacíos y no era como en las películas de acción  en donde tenían un rostro relajado, era todo lo contrario.

Sus ojos estaban muy abiertos al igual que su boca de la cual corría un hilo de sangre, tenía plasmado el terror en el rostro, su cuerpo estaba en una posición incómoda en donde un brazo estaba por debajo de todo lo demas, Sofía la miro de cerca dando un par de pasos hacia ella solamente para admirar mejor la extraña experiencia que la hacía tener un nudo en la garganta.

La niña comenzó a moverse entre sus brazos incómoda, ella se separó del cuerpo dio varios pasos hacia atrás antes de subie las escaleras corriendo, se encerró en la habitación de la niña con el corazón latiendo a mil por hora.

Intento tranquilizarse pues su hija se removia incomoda gracias a su tensión, para intentar tranquilizarla le quito el traje abrigado y le coloco algo más ligero para que se sintiera más fresca y le dio pecho, eso era algo que las tranquilizaba a ambas.

Mientras la alimentaba intentaba despejar su mente y olvidar el rostro de su cuñada, pero a cada momento el recuerdo de su mirada volvía a invadir su mente, incluso a sus pensamientos llegaban otros momentos con ellas.