Capitulo 33

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-Narra Jovani-

Estaba nervioso, no sabia si entrar a su oficina o no, ponía mi mano sobre el poco de la puerta pero miles de potabilidades de arruinar lo que sea que que fuese me hacían retirarla inmediatamente.

Pose mi mano de nuevo cuando otra mano se poso sobre la mía y giro el pomo de la puerta.

-Déjame ayudarte- era Sebastian, con una sonrisa molesta.

-Sebastian maldi...-

-Señor Morgan! pensé que no vendría- el profe salio del despacho y sonrió, estaba tan apenado que me sonroje.

-Aaa.... emmm... si...- estaba nervioso!! parecía una colegiada enamorada...

-Buenas tardes señor Crozzeria- el profe saludo al inútil de Sebastian.

-Bueno tenemos que irnos, que tengan buena tarde ;) vamos Max-

Y por si fuera poco, Max me empujo, perdí el equilibrio y caí directo en sus brazos... Max me las pagara!!!!

Estábamos completamente sonrojados, lo vi a los ojos, sus grandes ojos verdes que suplicaban que apartara la mirada de ellos, pero no quería, me era placentero perderme en ellos.

-Se-señor Morgan... creo que tenemos que comenzar la tutoria- dijo agachando la cabeza, a la vez me separe de él.

-Ca-claro...- entramos a la oficina y nos pusimos a trabajar.

Me obligaba a mi mismo poner atención, si era él quien me daba clases, no podía concentrarme en otra cosa que no fuera él, la historia, la ciencia o las matemáticas pasaban a segundo plano.

Cuando terminamos las dos horas que teníamos asignadas, me iba ir directo a mi casa, pero cuando iba saliendo de la escuela me acorde que había dejado unos cuadernos que necesitaba, así que me dispuse a regresar.

-Narra Cedric-

Esto se ponía un poco difícil, no tenia idea el por que de mi sonrojo, no se supone que tenga que sentirme extraño... el amor no existe, pero lo peor era que es uno de mis estudiantes, lo que lo dejaba en el rincón de "es imposible".

Comencé a guardar papeles y libros para ir a casa cuando el profesor de gimnasia entro en mi oficina, traía dos vasos de agua en las manos.

-¿Que necesita profesor West?- dije secamente, últimamente me acosaba y ya me tenia harto.

-Ouch, no seas tan hostil conmigo, vine a hacer las pases contigo, vengo en son de paz- me acerco uno de los vasos, puede que lo dijera de verdad, así que lo tome- Bueno podemos ser amigos no?-

-Ok- dije para tomar de mi vaso.

Sentí una sensación extraña, mis piernas dejaron de responderme y caí al suelo, todo mi cuerpo estaba pesado, no podía moverme.

-¿que- que me?!....-

-Eres tan ingenuo jajajaja, yo jamas renunciaría a algo que quiero, y mucho menos a alguien tan exquisito como tu- tomo mi barbilla y me beso.

Era un beso brusco y desesperado, no se sentía agradable, se sentía asqueroso. Intente apartarme pero nada del cuello para abajo me respondía.

Empezó a desabotonar mi camisa, para abrirse paso hacia mis pezones, donde con rudeza, empezó a pellizcarlo y morderlos.

-P-para! Duele!- me dolía, me sentía asqueroso, sin poder controlarlo empece a llorar...

-Yo se que te gusta... ya no puedes huir..- intentaba deshacerse de mi cinturón, cuando alguien intentaba entrar- Tranquilo, no podrá entrar nadie..

Uno no es suficiente para dos (Pausada)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora