Acostumbrándome

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Daia:

Abrí los ojos y él no dejaba de mirarme , mierda .Sentí viejos sentimientos resurgir , heridas abrirse y cerrarse con solo ver esos ojos tan camaleónicos como intensos suyos.Amaba como cuando estaba alegre se veían verdes , cuando estaban enfadados del color de la plata fundiéndose y ahora tenia un color mas parecido al azul acero.
-¿Eres alumna de Red Roses?¿Estas bien?Dejame llamar a la doctora Locke-preguntó.
-Sí, estoy bien ,es solo que ya no estaba acostumbrada a estos ataques ,no los tenía desde hace dos años-dije desviando la mirada.
-Entonces...Serás mi alumna-dijo evadiendo el tema ,sabía que para mi era bastante incómodo siempre hablar de mis sentimientos.
-Pues parece que si y no creo que hayas dado una muy buena impresión allá en el salón -dije mirándolo ,el estaba ajustando el botón de su camisa ,podía pasar por un acto normal pero sabía que hacía eso cuando estaba nervioso-Debiste dejar que alguien mas se encargara de mi Ezel .
-Yo...Lo siento pero sé que te es dificil para ti el que alguien en quien no confías te vea cuando eres vulnerable.
-¿Y quien dijo que confió en ti?Tu y yo solo somos dos extraños que tienen un suceso en común ,alguien que solía conocer ,el era tu amigo ,no yo ,así que tus aires sobreprotectores te los puedes guardar para tu papá ,mamá ,hermano ,o mejor aún ,tu novia-dije sonriéndole ,sabía que el solía odiar mi sarcasmo pero sentia que se lo merecia.¡Vamos Daya! El no era nada tuyo ,solo era amigo suyo,no puedes sentirte abandonada.
-Daya...Yo...Hay tanto que quiero decirte...Lo siento-dijo tratando de abrazarme.
-No ,me toques-dije apartando sus brazos como si fueran venenosos ,son venenosos Daya ,lo son para tu corazón que trata de sanar día a a.
-Daya no puedes hacer esto por favor- dijo herido.
-¿Que es lo que pasa ?-preguntó una señora de cabello rubio corto y una sonrisa dulce.
-Buenos dias señora ,el profesor Ezel ,me trajo hasta aquí porque se asustó ,es que tuve un ataque de pánico-dije sonriendo-Uno suele tenerlos cuando ve al mejor amigo de tu hermano muerto-dije abriendo la puerta y saliendo de allí ,desearía que al salir el remolino de emociones que se cruzaron en mi ,se hubiera quedado también en esa habitación.Necesitaba encontrar un baño ,los ataques de pánico siempre venían acompañados de vómitos ,por eso los odiaba ,llegué a pesar cuarenta y seis kilogramos por culpa de ellos.

Un profesor infernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora