El Alfa entre los Alfas

7

Marcando el número de la comisaría, John pidió que le pasasen con su compañero Jordan Parrish. Una vez el muchacho se puso al teléfono, John le pidió máxima confidencialidad en un asunto que le preocupaba y del cual, necesitaba su ayuda.

_ ¿Prefieres que hablemos en un lugar más... privado? –preguntó Parrish bajando un poco la voz.

_ A ser posible sí. ¿Qué tal unas cervezas en mi casa mientras vemos el partido? Mi hijo ha decidido de nuevo que su padre es muy aburrido para estas cosas.

_ De acuerdo. Nos vemos allí. ¿Pizza?

_ Claro, por qué no.

Nada más colgar pensó en la regañina que le echaría Stiles si le viese pero si su hijo hacía cosas a escondidas, él también. Además, ya no era ningún chiquillo. Subiendo las escaleras, John se paró en la puerta de la habitación de Stiles, echando un vistazo a la misma. Por lo visto antes de salir la había arreglado ya que estaba todo bastante limpio, su cama echa y el sinfín de papeles que siempre tenía sobre el escritorio, así como los juegos que siempre aparecían desperdigados por ahí. Entrando en la misma, John se detuvo frente a una foto que tenía colgada en la pared junto a su amigo Scott. Ese chico era para Stiles un hermano, alguien que le apoyó muchísimo cuando Claudia murió y de no haber sido tanto por él como por Melissa, no sabría que habría sido de ellos dos.

Descolgándola de la pared, John se sentó sobre la cama mientras la observaba con cierta nostalgia. ¿Desde cuándo había cambiado tanto su relación con su hijo como para no confiar en él? ¿Por qué le ocultaba cosas? Suspirando pesadamente, John se dejó llevar por los recuerdos de la charla que tuvo con Melissa en el hospital.

"Con los papeles en la mano, John puso rumbo tras salir de su turno, hacia el hospital. Tras hacer un par de consultas en el banco sobre los ingresos que le iban siendo devueltos con respecto a los gastos de hospitalización de Stiles, pensó en primer lugar que debía de tratarse de un error. Esas cosas solían ser comunes en según qué trámites pero aquello no le dejaba tranquilo, por tanto decidió hablar directamente con el director del hospital o quien estuviese a cargo de dichos trámites. Por los pasillos se topó con Melissa, quien le saludó afectuosamente. Comentándole brevemente el motivo de su visita y con quién podía hablar, vio cómo su semblante cambiaba ligeramente.

_ ¿Podríamos hablar en el despacho? –comentó Melissa mientras se adelantaba para que le siguiese.

_ ¿Qué significa todo esto? –preguntó John mientras dejaba varios papeles sobre la mesa mientras Melissa se sentaba frente a él-. El banco está devolviendo todos los pagos del costo de la factura por la hospitalización de Stiles y no me dan respuestas claras. ¿Hay algún papel que esté mal, la cuenta bancaria...?

_ No exactamente, John. Por favor, siéntate. Verás, yo fui quien rellenó los formularios para los pagos y demás, así como el informe para el médico de modo que pudiese darle el alta a Stiles. Sé cuál es tu situación y sabes perfectamente que jamás me metería en esto pero, alguien se adelantó. El director recibió una visita y dio su visto bueno así que me vi de algún modo, obligada a aceptarlo.

_ ¿Quién fue? Necesito saber quién ha sido para devolverle todo el dinero. No quiero limosnas de nadie. Yo soy el padre de Stiles y yo pagaré las facturas así tenga que trabajar el doble.

_ Fue Derek Hale, John. Cuando vino con el consentimiento firmado por el director, no pude negarme. Apenas le conozco y bueno, supongo que tendrá una herencia bastante grande para desenvolverse con tanta facilidad de tremenda cantidad de dinero porque si no, no lo entiendo.