El Alfa entre los Alfas

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 Para cuando llegó a casa, Stiles se percató de que su padre no estaba allí. Se despidió de Derek con ganas de volver con él pero éste le insistió en que se quedara.

_ Quizás no tarde mucho en volver –le comentó para luego salir rumbo a la cabaña. Stiles asintió fastidiado y nada más entrar hizo algo para despistar a su padre. Metió en la lavadora la ropa que de sobra, sabía que estaba limpia, y fue a darse otra ducha. Guardar las apariencias le ayudaría a no tener que vérselas con su padre.

Mientras tanto, Scott fue a visitar a su madre al hospital para llevarle algo de comer, encontrándose un gran ajetreo dentro del mismo.

_ Oh, gracias a Dios. Me estaba muriendo de hambre –comentó nada más verle Melissa y coger la bolsa para depositarla sobre el mostrador de información-. Oh, cielos. Lo siento, no quería decir eso –dijo para luego darle un fuerte abrazo.

_ ¿Qué es lo que ocurre?

_ Pues salvo que ha habido un accidente en cadena y gran parte de los heridos están siendo evacuados a otro hospital, estamos esperando a que el médico de guardia aparezca. No responde a los avisos.

_ ¿Qué significa que no responde a los avisos?

_ Significa que nadie puede localizarlo, así que ahora tenemos que esperar que los otros médicos disponibles lleguen.

Una paciente les interrumpió pidiéndole a Melissa algo para el dolor pero ésta decidió no dárselo hasta que la viese un médico, intentando calmarla. Scott decidió entonces echarle una mano, comentándole algo sobre el poder curativo que tienen algunas personas para sí distraerla mientras apoyar su mano y absorber parte de su dolor. Dejando a la mujer sin palabras, unos gritos alertaron a los que se encontraban en la sala de espera. Ethan entró gritando que pidiendo ayuda, mientras sujetaba a Danny, quien se estaba ahogando. Cuando lo sentaron, Scott se acercó a Ethan.

_ ¿Qué le has hecho?

_ ¡Nada! Dijo que tenía dolores en el pecho y dificultad para respirar, pero cada vez empeoraba.

_ Esto no es bueno –comentó Melissa preocupada-. ¿Cuánto tiempo más va a tardar la Dra. Hilyard?

Tras examinarle, el rostro de Melissa reflejó su preocupación. _ Tiene la laringe desplazada hacia un lado. Creo que es un neumotórax a tensión.

En ese momento, Danny vomitó y entre los restos los chicos vieron algo preocupante: muérdago. Llamando a varios compañeros, finalmente llevaron a Danny a la sala de observación, acompañados por los chicos.

_ Chicos por favor, tenéis que esperar en la sala de espera. No podéis estar aquí.

_ ¿Dónde están las enfermeras y los médicos? ¿Dónde está todo el mundo? –preguntó Ethan nervioso.

_ Esta noche estamos a tope. Están atendiendo a otros pacientes.

_ Vale mamá, ¿cómo podemos ayudar?

_ Cariño no puedes. No le funciona el pulmón. Su corazón está siendo presionado contra su caja torácica, así que...

_ ¿Va a morir, verdad?

_ No, no lo hará. Scott, coge la cinta. Tú coge las tijeras y córtale la camiseta.

Haciendo lo que les pedía, vieron que Danny ya no respiraba.

_ Mamá, no respira.

_ Lo sé, lo sé.

Melisa respiró hondo y con decisión, le clavó un catéter para aliviar así la presión. Una vez salió el aire y tras extraerle otro poco con una jeringuilla, al quitárselo, Danny volvió a respirar.