02:15 am
Ciudad del Vaticano
Por los pasillos de aquella construcción majestuosa el frío rondaba silenciosamente, pero no duro tanto esa soledad pues de una habitación se escucho un gran estruendo.
Una multitud de personas con hábitos llego hasta esa habitación en un cerrar y abrir de ojos.
-¿Qué ha pasado?, ¿Porqué todo este alboroto?-Menciono un hombre de pelo plateado de unos mas de 60 años.
-Es el pontífice, señor Dixon.- contesto mostrando gran respeto un joven alto.- No podemos comunicarnos con él y tampoco hemos podido entrar a su habitación.
-¿Qué?, y ¿porqué no han forzado la cerradura? -pregunto Dixon.
-Ese es el problema, señor- tragó saliba antes de continuar.-La cerradura está atrancada.
-Yo no le veo el problema, ¡tirar la puerta si es necesario!- exclamó totalmente enojado.- Esta es una emergencia, ¿Dónde esta Benedetto?.
-Viene para acá, señor -contesto un tercero- Pero... no creo que tirar la puerta sea tan favorable, señor puesto que la cerradura tiene ciertos problemas.
-Regresamos a lo mismo, ¡abrid esa puerta ahora mismo!, es una orden como secretario de Estado.
-Señor, con todo el respeto posible que se merece, le explicaré, la puerta contiene en ella... - le interrumpió otro a su espalda.
-Runas.- se escuchó.
Todos se giraron hasta la gran puerta de mármol, un joven alto, delgado, de facciones marcadas y con un gran saco oscuro se encontraba en cuclillas frente a la puerta.
El secretario de Estado abrió los ojos como platos, todos en ese pasillo quedaron en silencio.-¿Cómo puede ser esto posible? -el secretario sonó impasible- Benedetto, no estamos para bromas.
-No es una broma, esta puerta contiene grabada en ella runas de sellado.
-Esto no puede ser posible, tu y yo sabemos muy bien que las únicas personas que pueden utilizar runas son contados exorcistas y... - guardo silencio y se acercó a el joven Benedetto- uno de los grandes problemas de la iglesia.
-Eso lo se muy bien señor secretario, pero no veo a ningún exorcista aquí cerca mas que yo, y déjeme decirle que no fue obra mía-aclaró Benedetto señalando la puerta a sus espaldas.
El señor secretario guardo silencio pero fue rotundamente interrumpido por el mismo.
-Con mayor razón, abrid la puerta de inmediato! -se acerco a Benedetto y le susurró- sin importar el medio tienen que abrirla ahora mismo.
-Entendido! -pronunció burlonamente, dió la vuelta y gritó- ¡Traedme mis materieles! esto se pondrá muy interesante.
El secretario salió de aquel lugar, se dirigió hacia su oficina y tomó el teléfono en el cual se encontraba en la línea alguien más esperándolo.
-Esto es grave, tendremos que aplicar medidas extremas. -mencionó el secretario.
-Aplicar las medidas necesarias... No dejen que esto salga a la luz, Benedetto se encargará de todo, no se preocupe.
La conversación había terminado, pero nadie se había percatado de la presencia tras la puerta.
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NUEVA HISTORIA!! no te la pierdas, próximamente su publicación semanal.
JAJAJAJANOCIERTO
La mera verdad hubiera estado muy genial publicarla en su tiempo pero ya pasaron como mil años, la publicaré por el simple hecho de que realmente me inventé toda una historia para esta novela, tristemente no se pudo pero por eso mismo me da penita dejar que se quede como un simple borrador abandonado, ASÍ QUE DEJEN VOLAR SU IMAGINACIÓN CON LO QUE PUDO LLEGAR A SER Y PASAR. LOASMOBESITOS.
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Oscuros.
Science FictionOscuros, extraños fenómenos los cuales conviven con nosotros día a día sin siquiera darnos cuenta de su presencia misma, aunque hay excepciones en cuanto a los humanos que si pueden detectarlos a los cuales se le encomienda la tarea de vigilarlos ba...