Nacimos con el verbo de querer, y esta vez no hablo de un querer por querer alguien, sino querer algo como la felicidad. Pero a veces nos preguntamos cómo averiguamos la incógnita de la felicidad, muchos piensan que la felicidad se basa en el dinero, otros en el amor, otros en una profunda tristeza, otros escondidos en un abismo.
En verdad nací siendo feliz, pero la vida me ha dado tantos palos que me he transformado con los años en alguien que no soy yo. Decidme quién soy yo, y ojalá pudiese escucharte la respuesta, pero es que no sé cuándo te va a llegar esta carta, o nunca te llegará, sea quien seas, por favor acuérdate de mí alguna vez. No sé quién soy, ayúdame a saber quién soy, ayúdame a saber quien atravesó las líneas de mis manos para acariciarme cada noche, quién echa de menos mis besos, quién me espera en la orilla de la playa esperando un naufragio salir del océano.
Ayúdame a decir quién soy, y cuando lo sepas, búscame en alguna parte.
Soy un marinero de arena que se ha perdido en el océano.
ESTÁS LEYENDO
Memorias de arena.
RandomCartas, relatos, y versos con sabor de melancolía, nunca sabré quien soy si me buscas.