Un dia normal fuera de lo comun.

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Están todos en casa Mamá, Papá, mis hermanos, mi cuñada, mi sobrina y hasta mi abuela. Se acerca la hora del almuerzo y vamos todos a comer al negocio de Mamá y Papá. Parece un día normal como cualquier otro; comienza a llegar la gente, los mozos atienden. Mi abuela y yo estamos sentadas en una mesita del costado, detrás de una columna del salón que para mi es gigantesco. Jugamos a las cartas y como siempre mi abuela me dejó ganar un par de veces.

Todos terminan sus almuerzos y vuelven a sus casas, los mozos limpian y se cierra el negocio. Llegó la hora de que comamos en familia, el ambiente esta tenso y nadie habla cosa que para mi era raro pero tampoco tanto como para preocuparme, terminamos de comer y empiezan a charlar mientras yo comía mi postre y jugaba con mis muñecos. La charla se pone un poco dura y empiezan a hablar de dividir las cosas; un negocio, otro y de como van a ser las cosas de ahora en adelante. Mirando de un lado a otro de la mesa y sin entender la conversación pregunto: -¿qué es lo que hay que dividir? De repente todos en silencio, como si no supieran que contestar y mi papá sorprendido me mira y con mirada de asombro interroga a mi mamá: - ¿¡No le dijiste nada!?- A lo que ella responde: - No, me pareció que lo correcto era decírselo juntos. - Nadie hablaba, nadie contestaba mi pregunta, sólo me miraban. Mi hermano le hace un gesto a mi cuñada quien se levantó y me preguntó si quería salir a jugar, a lo que por supuesto respondí que si; nunca desaprovechaba la oportunidad de que jugarán conmigo.
Una vez afuera en el inmenso patio del local, detengo nuestro camino y tomándola de la mano preguntó nuevamente: ¿que es lo que hay que dividir? ¿Y porque nadie quiso contestarme?
Ella sólo sonrió tomó mi mano aún más fuerte y contestó: -Es tan sólo una charla de negocios, no te preocupes que todo va a estar bien. Ahora juguemos. -
Corrimos por el pasto y jugamos con una pelota, subimos a la terraza donde estaba el perro guardián que teníamos y le dimos de comer. Al parecer termina la charla y llegó la hora de volver a casa, todos en silencio nadie ocasionaba mínimo sonido excepto yo que como de costumbre iba cantando sin parar. Llegamos a casa y todos parecían desaparecer, como escapando a lo que se estaba por venir. Mis hermanos se fueron a sus casas y mi abuela a acostar, yo estaba por ir a mi pieza pero antes que pudiera entrar mi mamá me dijo: -"Tenemos que hablar"- recuerdo que me senté en la mesa pensando que por algo me iban a retar, se sentaron mamá y papá uno de cada lado y se miraban sin saber por donde empezar, hasta que mamá tomó coraje y comenzó a hablar.

- Nosotros te amamos muchísimo ¿ lo sabes no? "Preguntó mirándome con ojos de amor"

- Si -"Conteste felizmente" - yo también los amo muchísimo. -

-Quiero que sepas que pase lo que pase siempre te vamos a amar, eso nunca va a cambiar.

Papá sólo afirmaba con la mirada sin decir ni una sola palabra mientras mamá seguía su charla.


- Van a cambiar algunas cosas en casa pero tenes que entender que es normal, pase lo que pase mamá siempre va a ser mamá y papá siempre va a ser papá. Nosotros te amamos; igual que a tus hermanos, pero ya no nos amamos entre nosotros como pareja, como marido y mujer. No se bien como explicarte, a muchas familias les pasa y es común que una mamá y un papá aveces dejen de sentir ese amor que había al principio pero eso no quita que sigamos siendo una familia, la única diferencia es que no vamos a vivir todos juntos. Yo se que tal vez no lo entiendas ahora o te pongas triste pero...

Sin dejarla terminar, los tome de una mano a cada uno y los mire preguntando por separado: - ¿Papá vos vas a ser feliz si ya no están juntos? - A lo que me contestó con un tremendamente seco "si". - ¿Mamá vos vas a ser feliz si se separan? - de igual manera que papá contestó que si. Sonreí, bese sus manos y dije: - Entonces si ustedes son felices, yo también. - Me levante de la mesa les di un beso y un abrazo a cada uno y fui por mis patines para ir a jugar al patio. Quedaron en silencio, sin saber que contestar. No esperaban que esa fuera mi reacción y supongo que siguieron hablado después que salí, pero una vez afuera ate los cordones de mis patines y empecé a deslizarme en el patio, sentía que volaba; como si me transportará a otro lugar donde lo único que había era una pista en donde poder patinar. 

[...]

Eran los últimos días de clases y todos emocionados por la colación, el baile de la escuela pero tristes de terminar la primaria. Toca el timbre y salimos al patio, como en todos los recreos vamos a la biblioteca a hacer las planillas de quiénes se llevaban libros, mis amigas y yo éramos auxiliares y ayudábamos a la bibliotecaria, nos pasábamos horas ahí acomodando los libros y armando funciones de títeres para los jardines.

Yo estaba bien pero necesitaba contarle a alguien lo que estaba pasando, de todas maneras se iban a enterar cuando me cambiará de casa. En un momento que nos quedamos solas mi mejor amiga y yo empiezo a contarle.

- Ro, ¿te acordas cuando estábamos por irnos a Carlos Paz que vimos por la ventana del colectivo y mirando a mi mamá y a mi papá que estaban abrazados te dije: " Miralos, es la última vez que los vamos a ver así, porque se van a separar" y que me dijiste que era imposible porque parecían la pareja perfecta, que nunca peleaban ni nada? -


-Si, me acuerdo. Todavía no se porque dijiste eso si nunca se estuvieron por separar ni pelearon tus papás. Pero ¿porque me preguntas? -

-Bueno, se van a separar.

- ¿¡Como que se van a separar!? ¿Entonces vos ya lo sabias?

- No sabía nada yo, tan sólo era un presentimiento. Y si, se van a separar.

Dejó los libros en donde estaban y me abrazo tan fuerte como pudo, esperando que no llorará, aunque no se me caía una lágrima recuerdo que fue uno de los mejores abrazos que me habían dado y por supuesto era de mi mejor amiga el abrazo que necesitaba en ese momento.

[...]

Pasaron unos días y todo se hacia más complicado en casa, lo que supuestamente era normal dejó de serlo.
Mamá y papá como nunca, discutían todo el tiempo y parecía no importarles que yo estuviera ahí escuchando sus peleas. Pasaron uno o dos días y con mamá nos fuimos de casa.
Había conseguido alquilar un departamento chiquito de una sola habitación, cerca de la escuela nueva a la que iba a tener que ir puesto que estaba terminando la primaria y en mi escuela no había secundaria.
Yo iba de un lado a otro, durante la semana con mamá y los fines de semana con papá.
Terminan las clases, la entrega de diplomas, Guardapolvos blancos en toda la escuela y el baile de recepción. Éramos todos chicos así que terminaba a las 24:00hs. Como todos los teens que hacíamos en la escuela.
Las vacaciones fueron un poco raras había fines de semana que no iba a lo de papá porque como es diabético siempre me daba miedo que se descompusiera y yo estuviera sola sin nada que pudiera hacer. La navidad la pasamos todos juntos como antes, fueron las últimas fiestas que pasamos en familia.

Terminan las vacaciones y es hora de empezar las clases. Tenía mucho miedo, era un año complicado para mi. Mis papás recién se separaban, terminaba la primaria para empezar la secundaria en una escuela nueva en la que no conocía a nadie, siempre había usado guardapolvo y ahora tenía que usar uniforme; todos le decían jumper pero en ese momento para mi era una camisa con vestido gris. Si, gris. Nada más lindo para subir el ánimo y superar los cambios que un sombrío uniforme color gris...

[...]

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⏰ Última actualización: Oct 02, 2015 ⏰

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