-Lucy, Lucy despierta.
Las manos de Natsu me movían de un lado a otro bajo las sabanas.
-¿Por qué me despiertas?
-He escuchado algo genial y debes venir a buscarlo conmigo.
Frote mis ojos y lo vi sentado a un lado de mi cama, ladee la vista en busca de aquel pequeño gato alado en la cocina seguramente buscando pescado,
pero no lo vi.
-¿Y Happy?
Natsu se levanto y sonrió.
-Salió a una cita con Charle.
-¿Qué?
-Bueno, solo fueron a pescar, pero es lo mismo.
El solo pensar que esas palabras salieran de la boca de Natsu revolvió mi estomago, él siempre actúa tan inocente pero tal como pensaba, estoy
segura que tan ignorante en los temas del amor no es. Bueno a sí es mi compañero, un niño grande.
-¿Y qué es eso que vamos a buscar?
A Natsu parecieron brillarle los ojos.
-Bayas chispeantes, Mirajane me dijo que vio al maestro llegar con algunas ayer por la noche y hay que conseguirlas.
¿Bayas chispeantes? Creo que nunca he probado nada con un nombre parecido, pero por el rostro de Natsu deben ser realmente deliciosas.
-Pero, ¿no son del maestro?
-Si, pero eso lo hace más divertido. -Natsu se dejo caer a mi lado en la cama mientras cruzaba sus brazos en su nuca. -Cuando éramos pequeños
Gray y yo solíamos robárselas al viejo cada vez que traía, pero ahora quiero que tu también las pruebes, así que entraremos a sacarlas a su oficina.
-Pero... si nos descubre nos despellejará.-Sentí un escalofríos enorme de solo imaginarme toparme con el maestro enojado por entrar a su oficina, al fin y al cabo era terreno prohibido para todos.
-Eso lo hace aún más emocionante. -Soltó junto a su chispeante sonrisa.
¿Qué más da? Cuando veo aquella sonrisa simplemente no me puedo negar. Salí de entre las sabanas y camine hacia el baño.
-¿Dónde vas?
Voltee para ver a Natsu aún acostado en mi cama.
-No puedo ir a una misión suicida en busca de unas bayas si voy en pijama.
La sonrisa de Natsu se volvió a extender como un relámpago por su rostro y yo entre al baño para alistarme.
Una hora después ambos entrabamos al gremio con ya todo planeado, primero nos aseguraríamos de que el maestro no estuviera en el gremio, luego
subiríamos aparentando entrar a la biblioteca y cuando nos aseguráramos de que nadie mirara entraríamos a la oficina, según Natsu, pan comido, pero
yo llevo el estomago hecho un nudo por los nervios de que seamos descubiertos.
Al entrar nos sentamos en la barra y Mira nos sirvió un par de jarras de cerveza.
-Are are, ¿es idea mía o ustedes dos planean algo?
-Tu sabes que es lo que planeo, así que no se te vaya a ocurrir decir nada.
-¿No iras con Gray?
Extrañamente Mira lucia realmente confundida.
-No, esta vez iré con Lucy, quiero que ella pruebe las bayas.
Mirajane me dirigió una mirada demasiado larga mientras limpiaba una jarra. En eso apareció Gray a buscarle pelea a mi compañero y como no, él de
inmediato respondió desatando la primera gran pelea del día. -Lucy.
La dulce voz de Mira llamo mi atención.
-¿Qué sucede Mira?
-Natsu debe quererte mucho.
Al oír tales palabras mi cara se puso caliente.
-¿Po... Por qué lo dices?
-Natsu jamás había invitado a nadie más que a Gray a comer Bayas chispeantes, podría desirse que era su travesura preferida, así que si te invito a ti en lugar de su amigo debe ser por que eres muy importante para él.
Sentí mi corazón acelerarse y ahora estoy completamente segura que mi rostro se puso rojo.
-¿Qué cosas dices? Claro que soy importante para él, soy su compañera.