capítulo 67 - Es el momento

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Narra Laura:

Todos están esperando a Ross, yo lo estaba esperando. Espero que llegue pronto, si no el cura se va y no nos casa. "¡Por favor, Ross! ¡Aparece de una vez!" Diciéndome a mi misma en voz baja. Ya no sabía que decirle al cura para que espere unos minutos más.

Cura: Bueno señorita Laura, me tengo que ir, no puedo perder más el tiempo.

Laura: ¡Por favor, ya viene en camino!

Cura: Lo siento pero...

Ross: ¡Acá estoy! ¡No cancelen la boda! – apareciendo detrás mío, estaba agitado de tanto correr – Ya llegue mi amor – abrazándome.

Laura: ¡Ross! – apretándolo más contra mi pecho, quería ver si era él de verdad - ¿Y Max? – mirando que vino solo él.

Ross: Está esperando para arreglar el auto, se paro y tuve que venir corriendo para acá amor – tomando un poco de agua que le traje Calum – Gracias amigo – diciéndole – Ahora sí, ¡casémonos!

Nos preparamos todos, Ross fue hasta el altar para esperarme ahí, mi papá y yo fuimos hacia la entrada de la iglesia tomados del brazo, el público se puso de pie cuando empezaron a tocar una música que elegimos con Ross, era en ingles y decía muchas cosas lindas. Mientras caminaba junto con mi papá, en mi cabeza se me venía todas los recuerdos vividos con Ross, desde que lo vi por primera vez, que siempre nos peleábamos, nos llevábamos mal, nuestro primer beso por una foto, después el beso verdadero, nuestras citas, nuestra primera vez, hasta ahora, nuestro casamiento.

Una vez que llegue al altar, mi papá me beso la mequilla y me dejo en manos de Ross, él me sonrió y me llevo del brazo hacia donde estaba el cura, era solo un pedacito más. Nos paramos ahí, uno al lado del otro, el cura dijo algunas palabras y el público se sentó. Ahora venia la parte que siempre soñé.

Cura: Laura Marie Marano, ¿acepta por esposo a Ross Shor Lynch para amarlo, respetarlo, en la pobreza y en la riqueza, en la salud, en la enfermedad hasta que la muerte los separe? – mirándome, esperando mi respuesta.

Laura: antes de contestar, mire a Ross y le sonreí – Si, acepto – él me sonrió.

Cura: Ross Shor Lynch, ¿acepta por esposa a Laura Marie Marano para amarla, respetarla, en la pobreza y en la riqueza, en la salud, en la enfermedad hasta que la muerte los separe? – mirándolo, esperando su respuesta.

Ross: Claro que acepto, si quiero – sonriéndome.

Cura: Ahora los declaro marido y mujer – toda nuestra familia y amigos se levantaron a aplaudir, algunos lloraban de la emoción – Puedes besar a la novia.

En cuanto dijo eso, Ross se acerco hacia mí, me agarro de ambas manos y me dio un beso, fue tierno y lleno de amor. Los demás seguían aplaudiendo y emocionándose. Luego de besarnos, Ross me tomo del brazo y nos fuimos caminando lentamente hacia afuera de la iglesia, ya estaban todos ahí para tirarnos arroz, tenia arroz por todos lados. También le tiraron a Vanessa y su esposo.

Ahora puedo decir que Ross me pertenece, es mío legalmente, mi esposo. Me encanta como suena eso, mi esposo, solo mío. Estaba totalmente feliz de poder cumplir mi sueño, de casarme con el chico que me hace muy feliz.

Narra Ross:

Que hermosa esta mi bella esposa, ahora si la puedo llamar así, es solo mía y de nadie más. Yo la disfruto, yo la beso, yo la hago reír, yo la cuido, yo, yo, yo, todo yo. Me encanta que al fin, con todo lo que nos costó llegar hasta donde estamos ahora, estamos casados legalmente. Haberme casado con la mujer que más amo en esta vida, es lo más hermoso que hay en el mundo, no pido nada más que estar por siempre a su lado y amarla, cuidarla y besarla hasta que sea el fin del mundo. Nunca dejare de amarla.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora