El Empire State se alzaba ante mis ojos y era genial. Parecía más grande que en las películas, quién iba a pensar que la entrada al Olimpo iba a estar a solo unos pasos del campamento. Entramos los tres y seguimos a Percy, que iba directo a la recepción.
-¿Qué queréis? -nos dijo el portero de mala gana, no levantaba la vista de su revista.
-Tenemos que subir al piso seiscientos -le susurró Percy.
-No existe, chaval. Ahora largo -mi hermano iba a responderle algo, pero yo me adelanté y bajé su revista, borde.
-Escucha... "chaval". A menos que quieras que tu jefe el señor de los cielos te fulmine con su rayo maestro, déjanos pasar, porque como haya una guerra, te van a culpar a ti -respondí impertinente, me molestó su tono de voz.
-Está bien, pero asegu...
-Sí, sí, nadie en el ascensor, deberíais cambiar la frase -le cortó mi hermano, él nos dio una tarjeta con cara de enfado. Nada más subir en el ascensor, Annabeth habló.
-Se nota que sois hermanos, sois igual de imprudentes.
-Lo que tú digas, chica lista -dijo Percy antes de darle un beso. Torcí la cabeza algo incómoda.
Pasab los segundos y no se separaban, y me empezaba a incomodar. Tosí falsamente y me miraron.
-¡Estoy aquí! -sacudí mi mano- Luego os dais besitos y cariñitos.
-Gracias por interrumpir, sirenita -me dijo mi hermano irónicamente saliendo por las puertas y andando.
-¿Cómo se te ha ocurrido ese mote? -me reí- Además, seguro que tú serás igual o peor si estoy con alguien -y, muy madura, le saqué la lengua.
Ya estábamos caminando a la sala del trono.
-Más te vale no hacerlo. No saldrás con chicos hasta los veintiocho -puse los ojos en blanco.
-¡Percy! ¡Deja a tu hermana en paz!
-¡Gracias, alguien me entiende! -nos reímos Annie y yo de su puchero infantil.
Llegamos a unas enormes puertas que abrimos entre los tres y pasamos a la sala. Allí estaban Poseidón, Atenea, Zeus y Afrodita, entre otros, de pie. Mi hermano me informó que Hestia estaba en su forma adulta, con el pelo rojo como sus ojos y viendo severa a Zeus, quien nos miraba y a ella de reojo.
-Señor -empecé con poca voz-, hemos venido a...
-¡SÉ EXACTAMENTE A QUÉ HABÉIS VENIDO! -me cortó y yo me asusté por su brusquedad- ¡Si no fuera por mi hermana, ahora estarías recibiendo un castigo ejemplar! ¡Te prohibí volver a territorio egipcio! -Percy me miró con la mirada nerviosa y algo enfadada, no se lo había contado.
-Necesitamos su permiso para ir al territorio egipcio y hablar con sus dioses para advertir sobre Eris -solté alto en un ataque de valor.
-Supongo que las circunstancias merecen una excepción... -meditó el rey de los dioses-. Podéis ir -permitió entre dientes.
-Decidles que vais de mi parte -dijo la diosa Hestia-. Tengo buena relación con ellos, no os harán daño.
-Gracias por su ayuda -dijo Annabeth. Su madre la miró y luego a mí, parecía taladrar mi piel, era incómodo.
Salíamos por la puerta cuando Zeus habló por última vez.
-Y Aura Wall -torcí mi cuello-, no vuelvas a desobedecerme -advirtió severo. No dije nada, ya que eso no lo podía prometer.
* * * *
Nos encontrábamos en la entrada del Nomo Vigésimo primero. Percy había mandado un mensaje a Nico diciendo que esperase hasta nuestro regreso para llevarnos al Inframundo. Por lo demás, había estado intentando reñirme todo el camino. No prestaba atención, la verdad.
Llamamos a la puerta y Sadie nos abrió. Nos habíamos hecho amigas desde mis visitas, hasta había conocido a sus novios. Sí, novios, resulta que su novio mortal se moría y se fundió con un dios para sobrevivir. Al principio me dio algo de grima.
Tras explicar lo ocurrido con Eris y con los dioses, Amos habló.
-Por lo que decís, Eris no debe estar sola. He estado en contacto con Set. Hay rumores de que un dios se ha mezclado con los griegos y está preparando una conquista. Me lo acabáis de confirmar ahora.
-¿Sabe quien ha sido? -preguntó Annabeth.
-Creen que un dios del Inframundo amigo de Anubis ha traicionado a Osiris -continuó Amos.
-Es probable -dijo Walt Stone, novio de Sadie y creador de amuletos-, Anubis dice que uno de sus amigos ha desaparecido hace mucho, pero últimamente algunos dioses creen haberlo visto por la otra vida -se detuvo pensativo-. Dice que vayáis a la sala del Juicio, Osiris os quiere informar.
-También nos han dicho que Horus e Isis quieren hablar con vosotros. Os llevarán pronto -nos dijo Carter- Pero... Horus dice que solo puede ir Aura -puse una mueca.
-Genial... me toca viajar a las tierras de los muertos. Al menos en la griega, voy con Nico y vosotros dos -dije mirando a mi hermano y su novia.
* * * *
Nada más salir, nos encontramos con tres caballos. Blackjack, Guido y Amira nos esperaban.
-Hola, amiga -la saludé-. ¿Te acuerdas que me dijiste que probase a ver cuanto corrías? Llegó el día.
Te vas a sorprender -contestó.
-¿Quién es? -preguntó Jackson señalando a la yegua.
-Percy, ella es Amira, hija de Arión. Ellos son Percy, mi hermano, y Annabeth -les presenté.
Vamos, quiero correr -me incitó.
-Os veo en el campamento, chicos -me despedí montando en su lomo y agarrándome al salir a pleno galope. No esperé a la respuesta de ellos.
* * * *
Se sentía bien montar. Poder sentir el viento en la cara, esa sensación de libertad. Íbamos tan deprisa que la gente no nos veía, aunque supongo que la niebla ayudaba.
Llegamos al campamento y después vinieron Percy y Annie. Nico nos esperaba, listo para el viaje.
-¿Preparados? -«No», pensé- Cogeos de la mano, os voy a llevar a las puertas de la sala del trono. Aura -me miró-, sé cuidadosa. Hades puede tener muy mal genio y Thanatos... bueno, te vas a sorprender.
Desaparecimos en las sombras y aparecimos en frente de una enorme e intimidante puerta negra.
La puerta se abrió, dejando ver una estancia oscura con dos hombres mirándonos. Entré con los nervios acelerando mis latidos y prácticamente temblando y, al ver a los dioses, mi boca se abrió formando una perfecta "O".
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Entre mundos. La nueva era de los dioses
FanfictionLa Tierra ha tenido muchas civilizaciones distintas a lo largo de su historia. Todo debe llevar un perfecto orden para que estemos a salvo. Para ello se pactaron las Leyes Antiguas, un tratado que impiden el contacto entre distintos Panteones. Pero...