The Powers Never Bothered Us Anyway- Jelsa

Elsa

Anna se habia dormido en mi regazo, hoy recibimos la peor noticia de nuestras vidas.
Nuestros padres fallecieron en el viaje en barco.
Fue una tormenta que destruyó todo lo que estuviera en su camino, Anna entro a mi cuarto luego del velorio y lloramos desconsoladamente.
(Nota de la autora: como Elsa no  tiene poderes, no hay razon por la cual se encierre en su habitacion)
La eche en mi cama cuidadosamente y la cubri con una sabana delgada, me sente en mi cojin al lado de la ventana, mirando las estrellas, sabia que ahora mi destino estaba marcado, siendo la primogenita, ahora debia tomar el control de Arendelle. Le eche un vistazo a Anna, agradeci que ella fuera menor, no la imaginaba con una responsabilidad tan grande en sus delicados hombros, tampoco en los mios, pero el momento iba a llegar tarde o temprano. Si mi madre pudo, yo igual podre. Con esa idea en la cabeza me quede dormida.
-Princesas, estan dormidas?- dijo una voz, era el guardia del pasillo, volvio a tocar la puerta, haciendo que Anna y yo nos despertáramos.
-Si?- dijimos medio somnolientas
-Lo siento, no quise despertarlas- replico el con respeto
-No! Esta bien!- dije yo despreocupada acercandome a la puerta para abrirle- Adelante
-De hecho solo queria avisarles que observen por su ventana- dijo el guardia guardando espacio entre la puerta y el. Mire a Anna, que al ver mi rostro de curiosidad se levanto y camino a la ventana, cuando la abrio un frio viento apago las velas de mi habitacion, dejando entrar una brisa helada. Me cubri los brazos con las manos, mientras Anna lo hacia con la manta. Anna ahogo una exclamacion
-Los ciudadanos! Elsa, ven!- dijo haciendo un gesto con la mano, me acerque a ella, cubriendonos a las dos con la manta, y me asome por la ventana, lo que vi provoco una ola de calor en mi pecho.
Los ciudadanos estaban afuera del palacio, todos con sus lamparas encendidas y vestidos de negro. Oimos que todos dijeron en coro
-Larga vida a las hijas del rey y la reina- una y otra vez. Estaban dandonos su apoyo contra esta situacion, Anna y yo nos miramos y la misma idea se nos vino a la cabeza, volteamos a ver al guardia y dijimos
-Que abran las puertas del palacio
-Lo que ustedes ordenen- dijo el guardia cerrando la puerta, me puse mi abrigo para salir mientras que Anna se colocaba el mismo que utilizo en el velorio, nos arreglamos un poco el pelo, y nos encaminamos a la puerta del palacio. Mire a Anna
-Lista?- a lo que ella me agarro la mano y la apreto con fuerza, ambas estabamos nerviosas
-Lista
Los guardias abrieron las puertas y salimos para encontrar a todos los ciudadanos haciendo una pequeña reverencia, la misma que le hacian a nuestros padres. En ese momento me di cuenta de que no tenia ni idea de que hacer, o que decir, mire a Anna y ella tenia la misma expresion que yo. Respire hondo y dije lo primero que se me vino a la mente.
-Gracias a todos por su apoyo, se que es duro para ustedes tambien...- mire a Anna para que tambien dijera algo
-Hoy... Fue un dia dificil para Arendelle, pero nos tenemos a todos para salir adelante- dijo Anna captando la idea y asi fue como empezamos a dar una charla a los ciudadanos, la primera charla.
-Que piensan hacer ahora? Quien reinara el pueblo?- pregunto una anciana
-Yo- dije firme y decidida- soy la hija primogenita y es mi deber
-Tal vez sea su deber, pero lograra cumplirlo?- dijo una voz joven, mire entre la multitud para ver quien me había desafiado, los ciudadanos miraban a un joven que tenia el cabello castaño, ojos color avellana y piel muy blanca.
-Como te llamas?- pregunte calmada
-Manten la boca cerrada por una vez- dijo su madre- lo siento princesa- se disculpaba nerviosa
-No se preocupe señora, pero me gustaria que su hijo me contestara
-Me llamo Jackson- dijo intentando sonar tranquilo, pero se veia un poco nervioso, no se si por mi o por su madre.
-Bueno Jackson, yo tengo la misma pregunta en mi cabeza, pero dare lo mejor de mi para cumplirlo, de eso puedes estar seguro, ahora yo te pregunto lo mismo a ti.
-Yo creo que es un poco joven para ese cargo.- todos estaban petrificados, incluyendo mi hermana.
-Somos dos, joven Jackson, pero a veces, hay que aceptar lo que nos espera.- dije con una sonrisa amable, este joven tenia una actitud problematica, lo mejor es ser paciente, un refran que mi madre siempre me decia.
-Yo creo que podra!- dijo una señora
-Yo tambien!- le siguio un señor
-Y yo!- y asi fue diciendo cada uno hasta que todos dijeron
-Creemos en usted princesa Elsa!
-Bueno, con la ayuda de mi hermana- dije agarrando su mano y mirandola, ella asintio sin pensarlo- yo tambien lo creo, y les agradezco por creer en nosotras, daremos lo mejor
-Larga vida a las princesas!- dijeron todos, mire al joven, que solo reia, lo que me hizo sonreir, volvimos al mismo punto, donde todos nos daban su apoyo.