Mamá... ¿Por qué...?

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Es lo que oigo de un niño. Parece que así comienzan todas las conversaciones entre una madre y un hijo.

No he tenido hijos, pero espero algún día tener uno. Parece divertido.

Aunque más divertido es ver a las madres tratando de responder preguntas que seguramente ellas también tienen. La duda es la madre de todos los predicamentos, por no decir otra cosa. Y es que un niño tiene la luz en sus ojos.

La luz, se creó hace mucho, antes que nosotros.

Cuando fue creada la luz era una persona, una mujer, para ser exactos. Era bondadosa a más no poder. Tenía ventajas sobre los demás humanos, podía tomar la forma que quisiera pero siempre prefería su forma más básica, aún así era hermosa. Su cabello era largo hecho rizos, su piel era radiante, y en sus ojos se podían reflejar tus pensamientos. Pero tenía un detalle, creía que todo lo que existía era bueno. 

Amaba a los humanos, y por ello se le concedió un poder, el poder iluminar todo con un parpadeo. El poder de iluminar sería proporcional a su amor por los humanos. Solía pasear por las aldeas y ayudar a los humanos. Pero un día se dio cuenta que no podía ayudar a todos, y por el gran amor que les tenía cayó en una profunda tristeza.

Sus ojos se empañaron, y con ello la luz se fue de todos, y los humanos comenzaron a perecer. Al ver esto, la luz observó como todo lo que había hecho se caía a pedazos, pensó que con su dolor solo hacía sufrir a los demás. Y con el amor que le quedaba decidió buscar como volver a ser feliz, para que la luz volviese a los humanos.

Pero solo se dio cuenta de que estaba vacía, y esto la puso peor. Clamó entre las nubes pero su desesperación no la dejó esperar así que no buscó más allá, gritó en los más profundos rincones hasta que encontró un eco. Esa voz le dijo: Deja todo y a todos que yo soy lo que te falta.

Sin saber que más hacer, la luz accedió y le dio su mano sellando el pacto.

Aquella voz era el mal, que la carcomió por dentro y la encerró en lo más profundo de su ser. Pero no había vuelta atrás .Tomó posesión de ella. Efectivamente, la maldad era lo que le faltaba, pero precisamente eso era lo que la distinguía de los humanos, por eso podía amar.  Porque los humanos no tienen amor, no nacen sabiendo que es, con el tiempo aprenden que es y nunca es puro entre ellos, el amor si existe, pero no entre humanos, no de manera pura, no sin que sufras. Y ella no era humana, no conocía  el odio, no debía de hacerlo, pero traspasó la barrera y quedó maldita.

Sus ojos se volvieron grises y sin reflejo, vagaba por las villas sin hablar solo ayudaba a los humanos paro ya no podía sentir lo mismo. En realidad la maldad que la cubría la empezó a llenar de odio. Bien, en realidad, más que odio era amargura. Y la amargura cubrió el amor y lo comenzó a sofocar. Hasta que la amargura enfrió a la luz y todo lo que sentía.

La maldición también hacía que pudiera ver todo lo malo. Veía lo malo de las flores, de las aves, pero veía como los humanos se trataban con odio, rencor y maldad. Al ver que su sacrificio no cambiaba nada, algo se rompió en ella. Simplemente era un guiñapo de lo que era antes.

Desde las nubes se estremeció todo, la luz no era que que debía ser, se estaba convirtiendo en humana y eso no podía pasar, no por voluntad, sino porque ambas partes se dañarían. Era tiempo de corregirlo.

Una voz dio un susurro y un silencio cubrió todo, y la luz perdió su forma física y cubrió todas partes, por todo el mundo y a través de las galaxias. Esa fue su recompensa y su castigo. Ahora estaba cerca de todos, y podía descasar pero no podía sentir, o más bien no podía decir lo que alguna vez sintió. 

Cerró sus ojos para siempre. Y ahora cada vez que tocaba a alguien se detenía para no lastimar a nadie. Por eso puedes ver tu sombra.

A los humanos en verdad no le importaba lo que sintiese la luz, solo les causaba felicidad que existiese. Y la luz se transformó en lo que ahora es, pero sigue siendo luz. Y casi fue humana. Por eso la puedo ver, pero prefiero verla en tus ojos.

La luz es la manifestación de la vida. De tu maravillosa vida, y esa luz no se debe de apagar. La luz era una persona.  Y ahora eres tu.



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⏰ Última actualización: Sep 13, 2015 ⏰

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