-¡JOSH!
Doy un respingo y miro a mi alrededor. Es como si me hubiera trasladado a un lugar sombrío. Hace frío. Estoy en lo alto de un escenario. En frente hay cientos de personas, observándome y con ropas andrajosas. A ambos lados de esta marea de gente hay decenas de cámaras y otras personas que, en este caso, visten con ropas modernas, cómodas, gafas de sol y gorras. Sin embargo, yo y el resto de las personas que hay sobre el escenario, vestimos más elegantes.
-¡Josh! ¡Tienes que presentarte voluntario! ¿Se puede saber que te pasa? - Francis Lawrence se acerca hacia el escenario, apartando a las personas que encuentra a su paso.
-Yo... Yo...
Vuelvo a la realidad. Estamos grabando la Cosecha, pero me he quedado completamente traspuesto.
-Ve a tu trailer y tómate algo. Quiero que vuelvas al cien por cien, ¿me oyes?
Comienzo a caminar y le pido disculpas cuando paso a su lado. Llego a la zona donde están los trailers y, justo cuando voy a entrar al mío, Sam sale del suyo, que está justo en frente.
-¿Josh? ¿Que haces aquí?
Le hago un gesto para que me siga y se aproxima corriendo. Entramos en el trailer y abro el frigorífico. Saco de él un botella de agua pequeña y me la termino de dos tragos. Tomo aire y comienzo a explicarle lo sucedido.
-Francis no debe estar muy contento – dice cuando he terminado de contarle.
-Ya es la segunda vez que me pasa, Sam.
-No ha vuelto a hablarte, ¿verdad?
Niego con la cabeza.
-Y hay más. He estado hablando con uno de sus amigos. Dice que no está bien. Al parecer pasó algo el otro día y se ha separado de todo el mundo. Dice que no sale de su casa y que se ha alejado de su mejor amiga. Estoy preocupado.
Sam suspira y se deja caer en el sofá, junto a mí.
-He encontrado algo que tal vez te sirva. Toma.
Me entrega una pequeña tarjeta: "Clases nocturnas de idiomas. Nos ajustamos a cualquier horario. Las clases pueden impartirse en su domicilio o en nuestra academia" y a continuación aparece una dirección de Atlanta.
Miro a Sam interrogante.
-¿Para qué quiero esto?
-Para aprender español. -vuelvo a mirara la tarjeta.
Sam se levanta de mi lado y vuelve a frigorífico. Saca de él una lata de Coca Cola y me la entrega.
-Toma. Vas a necesitar muchas de estas para aprender español y grabar todo lo que queda en una semana.
-Eres el mejor – me levanto con la lata en una mano y la tarjeta en la otra. La guardo en mi bolsillo y despeino a Sam.
-Lo sé – dice este satisfecho.
Salgo del trailer con mi lata en la mano y con una enorme sonrisa en la cara.
La siguiente semana se basa en grabaciones, clases de español, estrés y más estrés, falta de sueño pero, sobre todo, en bebidas energéticas.
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Diario de Josh
FanficAna era un chica normal. Aplicada a los estudios, tenía los problemas normales de una adolescente. Lo más divertido para ella era pasar las noches de fiesta, en casa de otras amigas... Era exactamente como cualquier otra chica de diecisiete años. Ha...