Cap.5

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-Alison, ¿Por qué te fuiste tan temprano?, literalmente.
-Eh, yo...tenía insomnio. Y pues estoy acostumbrada a salir a correr por las mañanas. -Me senté en el sofá y suspiré- Además, quise hacer compras matutinas.
-Yo tenía algo de insomnio igual. -Se sentó a mi lado y cambió de canal a la tele- Y pues, me distraje viendo tele.
-Buena película. -sonreí.
-¿El deseo perfecto?, No la he visto.
-De lo que te pierdes, la historia es muy hermosa, en serio.
-¿De qué trata?
-Ve la película y calla. -Reí.
-¡Dime!, ¡Dime!, ¡Dime!.
-No, no, no.
-¡Vamos, dime! -Sonrió.
-Chsss.
-Por favor Ali, necesito saber, además dices que esta buena la película... O sea, que si la viste.
-Está bien, tu ganas. 
-Comienza, te escucho.
-Te lo resumiré. Una chica se enamora de un chico al que conoce en un viaje. Tiempo después, tiene problemas con su familia, la cuál la trata muy mal. Ella se cortaba y quien la ayudó a salir adelante fue el chico del que se enamoró. Después hubo química, anduvieron juntos y en una de sus borracheras el padre se volvió loco hiriendo a su madre y a ella misma. En su accidente queda inválida y muy grave. Su novio y su madre la visitaban, y lo último que deseó fue conocer Francia en compañía de su novio en un atardecer como o había soñado hace unos años.
Poco después murió cumpliendo su sueño y deseo.
-Que... Que bonito.
-Lo es.-Sonreí.
Tocaron la puerta y pensé que era el chico que me encontré en la calle. Posiblemente me siguió.
-Yo voy, Ale. Quédate ahí.
Caminé hacía la puerta y abrí esperando ver parado a un joven como de unos 18, sonriendo. Pero en vez de eso, encontré a una mujer como de unos 38 años, pelirroja.
-Disculpa, ¿Ale está aquí?
-¿De parte de quién?
-Soy la señora Carolina, mucho gusto, la mamá de la amiga de Ale.
-Alison, mucho gusto. Y sí, ella está en la sala. ¿Gusta pasar?
-No, gracias, sólo vine a entregarle esta invitación al cumpleaños de Fernanda.
-Oh, bueno, yo se la entrego, no se preocupe.
-Gracias, bueno ya me voy o si no llego tarde al trabajo.
-claro, adiós.
-Me saludas a todos.
-Claro. -Sonreí y cerré la puerta.- ¡Ale!
-¿Si?
-Te vinieron a entregar esto.
-¿Tan temprano?
-No tengo idea.
-Fiesta sorpresa de Fer... ¡Que genial!
-¿Irás?
-Obvio, ella es mi mejor amiga.
-De acuerdo. -Sonreí.
-Y te voy a llevar.
-¡Te invitaron a ti!, yo no puedo ir.
-Es como si dijera que mamá no puede ir conmigo.
-Pero ella es tu mamá... yo sólo soy una desconocida. 

-¿Desconocida? No digas tonterías. Tu vas conmigo y te callas. 

-Pero tu mad...

-Si me lo permite. -Sonrió. 

-¿Estás segura?

-¡Ali! 

-Bien, bien... Si ella te lo permite, adelante. 

-Ali, ¿No se supone que íbamos a hacer un pastel? 

-Oh si, lo olvidé... Lo lamento. 

-Bien, esperaré en la cocina con los ingredientes.

Debo admitir que el pastel fue un éxito. Alejandra es una buena cocinera, y mi decoración fue perfecta.
Del sabor... Ni hablar, delicioso.
Nos padamos unas horas màs mientras veíamos tele y comíamos otro pedazo de pastel. Y como por eso de las 9:00 am sonó el teléfono de la casa. Ale contestó.

-¿Bueno?

-Hija, necesito que me pases a Alison.

-Si, esperarme. Ali, te habla mi madre...

-¿Bueno?

-Alison, hoy salgo temprano, ¿No quieres aprovechar a ir a entregar tus papeles de la escuela?

-¿De verdad señora? Claro que sí.

-Bien, te veo a dos cuadras atrás de la escuela de Ale.

-Muchas gracias.-Colgué.

Ale abrió su invitación y dió un grito algo asustada. 

-¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

-¡No puedo creerlo!

-¿Qué, qué?

Se tapó la cara con la invitación.

-Resulta que la "Fiesta sorpresa", es una fiesta de disfraces.- Me miró incómoda.- Alison... ¡No quiero ir!

-¿Fiesta de disfraces? ¡Que genial! Espera... ¿Por qué no quieres?

-Daah, Por qué es una fiesta ¡DE DISFRACES! ¡Agh!

-Ya lo sé, no era necesario eso. Me refiero a la razón por la cuál no quieres ir a esa fiesta. ¿Te da pena? ¿O que onda?

Me lanzó una almohada y se tapó con otra. Yo sólo me reí.

-¿Podríamos cambiar de tema?

-Ehm, no.

Quitó la almohada de su cara.

-¡Está bien! Sí... Me da pena. ¿Estás contenta?

Reí un poco más.

-Sí, lo estoy. Ahora dime, ¿Tienes miedo de hacer el ridículo en frente de los demás?

Miró la almohada y luego me miró.

-Pues sí pero...

-¡Nada!.-Sonreí.-Vamos, tú sólo muestra lo que tienes, y deja que los demás hablen. Y si hablan, es porque no tienen vida propia.

-Lo sé, Alison...

-Ahí está, ¿Para qué te preocupas? Vamos, acompáñame. Te mostraré algunos trajes que te podrían interesar.








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⏰ Última actualización: Mar 06, 2017 ⏰

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