Capítulo 1.3 Laura

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Despertar sintiéndote un extraterrestre no parecía solo un delirio, se sentía más como desprenderse del ser humano que acompañaba mi cuerpo, desligar mi identidad de algo que iba más allá de una simple pesadilla, correr un pasillo sin puertas ni ventanas, así despertaba cada mañana desde aquel día que intentaron asesinarme, todo mi mundo se había convertido en una caja de cartón vieja de la que no podía salir, era como si hubiese vuelto a mi residencia de desintoxicación, y podía sentir en el aire, inclusive, la luz perezosa decirme adiós al amanecer y convertirse en un motivo por el que no habitar el planeta tierra. Cada vez que mi rostro se reflejaba en el espejo de mi cuarto, podía sentirme de nuevo en una vida que no había escogido, una puta verdad que no dejaba aceptarme, y mucho menos aceptar las restricciones de mi realidad. Mamá decía que tenía que luchar, que aún era muy inmadura, pero... parecía que mi situación se complicaba cada vez más.

Había dejado de ser una adicta a las drogas para convertirme en una adicta a la soledad, a mis inseguridades, a mis propias pesadillas de la vida real y al escaso apetito de vivir mi juventud. Todos estos años no habían sido fáciles, las relaciones con mis compañeros de estudios, mis calificaciones en clase, mis relaciones amorosas e inclusive con mis padres, todo se había convertido en un huracán que en vez de elevarme para conquistar la tormenta, solo cavaba mi tumba para que la lluvia me empapase. De alguna forma me sentía tan perdida en la vida, que lo que comenzó como una historia de rebeldía adolescente me transformó en una adicta a la marihuana, poco a poco comenzaba a descubrir a la Laura depresiva, insegura, y solitaria, que irónicamente a veces me hacía sentir viva, pero en otras ocasiones me dejaba encerrada en un botella, como el antídoto para mi propia sanación. Con el pasar del tiempo y verme crecer encerrada, comenzaba a entender que esa suposición tenía mucho que ver con mi situación, de alguna forma sentía que todo ese alejamiento y dependencia de las personas a mi alrededor habían sido en gran parte mi culpa, emprendía un largo camino que debía aflorar mis errores y al mismo tiempo darme la oportunidad de perdonarme a mí misma. No sé si fue mi ego, o mi escaso entusiasmo por encajar, pero sentir que esa situación se repetía constantemente me estaba matando.

Cuando pude dejar atrás mi pasado, salí de mi larga y dificultosa recuperación, pero al volver, mi paz no duró ni siquiera una semana, me encontraba de nuevo sentada en mi cama preguntándome qué había hecho mal, sentía que no era culpa de mis padres haberme criado de esa forma, pero una mala energía parecía acecharme, observarme con lupa, rozar mi piel con anterioridad para hacerme saber que su perfume me perseguiría toda la vida, y curiosamente no conseguía una raíz cierta de este sentimiento. Saber que estaba aislada del mundo era muy diferente a sentirlo, y por primera vez en mi vida entendí que mi situación no debía afectar mi condición, estar sola no debía necesariamente hacerme sentirlo, que mis padres me amasen, no significaba que me sintiese amada, o que mi historia hasta ahora hubiese sido una mierda no significaba que yo lo fuese, pero sí sabía que mi consciencia sobre el mundo que me rodeaba estaba errada, debía cambiar desde adentro, no podía pretender tenerle miedo a mi vida, y eso debía reflejarlo desde el primer día, ya que no lo había hecho, estaba dispuesta a abandonar todo este malestar y dar la cara por mi propia realidad.

¿Si los humanimales alguna vez hubiesen dudado de su condición por ser diferentes, ¿Alguna vez habrían llegado a apreciar su talento? No lo creo, y a pesar de que son seres detestables, supongo que su historia de superación tiene algo que ver, necesitaba convertir todas mis debilidades en potenciales fortalezas que me permitiesen seguir respirando, aunque hacerlo supusiese un esfuerzo más grande del que hasta ahora podía soportar. Hoy decidí que mi historia cambiaría o al menos lo intentaría, y que el día de ayer sería la oportunidad perfecta para reafirmar mi identidad y celebrar mis errores y virtudes, y mañana no me perdería la oportunidad de olvidarlo todo y comenzar de nuevo, estaba decidida a regresar, a mirarme con coraje al espejo y a destruir la concepción débil que tenía de mí misma, el que intentarán asesinarme no me intimidaría.

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ACTUALIZADO Y EDITADO

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