Estábamos todos a la luz de la hoguera. Yo limpiando las heridas de John y el resto planeando nuevos ataques a la guardia real.
-Creo que deberíamos irnos a descansar-dijo Michael.
-Si, yo te sigo-comentó Henry.
Y se fueron a sus casetas a dormir mientras yo seguía a lo mío y Robin terminando de organizar el día de mañana.
-Aunque no quieras admitirlo, le quieres demasiado como para estar enfadada con él-me sorprendió Robin.
Aparté la mirada de este confundida; tenía razón. Llevaba mucho tiempo sin ver a mi primo y, como muy bien había dicho el ladrón, le quería demasiado como para enfadarme con él.
Pero, de todos modos, no entendía por qué se había ido sin ni siquiera avisar ni dejar una nota...
Lo tenía claro, cuando el muchacho estuviera consciente, le haría aquella pregunta que se había planteado en mi cabeza durante tantos años.
-Tienes razón, Robin- afirmé- tienes razón...
A la mañana siguiente y después de haber dejado todo lo del fuego recogido, me encontraba sentada frente a la leña quemada dibujando con poco entusiasmo intentos de trampas que no tenían mucho sentido.
No me podía concentrar debido a las ganas que tenía de hablar con mi primo de una vez por todas...
Hoy tenía planeado irme al pueblo a por nuevas prendas de vestir, papel y lápices que necesitaba; e iría sola. No tenía muchas ganas de que me acompañaran los ladrones más buscados de la zona.
Puse los dibujos a un lado y comencé a preparar el desayuno para los chicos. Dejé una nota para que no se asustaran y me fui con Willow a la ciudad.
Al llegar me entró una sensación de tranquilidad que no experimentaba en días.
Todo el mundo estaba en la calle comprando, charlando y los niños divirtiéndose y gastando bromas a los mayores.
Alzé la vista buscando alguna tienda de ropa que no pareciese muy lujosa, ya que no tenía mucho dinero, pero debido a mi distracción un pequeño grupo de niños se chocó conmigo y el de enmedio se cayó al suelo.
-¡Ay!, lo siento. ¿Estás bien?-dije ayudándole a levantarse.
-Si, no se preocupe señorita, estoy bien. Mi nombre es Tom, y estos son mis hermanos Louis y Oliver.
-Encantados- dijeron los otros dos.
-Yo me llamo Amelie, encantada igualmente- dije haciendo una reverencia jugando con ellos.-¿Me podríais hacer un favor?
-Lo que guste- dijo Tom haciendo de caballero.
-¿Podríais decirme dónde se encuentran las tiendas más baratas para comprar ropa y objetos variados?
-¡Será un placer!
Subí a sus hermanos pequeños encima de Willow y mi nuevo amigo me llevó hasta un pequeño mercado en el que vendían todo lo que necesitaba.
Bajé a Oliver y a Louis y me despedí de ellos.
Dejé atado a Willow y entré a la primera tienda donde tenían los lápices y el papel que necesitaba.
Después me dirigí a la siguiente tienda donde una amable mujer me recibió.
Buscando entre las diferentes prendas, encontré unas camisas blancas y un par de pantalones que me parecieron cómodos. También encontré una camisa de hombre que le vendría muy bien a mi primo, ya que la que llevaba puesta estaba destrozada.
- ¿Puedo ayudarte en algo?-me preguntó.
- No muchas gracias señora, creo que ya tengo todo lo que necesito.
- Una chica tan bonita como tú vistiendo con camisa y pantalones, eso no se ve todos los días. Por lo menos llévate este vestido, como regalo.
- Está bien señora, pero porque me lo ha ofrecido se lo pago igualmente.-le respondí con una sonrisa.
Así que después de pagar a la señora, volví con Willow y de nuevo al campamento.
Al volver, me encontré con que ninguno de los ladrones estaba despierto, así que decidí colocar las prendas en la que ya decidí que era mi habitación y me fui a bañar a un lago cercano.
Aproveché también para tirar mi ropa vieja y estrenar la nueva. Opté por pantalones y camisa, ya dejaría el vestido para alguna ocasión especial; si se presenta claro...
Al volver una hora más tarde, hallé a los chicos encendiendo la hoguera y calentando el desayuno.
- ¡Buenos días!- saludé.
- ¡Buenos días Amelie!- me saludó Henry.
- Amelie gracias por el desayuno. -comentó Robin sacándome una sonrisa.
- ¿Ropa nueva?-preguntó Michael. - ¿Hay para nosotros?
-Sí y no- reí.
Fue entonces cuando escuchamos ruido sordo. Como de un choque fuerte. Provenía de la habitación de John.
Casi tan rápida como Henry, corrí hasta el árbol sonde estaba la habitación de mi primo y subí como una bala las escaleras de madera seguida de Robin y de Michael.
Me quedé en la entrada sin saber qué hacer escuchando cómo los demás saludaban a su compañero.
- ¡Por fin despertó la princesa!
- Cállate Michael. -ordenó Robin.
- Michael no creo que sea buen momento para bromas...- regañó Henry rascándose la nuca.
- ¿Ha pasado algo?
- ¿Acaso no te acuerdas de quién nos ayudó a salvarte?
- ¿¡Amelie!?, ¿dónde está ella?- preguntó con nerviosismo.
- Estoy aquí John... -susurré en un momento de valentía. - Hay varias cosas que tienes que dejarme claras. Igual que a tus compañeros. -declaré seria.
- Dios... no quería que llegase este momento...-suspiró.
- Haberlo pensado antes de largarte y dejarnos. Dejarme a mi y tu padre abandonados sin decir nada. ¿Por qué? Quiero la razón por la cuál te fuiste y quiero que la escuchen tus compañeros.
- En un principio no tenía pensado dejaros- comenzó. - No me fui a comprar, me fui a robar. Y no exactamente a un puesto de fruta; fui a robar a casa de duque que vive cerca de nuestra aldea. Cometí un grave error y me pillaron. Este hombre me amenazó con quemar el pueblo si me volvía a ver por allí. Por eso mismo me fui, para protegeros. -finalizó.
- ¿Y no podrías habernos mandado una carta por lo menos? O un mensaje o algo.
- Me avergonzaba demasiado de mi mismo como para que supierais lo que había pasado en realidad.
- Vaya...- murmuró Henry.
- Eres un egoísta. -dije con rabia - ¿Te crees enserio que nos hubiera importado tanto que hubieras robado? - pregunté mirándole con desaprobación.
Me levanté de donde estaba sentada mirando al suelo aguantando las lágrimas; dispuesta a irme de allí enseguida.
- Amelie...-dijo Robin agarrándome de la muñeca.
No respondí. Sólo aparté la mano sin demasiada brusquedad y bajé las escaleras para correr al bosque a aclarar las ideas y llorar como cuando era pequeña y mi primo se fue. Sola.

ESTÁS LEYENDO
AMELIE SNARE
AdventureUna chica sale de su pueblo en busca de su primo John que ella cree que ha sido capturado por Robin Hood, un ladrón en contra de la justicia y de mala fama. ¿Qué pasará cuando encuentre a su primo? ¿Habrá algo que le impida volver? ¿Descubrirá lo...