Abby, mi ex mujer, se encontraba justo enfrente en esos momentos.
Nada en ella había cambiado, seguía con el mismo corte de pelo, seguía llevando el tipo de tacones que Juliette etiquetaría como "los matadores" y por supuesto seguía intentando provocarme a cada momento.
Había intentado amar a esa mujer tanto como mi mente me lo había permitido, me había prometido a mí mismo que no amaría a nadie más en la boda. Me había mentido a mí mismo.
Como le había confesado ya hace unos meses a Juliette, yo me había casado con Abby gracias a la presión social. Mi madre estaba todo el día recordándome lo mucho que necesitaba una esposa, mi socio tenía formada una familia, mi abuela había decidido mencionarme más de una vez cosas como "me queda poco de vida, necesito que me des nietos antes de morir" y yo era demasiado estúpido como para tomar decisiones por mi cuenta. Abby era la hija del mayor socio que tenía mi padrastro, un hombre huraño que vivía la vida que había vivido mi padre: mujeres, juego, mujeres, trabajo y mas mujeres. Su gran patrimonio me motivó a casarme con ella y a ella le bastaba con mi aspecto físico, con mi posición social...a ella le bastaba con ser alguien importante.
Abby no había sido mala esposa, era la esposa florero ideal...siempre perfecta en los actos sociales, discreta con sus relaciones extra matrimoniales y permisiva con las mias. No me preguntaba a donde iba los sábados por la noche, ni me pedia que la llevara conmigo a esos viajes tan largos hacia Europa. Siempre callada, siempre sonriente y siempre complacida.
Me había acostado con ella las suficientes veces como para poder dejarla embarazada de trillizos pero nunca habíamos querido tener hijos. Ella decía que perdería la figura y yo siempre tenía a otra persona en mente para lograr esa función, Juliette sería la madre perfecta para mis hijos.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté.
Le había dado más de un millón de dólares, los coches y tres fincas en L.A, había salido ganando y había quedado satisfecha con nuestro divorcio ¿Por qué volvía?
-He venido de compras por Irlanda y he decidido pasar a verte ¿no te alegras de verme?- preguntó.
Eran casi la una de la mañana, nadie rondaba por las calles de Irlanda y mucho menos una lagarta como ella. Ni siquiera sabía dónde estaba Juliette y eso me preocupaba más que cualquier otra cosa.
-No, no me alegro. La gente normal no visita a estas horas de la noche y yo te dejé muy claro lo que esperaba de ti en ese acuerdo de divorcio.
-¿Dejaste claro? Si, dejaste por escrito que no me querías volver a ver más, que no querías que me acercara a tu nueva putita y que no te pidiera más dinero.
-Parece ser que lo entendiste perfectamente, entonces ¿Por qué estas aquí?- pregunté.
Si Juliette se enteraba de que estaba aquí, ella me dejaría del todo. Ella no aguantaría esto.
-Se me hace extraño que tu putita no se haya cansado de ti- dijo ella.
Como volviera a llamar a Juliette "putita", empezaría yo a llamarla a ella de otra forma.
-Deja de llamar así a mi mujer y lárgate de aquí Abby, deje muy claro mis puntos cuando hable con tu abogado.
-¿Por qué no recordamos los viejos tiempos Justin?- dijo acercándose.
No, no quería recordar nada con ella. No quería revivir momentos tan frios y mucho menos pudiendo crear nuevos con alguien a quien si amaba.
-No quiero nada de ti Abby, por favor- le rogué- Vete antes de que te tenga que echar yo, no sería muy agradable para ti.
-¿Quién eres?- preguntó- Al Justin de antes le gustaba jugar, le gustaban los polvos de oficina y a las mujeres en trajes ajustados ¿Dónde está ese Justin?
Era verdad, me encantaban los polvos de oficina con mujeres distintas en cada ocasión, me encantaban los tacones altos, las faldas estrechas y los pechos redondos pero ese Justin ahora estaba muerto. Había cambiado por ella, por sus jerséis anchos, sus moños deshechos, sus pintalabios rojos, sus tacones bajos y sus bailes en la cocina. Me encantaba esa mujer y me volvía loco con sus cambios de humor repentinos pero ¿Qué seria yo sin ella?
-Ese Justin ha muerto para mi así que no busques algo que nunca encontrarás en mi de nuevo, no vale la pena Abby-dije.
-Esa puta no te merece, ella no ha aguantado todo lo que yo he aguantado Justin.
¿Por qué parecía desesperada? Ella me había puesto los cuernos tantas veces como se las había puesto yo, tenía a hombres millonarios detrás de ella en cada evento y no dudaba en que ella se acostaba con ellos en cada momento.
-Abby, los dos sabemos que nuestro matrimonio era una farsa.-dije aun sentado en mi silla- Yo me complacía fuera de casa y tu te ibas con otros hombres, no tiene nada de malo. Cada uno buscaba su propio placer.
-No, yo nunca me fui con otros- dijo.
-¿Cómo?- le pregunté atónito.
-Siempre te hice creer que sí, pero yo te era fiel- dijo con los ojos llenos de lágrimas. – Yo te amo.
-No, no me amas- dije negando.
Sus lágrimas no eran nada para mi, no podía substituir a Juliette, nunca podría.
-Te amo más que esa puta- dijo.
Me levanté de mi silla y me acerque a ella, ella levantó su mirada mostrando esperanzas en ella y yo le agarré el brazo con brusquedad.
-Esto se ha terminado aquí- dije enfadado.
La arrastré unos cuantos metros hacia la puerta de mi oficina, abrí la puerta y la saque fuera.
-No, Justin nosotros nos amamos, somos el uno para el otro- dijo ella.
En ese momento las puertas del ascensor se abrieron.
Cuando Abby vio quien venía directa hacia nosotros, me besó la mejilla y dijo con un tono seductor:
-Volveremos a repetir cuando tu quieras mi vida- y se fue con una sonrisa en la boca hacia el ascensor, sin dirigirle una mirada a Juliette.
Juliette me miraba con la boca abierta y yo simplemente me había quedado sin habla, quería matar a la zorra de Abby.
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¡Hola chicas! Mañana empiezo el curso (on fire, seguro que mas de una lo empieza el mismo día así que muchos ánimos!) así que he decidido escribir este capítulo en un último momento, aun que subiré mas esta semana y la que viene. Quiero empezar a terminar la novela para empezar con nuevos proyectos, aun que de esta aún quedan muchos capítulos.
Espero que os haya gustado mucho el punto de vista narrado por Justin y que odieis tanto a Abby como yo (no se por que le puse un nombre tan adorable a alguien tan infernal) así que comentadme que os ha parecido este capítulo y votad!
¡Un beso enorme!
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Di que me recordarás - Justin Bieber y Tu. [2nda Temporada]
Fanfiction2NDA TEMPORADA DE "NO SOY TU PRÍNCIPE AZUL" "Un día voy a escribir todo lo que siento. Un poquito más extenso de lo que escribí sobre ti y con otras palabras, tal vez sinónimos de "amor" y "felicidad" de nuevo. Y vas a leerlo y a preguntarte si se...