Invierno.

Capítulo 4.

 No tenía tiempo para pensar, tenía que actuar rápido. Así que lo hice. El hombre pasa corriendo delante mío con una niña en brazos que claramente no es su hija, entonces lo empiezo a correr, cuando ya pienso que estoy a una considerada distancia me tiró sobre él para intentar detenerlo. Pero el cae al suelo con la niña en brazos y yo también.

Cuando intento incorporarme para poder seguir haciendo algo, el hombre ya se encuentra levantado enfrente de mí con un arma apuntándome, pero por suerte la niña no está con él.

-Te has metido donde no tenías que meterte mujer- es lo único que dice.

Yo cierro los ojos, esperando el impacto de la bala que seguro inyectará en alguna parte de mi cuerpo. A lo lejos escucho las sirenas de la policía, pienso entonces que la niña se ah salvado y ha corrido con su madre y ésta ha llamado a la policía, o que precisamente las madres han visto todo, o que solo es suerte que la policía pase por acá. Entonces abro los ojos y puedo ver la desesperación del hombre, parece como si estuviera en una guerra interna tratando de decidir si me dispara y huye, o solo huye. Por último termina disparándome y huyendo. Por suerte, creo yo, la bala ah impactado en mi brazo derecho.

Pasan unos pocos minutos y yo sigo en el suelo, justo cuando intento levantarme y buscar me cartera para llamar a una ambulancia, veo como se acercan todas las madres con sus hijos hasta donde estoy yo, y también veo a la niña con su madre, eso me hace sentir un poco mejor. Ambas me lo agradecen y me ofrecen su ayuda. Una de las mamás llama a una ambulancia, y otra a la policía.

-No sé como agradecerle esto señorita, muchísimas gracias- Me dice la madre de la niña.

-No hay de que señora, supongo que hice lo que cualquier otro hubiera hecho.

-Gracias, de verdad.

-Eres un héroe- me dice la niña e intenta abrazarme- eres mi héroe.

Yo no hago más que emocionarme y corresponder al abrazo como puedo.

-¿Cómo te llamas?-le pregunto

-Rose ¿y Tú?

-Jennifer, ¿y cuántos años tienes Rose?

-Tengo así- y con los dedos de su mano me muestra el número 4- pero dentro de poco voy a cumplir así- hace el 5- ¿verdad mamá?

-Así es chiquita- dice la madre mientras intenta recuperarse del llanto.

-Bueno Rose, no sé si te vuelva a cruzar para tu cumpleaños, porque ya sebes, nosotros los héroes andamos por todo el mundo salvando a la gente, pero por si las dudas tengo algo para ti. ¿Alguien ha visto mi cartera por casualidad?- pregunto en voz alta

-¿Esta es?-me dice una de las mamás que estaba ahí.

-Sí, muchísimas gracias. Dentro de mi cartera tenía un peluche, uno chico. Era un oso que había comprado hace unos días para enviárselo a mi sobrino por correo.-Mira, aquí esta. Es para ti, espero que lo cuides bien- y se lo doy.

-¿Así como cuidaste tu de mi hoy?

-Algo así.

Y en eso viene la ambulancia y me llevan directo al hospital. Una vez allí, me empezaron a hacer muchos estudios y cosas para ver en donde había quedado la bala y si había hecho algún daño en el interior. Una vez que supieron donde se alojaba la bala y como quitarla, me llevaron al quirófano eh hicieron lo suyo. Cuando desperté estaba en una de las habitaciones del hospital y una enfermera estaba revisando no se qué cosa.

-¿Qué hora es?

-Son aproximadamente las 19:00hs, debería seguir durmiendo.

-¿Hace cuanto termino la operación?