Conversaciones incómodas

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Es un episodio cortito, pero como ya he empezado de nuevo la Uni era lo máximo que podía dar de mi.

En realidad tenía el fragmento escrito hace unas horitas, pero justo cuando lo iba a publicar mis amigos me dijeron que fuese a jugar al WoW y se me olvidó jeje Sorrryyyyyyy T.T  Queredme

Espero que al menos os entretenga algo el cap, aunque sea cortito XD



Karen paseaba por la amplia y fría sala de su despacho, una sala que en aquellos últimos días había acabado por saberse de memoria. El chico simplemente iba de un lado a otro sumido completamente en sus pensamientos, luego frenaba, soltaba alguna frase exaltada (Como si estuviese teniendo una acalorada discusión consigo mismo) y vuelta a empezar con la caminata en círculos. En su mesa estaban esparcidos los mismos papeles de siempre, el chico no pudo evitar echar una mirada fugaz a la mesa de madera y por un momento se imaginó a Jenna sentada en su sitio de siempre, técnicamente era el sitio del rey, pero la chica nunca hacía caso cuando él se quejaba, también se imaginó a James sentado en el otro extremo, fingiendo estar prestando atención y trabajando en algo cuando en realidad lo único que hacía era pensar en Christian. Aquella imagen apareció fugaz ante sus ojos y tan repentinamente como había aparecido desapareció, una sentimiento de nostalgia le embargo, por un momento el rey se preguntó qué estarían haciendo aquellos dos ahora mismo, pero enseguida desechó ese pensamiento. Tal vez llevar tres días encerrado en soledad no era buena idea, se acababa volviendo paranoico.

El muchacho anduvo por la sala hasta llegar a la mesa y agarró un par de hojas al azar. Sabía que era inútil seguir buscando la hoja de los horarios del carruaje cuando ya se había asegurado cinco veces de que no estaban ahí, pero no podía evitar hacerlo. Las hojas que tenía en la mano se arrugaron debido al exceso de presión que ejerció al tensarse.

—Pueden haberlo descubierto de cualquier manera Karen. De cualquiera... y de todas maneras, si la robaron podría haber ocurrido cuando salimos todos de la sala.

Sí, quería convencerse a él mismo de que eso era lo más probable, pero la duda seguía ahí. Y un rey no se puede permitir confiar la vida de su reino en manos de alguien en quien duda. Con un movimiento briscó volvió a dejar todo en la mesa causando que las hojas cayeran como cascadas por los bordes, pero en ese momento era lo que menos le importaba. Estaba apunto de descargar su frustración contra el resto de papeles que se habían salvado cuando un golpeteo le sacó de su propio mundo. Alarmado dio una vuelta sobre si mismo solo para contemplar la sala vacía. Había sido el sonido de alguien golpeando a la puerta, pero no había provenido de la puerta. Inspeccionando con más cuidado la habitación lo vio. El rostro de Christian asomaba entre los barrotes de un pequeño vano de pared.

Ambos muchachos se quedaron mirando mutuamente durante unos segundos. Karen preguntándose internamente si aún estaría a tiempo de salir por la puerta y fingir que no había notado su presencia y Christian rogándole con la mirada que no lo hiciese. Al final el ojigris pareció resignarse, se cruzó de brazos y con un tono que no pretendía ser cordial habló.

— ¿Qué haces tú aquí? — Christian no pareció mistarse ofendido por aquel tono, como si estuviese más que acostumbrado a escucharlo y simplemente respondió con naturalidad.

—Tengo que hablar contigo sobre James —Karen no respondió. Por supuesto que quería hablar sobre James, Karen llevaba esperando un movimiento de ese tipo desde el momento en que decidió poner distancia entre él mismo y el resto del mundo. Al ver que el rey no decía nada Christian continuó —. Aunque si pudiese hacerlo cara a cara y sin unos barrotes de por medio sería mucho mejor.

Sin rumbo (BL) (Rumbo a la guillotina 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora