Pov Natalia:
Nos giramos y allí estaba Bea, con el vaso hecho trozos en el suelo. Así que fui hacia ella.
- Bea, no hemos querido decirte nada por esta misma razón.
Bea - Me habéis mentido tanto James como tu - Miré a las chicas, las cuales rápidamente fueron a mi rescate.
Alexa - Bea, es mejor que todo te venga poco a poco sin esfuerzos, ya que es malo eso.
Su - Es mejor sentarnos en el sofá y hablamos más tranquilamente.
- Id vosotras yo ahora mismo voy - Notaba que me estaban llamando por el móvil. Así que cuando vi que las chicas estaban lejos cerré las puertas de la cocina, la que daba al patio donde estaban los chicos y la que daba al salón donde estaban las chicas - ¿Qué quieres ahora?
Fer - No puede ser que fueras mi novia...
- Vete a la real mierda, tuve que cambiarme de país por tu culpa.
Fer - Eso te pasa por ser una loca - Me estaba calentando con esta llamada y eso que ya lo estaba un poco por la llamada que me había hecho anteriormente en casa de Alexa. Desde que era pequeña cuando me cabreaba siempre con la mano derecha la abría y la cerraba inconscientemente ya que así me podía relajar.
- Déjame en paz. Hace escasos minutos me has llamado, olvidame.
Fer - Es difícil, ya que quiero que veas a mi hermano.
- ¡Tu eres tonto! - Aquí es cuando exploté. No se porque le conté que podía ver fantasmas, ya que hizo que todos me llamaran loca y cambiarme de país. Empecé a gritar, suerte que había cerrado las puertas y nadie podía abrir la puerta.
Fer - Es que quiero que me diga donde ha dejado la llave de su hucha...
- Llora por tu hermano... Y deja las drogas puto drogadicto de mierda, me das asco - Oía ya golpes en la puerta del salón donde estaba María y todas las chicas intentando abrir.
Fer - Más asco das tu ya que dices que ves fantasmas y es mentira.
- ¿Tu qué sabrás? no sabes nada de mi vida ¡Nada! - Miré de nuevo a la puerta, faltaban Alexa y Su, así que giré la cabeza y allí estaban con los chicos. Estos dejaron todo y fueron a hacer lo imposible, abrir la puerta. Oía como todos gritaban mi nombre pero yo hacia caso omiso de ellos - Mira mierda, no me vuelvas a llamar, ya que estoy hasta los mismísimos, no sabes nada y cuando sepas algo de mi, ya será demasiado tarde - Iba a colgar cuando de repente me contó algo que me hizo que no colgara y siguiera escuchándole.
Fer - ¿Qué no se nada? Hoy has ido con James a una Iglesia y tu amigo le dio una buena hostia a mi hermano... Si, Christian es mi hermano, tu tampoco sabes nada de mi. Y ahora mi hermano está muerto por tu amigo y me lo tendrás que recompensar.
- Imposible, imposible - Me sentía mareada, todos me estaban gritando, todos estaban intentando abrir la puerta, todos dando golpes a la puerta... Y me caí al suelo. Me desperté en la cama de James, el cual estaba allí él solo.
James - ¿Él otra vez?
- Si - Me levanté y fui abajo con todos. Pero sentí una presión en el codo.
James - Espera ¿qué te dijo? - Miré a mi alrededor para asegurarme que no había nadie.
- Fer, mi ex, es el hermano de Christian... Y...
James - ¿Y?
- Y ha muerto por tu golpe, ya que se dio con un banco y... Joder...
James - Tranquila, todo estará bien, se lo decimos a Jairo y nosotros nos ocupamos. Es mejor que nadie más se entere, así que alegra esa cara - ¿Cómo iba a alegrar mi cara si estaba viendo a Christian? Pero lo hice, ignore al fantasma y seguimos bajando para reunirnos con todos y disfrutar de la barbacoa.
Kendall - ¿Qué tal Nat?
- Bien, ha sido un mareo nada más.
Logan - Nos has asustado a todos.
Dean - Su ya quería llamar a la ambulancia, ya sabes como es esta chica - Esto último me lo dijo por lo bajo, pero lo suficiente alto para que Su lo oyera.
Su - ¿Qué pasaría si le ocurriera algo?
Alexa - Ésta tiene más huevos que sus dos hermanos.
Carlos - Eso es verdad, lo hemos podido comprobar - Miraba a mi alrededor, pero faltaban Jairo y James...
- Bueno, aquí estamos por Bea, olvidemos lo que ha ocurrido.
Jairo - ¿Cómo lo puedo olvidar si tengo una herida de guerra? - Lo dijo detrás de mi. Le miré y bajé la vista a su mano, luego miré la puerta de la cocina...
James - Hay que ir más al gimnasio - Entró detrás de él y me hizo un gesto de que ya se lo había contado.
Bea - Pensaba que nunca lo iba a decir... Pero tengo hambre... - Nos empezamos a reír y así que empezamos a comer, en honor a nuestra anfitriona. Aunque nadie sabía que éramos uno más.