Sesshomaru y Kagome Crónicas de un viaje juntos

Capítulo 10 La marca, Noche de pasión.

Kagome POV

En realidad no sabía qué hacer, el silencio era sepulcral y realmente me sentía agotada, quería pedirle a Sesshomaru que me cargara y me llevara a algún sitio a descansar. Aunque realmente no sabía cómo iniciar una conversación con él, sí, hemos pasado bastantes cosas juntos incluso lo amo pero es justo recalcar que una simple humana como yo tiene vergüenza. Es más, probablemente incluso apesto a mil cosas y tengo un aspecto horrible… aún así él me beso. ¡Demonios! Ahora que caigo en cuenta tengo mil motivos para estar muerta de la vergüenza, pero toda mi humanidad y temores se fueron muy lejos cuando sentí que sin pedírselo me levantó en sus brazos. Y claro, cómo a mí no me fascina, dejé de lado todas mis cavilaciones sin sentido y me dejé hacer, incluso me abracé feliz de su cuello. Caminó conmigo en brazos por todo SU castillo hasta que nos encontramos con unos guardias que al parecer casi mueren del susto cuando vieron a "su amo Sesshomaru", unos momentos después nos vimos rodeados de una gran variedad de demonios, él explicó al capitán de su guardia que nunca estuvo muerto, que todo había sido un malentendido. También le dijo que su "querido hermano" Inuyasha, se había retirado muy amablemente de SUS tierras y le exigió una reunión con todos los generales y capitanes de sus tierras, claro, quería recordarles quién manda en Oeste.

Después de la breve charla con su subordinado se excusó, cabe mencionar que en ningún momento me bajó, mientras él hablaba con uno y otro demonio, yo fingí dormitar en sus brazos, nadie se atrevió a preguntar nada sobre mí. Antes de darme cuenta de algo más, no hubo mayor ruido que su respiración y la mía, abrí los ojos y me di cuenta de que estábamos en una hermosa habitación, era sobria pero al mismo tiempo muy elegante, mis ojos se toparon con una enorme ventana que permitía entrar la luz de la luna, por fin tuve una ligera noción del tiempo o mejor dicho al menos sabía que era de noche. Una vez más traté de romper el silencio pero él me ganó.

-Será mejor que tomes un baño.- dijo él en un tono seco. El silencio abordó de nuevo el ambiente si no supiera que él estaba conmigo habría jurado que el viento había decidido jugarme una mala broma.

-¿Tan mal huelo?- pronuncié con un dejo de sarcasmo en mi voz.

-Boba, no tiene nada que ver tu olor, ese, sigue siendo la misma droga adictiva de siempre, es sólo que estás llena de sangre y has pasado por mucho, lo mejor será que te relajes.- yo estoy loca o algo raro pasa aquí, al parecer notó lo desencajado de mi cara porque se sonrojó, SÍ SESSHOMARU REY DEL HIELO Y PRINCIPE DEL FRÍO PARECE UNA SEÑORITA FRENTE A MÍ.- ¿qué te pasa humana? No comprendo tu sorpresa.

-Lo siento, es sólo que estás muy amable, y eso en ti es demasiado raro.

-Humana tonta tú no comprendes nada, vete a bañar después habrá tiempo de charlas.

-No, no comprendo, y no es por tonta, el único tonto eres tú, además cómo quieres que me bañé si ni siquiera sé en dónde diablos estoy parada. –digo, lo que menos quiero es ser grosera con el hombre, que me salvó de una muerte segura, es sólo que de verdad no sé en dónde estoy y él me pide que me bañe como si yo conociera perfectamente el lugar.

-Sígueme. – Fue lo único que dijo, yo obedecí.

Y ¡qué diablos! Pasamos un par de puertas y ante mis ojos apareció un baño obscenamente lujoso y hermoso. Me dijo que sólo me sacara la ropa y me entrara al agua, que apenas terminara de asearme saliera al cuarto contiguo donde estaría esperándome un cambio de ropa. Muy amablemente se ofreció a bañarse conmigo y yo igual de amablemente mandé al demonio a ese pervertido. Salió refunfuñando unas cuantas cosas incompresibles para mí y la verdad lo dejé estar. Me saqué "la ropa" llena de sangre aunque cualquier harapo sería lujo al lado de lo que quedaba de mi traje de sacerdotisa, en fin ya desnuda me lancé a la enorme tina casi alberca que me recibió con deliciosa agua caliente y perfumada, pude apreciar que en el momento en el que surgí del fondo el agua que me rodeaba era rojiza, sí, definitivamente es un milagro que yo siga viva. Pero ese no es el único milagro lo más sorprendente es ver que mi cuerpo no tiene ninguna marca, estoy segura que mis muslos, brazos, espalda y cara fueron desgarrados por las garras de Inuyasha. Me dejo estar en el agua caliente mientras varias dudas e interrogantes rondan mi cabeza, no sólo me preocupa el futuro incierto, también está mi "relación" o lo que sea que tengo con Sesshomaru. En fin, es hora de darle la cara al Lord del palacio…