Capitulo 31. Maratón 2/3.

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¿Hay alguien que sepa lo feliz que soy en este momento?

Ha pasado un mes desde que Jorge vino a vivir con nosotros y ha sido lo mejor del mundo. Mamá nos visitó y comenzó a llorar cuando vio a Jorge todo fuerte, grande y guapo. Cuando acepté vivir con él nunca pensé que sería bueno, sólo pensaba en las cosas malas pero ¡Era genial! Era tan perfecto que asustaba.

La mayoría del tiempo Jorge trataba de propasarse y le daba igual si estaban los niños con nosotros, no tenía respeto por nada ni nadie, pero allí estaba yo, la chica fuerte que lo frenaba.

Y hoy... ¡Era mi cumpleaños!

Sí, cumplo veintiséis súper tristes años, no me daré cuenta cuando vaya por los cincuenta, pasa todo tan rápido. Todo iba genial, todo excepto una cosa.

-¡Está muy bueno! -mentí. Estaba horrible.

-¡Qué bueno, porque estuvimos todo el día de ayer haciéndolo! -no me había dado cuenta cuando lo estaban haciendo, los hubiera ayudado.

-Oh, pero les quedó genial.

Un pastel. Lleno de chocolate y ni idea de como está hecho, sólo se ve la capa de chocolate arriba, hoy al despertarme los gemelos y Jorge habían aparecido con eso en sus brazos y cantando.

-¿Por qué no comes tú, Jorge? -pregunté. Jorge sabía como estaba el pastel y sólo reía cuando yo comía un poco.

-No tengo hambre, gracias -sonrió.

-¡Pero sí no has comido nada! ¡Vamos, papá! ¡Diegito sírvele un pedazo!

-¡Esto es genial! -chilló Diego. ¿Genial?

-Me duele el estómago, en serio, no he dejado de ir al baño -Jorge tocó su estómago e hizo cara de dolor.

-Oh, en ese caso mamá se come todo su pastel sola -casi escupo el único líquido que me salvaba de morir intoxicada. Bendita agua.

-¡Sí! -León puso más en mi plato. Si esta había sido idea de Jorge lo mataré, lo juro.

-¡No! ¿Cómo quieren que me coma todo al tiro? Dejen algo para la tarde -hablé tranquila para que no iba a vomitar sí seguía comiendo el pastel. ¿Habrán mezclado bien las cosas? Genial, morir intoxicada en su cumpleaños porque al idiota de su "novio" y a sus hijos se les ocurre hacer un pastel con más azúcar que cualquier otro alimento comestible.

-Estás muy mayor cita para mí -sonrió Jorge. Me tomó de la cintura y besó el lóbulo de mi oreja.

-¿Disculpa? Tu tienes ya los veintiséis yo no soy más grande que tú -gruñí.

Papá por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora