Capítulo 33

515 46 0
                                    

Jess

No comprendía lo que es el amor hasta el día de hoy.

Es increíble el cambio en mi vida, este chico que aunque es un desastre, me causa tantas emociones que no sabía que podía sentir. ¿Saben? De niña siempre supe que el amor a primera vista no existe, porque las personas, por más inteligentes que sean, nunca saben si es amor o es una simple atracción. Y debo admitir que en mi caso, no era una mirada solamente, era todo lo que nunca sentí en una.

- ¿Jessica?- Me aparto de Dallas en un movimiento brusco y mi corazón se aceleró el triple de lo que estaba.

Dallas tenía una expresión de confusión y susto al mismo tiempo.

De todas las personas que hay en el mundo, ¿por qué ella?¿por qué hoy?

- ¿Qué estás haciendo?- La expresión de mi tía mientras mira a Dallas es insoportable.

- Tía Maggie.- Mascullo horrorizada.

- Quiero que se vaya de aquí.- Ordena mi tía.

Me giro hacia él para pedirle que se vaya pero antes de poder decir algo, se niega. 

- ¿Perdone? Este es mi departamento, váyase de aquí en este preciso momento o llamaré a quien tenga que llamar para que lo saquen y no lo dejen entrar jamás.- Vocifera mi tía furiosa.

- No me voy a ir.- Dallas se encoge de hombros.

- Dallas, por favor vete.- Le pido. 

Mi tía me lanza una mirada asesina. 

- Tienes diez segundos para irte.- Le amenaza y juro que empiezo a sentir ansiedad.

- Mire, señora - estoy segura de que viviré en la calle gracias a esta escena - el piso en el que usted está ahora de pie, el departamento de su sobrina, este edificio y toda la cadena de esta empresa es de mi propiedad. Le aconsejaría que me trate mejor.

Tanto mi tía como yo quedamos paralizadas ante lo que acabamos de escuchar. ¿Dallas es el dueño de edificio? Debe ser una broma. 

- ¿Ah sí?- sonríe - entonces me acabas de ahorrar el viaje hasta abajo para cancelar el contrato del departamento. 

- Tía Maggie, por favor...- Mis ojos están por salirse del susto. 

- Y puedes empezar a buscar dónde vivir porque espero que no pienses volver conmigo.

- Ella vivirá conmigo.- Anuncia Dallas y estoy más que segura de que mi corazón ya tuvo como tres infartos en los últimos diez minutos. 

- No tendrás nunca un buen futuro con gente como él a tu alrededor.- se da la vuelta y antes de entrar al ascensor vuelve a hablar - tus padres estarían muy decepcionados de ti.

Se me cae el mundo. 

Entro al departamento y corro hacia el mesón de la cocina. Apoyo mis codos en él y me echo a llorar sin poder contenerme ni un segundo más. Pasan algunos segundos hasta que siento los brazos de Dallas rodearme para que me detenga, dejo que me reconforte, ahora es lo único que necesito. 

- Yo pagaré este lugar para que te quedes, nena.- Asegura pero no se lo puedo permitir. No lo puedo aceptar.

-No, Dallas.

- Claro que sí, soy hijo del dueño, ni siquiera lo tengo que pagar. 

- Mírame.- Exige.

En cuanto sus verdes ojos penetran los míos, me doy cuenta de lo diferentes que somos y lo bien que nos complementamos. Tenemos esencias diferentes y aun así, están aferradas la una de la otra y es por eso que no nos podemos alejar. Ahora más que nunca tengo claro que no me importa que pase mientras lo tenga a él de mi lado.

- Te quiero ver sonreír, no así.- Continúa tomando mi barbilla.

- Gracias, Dallas.

Sonríe.

- La oferta es con tiempo limitado.- Bromea y sonrío levemente. 

Lo tengo tan cerca de mí y con todo lo que acaba de pasar, no se me ocurre mejor forma de agradecerle que plantando un beso en sus labios. En ese instante se detiene el tiempo y de pronto en mi mundo solo nos estamos él y yo. Me sienta sobre el mesón y el beso se intensifica. Abro las piernas mientras él se hace espacio entre ellas.

- Me encantas, Jess.- Susurra contra mi oído y suspiro.

- ¿Cómo sé que no vas a despertarte mañana y vas a sentirte diferente?- Toma mi rostro entre sus manos con la respiración agitada.

- No te prometo nada, Jess.- Admite y mis ánimos caen al suelo otra vez.

Sus labios están hinchados y más rosados que nunca. Su cabello está alborotado y su pecho sube y baja rápidamente sin dejar de observarme con sus intensos ojos verdes. Se agarra el cabello con frustración y noto sus ojos cristalizados.

- No te prometo nada porque contigo siempre me siento diferente - sonríe - y eso es lo que amo de ti.

- Te odio.- Suelto antes de volverlo a besar.



Despierto y con sus brazos rodeándome con fuerza, como si tuviera miedo de soltarme y lo único en lo que puedo pensares en que quiero despertar con él todos los días de mi vida.

- Dallas...- lo sacudo - Dallas...- gruñe - ¡Dallas Brett!

- Quiero dormir.- Se queja perezoso y me rio mientras me giro para poder verlo frente a frente.

- Nada de dormir, son las diez.- Señalo y abre los ojos de par en par.

- Vaya, parece que hubo demasiada acción anoche.- Me guiña un ojo y me sonrojo.

- Eso creo.- Sonrío avergonzada.

- Veo que te ha gustado.- Me clava un beso en la frente y me acurruco en su pecho sonrojada aún.

Así pasó mi semana, junto a Dallas algunos días y sin él los demás. Despertando con él algunas mañanas y preguntándome dónde estará en otras. Él siempre tan impredecible. Mañana es mi cumpleaños, y Avril con Terrie me invitaron a mi fiesta "sorpresa" en la misma playa que la semana anterior. Dijeron que iba a ser algo grande y estoy emocionada. Emma no quiere ir, cree que será una mala idea pero sabe que no faltaré a mi propia fiesta y sé que terminará yendo conmigo. Dallas se comportó raro todo el día y dice que tampoco quiere ir. A él también lo terminaré convenciendo. 

Mañana será un gran día, o eso espero.



Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora