Hay días en los que, simplemente, miras a tu al rededor, y notas que no hay nadie. En los que finges estar bien porque te gusta pensar que verte mal podría angustiar a esa persona. Piensas que no eres más que una cosa insignificante rodeada de otras mejores que tú. Te miras al espejo, y de repente, no es lo que querías ver. Tu rostro no es como el que quisieras tener, tu sonrisa no es la que te gusta. Simplemente Tú no eres lo que quisieras ver, o ser. Y tus ojos sienten la necesidad de llorar, y no sabes la razón, pero aún así cumples sus deseos y tus mejillas se humedecen.
Pero hay otros días, en los cuales miras a las estrellas, y te sientes pequeño. Pero no te importa, porque ves que las personas que te rodean, te han elegido a tí, de entre miles de millones en el mundo, para repartir su amor. Y escuchas tu canción favorita una y otra y otra vez, solo porque sí, porque te hace feliz sin siquiera intentarlo. Y ves a esa persona y dices "Tal ves sí" y le hablas y te responde y tus labios se convierten en una sonrisa. Y tus ojos sienten la necesidad de llorar, pero sabes la razón. Y eso te provocan ganas de reír también. Lo que carece totalmente de sentido, pero no te importa, porque a veces esta bien un poco de locura.