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4 de Julio de 2015

Me desperté nuevamente abrumada por la soledad de aquel lugar oscuro. Levaba ya varios días allí, encerrada, aislada del mundo, de mi mundo.

Durante las anteriores jornadas, mientras dormía, mi secuestrador había tenido el extraño detalle de asearme y cambiarme de ropa. Todo esto no sólo lo hacía mientras dormía, si no que se aseguraba de que no me despertaba suministrandome una pequeña dosis de cloroformo. La primera noche me había lavado entera, había cubierto mis heridas y me había vestido con un corto vestido de algodón blanco. Durante los siguientes días se aseguró de que los rasguños no empeoraban, cambió los vendajes y se deshizo de los que eran innecesarios. Me duchaba alternando un día si y un día no, los días que tocaba me cambiaba de vestido pero siempre era del mismo tipo, también me recogía el pelo como lo solía llevar de costumbre, algo desaliñado-

la oscura luz se filtraba por la ventana del dormitorio. Aquel día de verano era algo inusual, se oía el repiqueteo de la lluvia sobre el techo, por un momento intenté imaginar como sería el paisaje fuera de aquel lugar. Las gotas de agua difuminando la acuarela de la ciudad. Las calles de Madrid inusualmente grises. El cielo encapotado, oscuro. Difícilmente podía vislumbrar en mi cabeza aquella imagen de verano, pero el tronar de las nubes lo hacían más real, los relámpagos y rayos daban su espectáculo de luces y entonces el pequeño repiqueteo anterior se convirtió en un concierto de percusión, por un momento pensé que el techo se vendría abajo y fui lo bastante tonta, o lista podrían pensar algunos al desear que aquello pasase, por el hecho de que si eso ocurriese podría marcharme, pero no, no ocurrió, allí seguiría el resto de mis dias.

La lluvia cesó y el tronar menguó hasta desvanecerse por completo, ya no quedaba ruido alguno que distrajese a mi cabeza, allí estaba yo, sola.

...

26 de Junio de 2015

Hoy, viernes, vuelve el pánico al mundo entero tras la ola de atentados en tres continentes.

Nadie se animaba a confirmar si los atentados, todos ocurridos durante este medio día, tenían conexión entre sí, pero en todos se han presentado evidencias de conexiones jihadistas.

Empezando por Francia dónde un hombre ha sido decapitado en una fábrica de productos quimicos en Lyon, durante el atentado fallido en el que intentó volar las instalaciones. Hora y media después, en Susa (Túnez), 36 personas han fallecido y 37 han resultado heridas en el ataque de un hombre en los hoteles de una cadena Española, el atacante ha sido abatido. Seguidamente una bomba ha dejado atrás a 27 personas y 222 se encuentran en estado grave en una mezquita de Kuwait, en pleno Ramadán. A la una del medio día en Somalia 50 personas han muerto tras un ataque islámico y en Siria 164 fallecieron en un ataque que ha durado toda la jornada. Estos cinco ataques han hecho que salten las alertas por terrorismo en prácticamente todo el mundo...

-Ya estamos otra vez con esto, cariño quita esto por favor, que cenar oyendo desgracias no es recomendable. Por cierto, ¿te ha llamado Laura? Porque a mi no y me parece extraño por su parte.

-No, no me ha llamado, pero bueno hoy era su último día de curso, no la vamos a agobiar se habrá entretenido con Julia.

-Si, probablemente pero ya sabe que no me gusta que no nos cuente nada.

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4 de Julio de 2015

Silencio, sí, silencio es lo único que había porque el muy cobarde de mi secuestrador se hallaba escondido, bueno a lo mejor escondido no era la mejor palabra porque si yo estaba encerrada no habría que esconderse mucho para ocultarse de mi, pero claro tenía la poca vergüenza ese hombre de no darse a conocer, era tan... Le despreciaba no solo por no presentarse ante mis ojos, ni tampoco por hacerme sufrir de esta manera, si no por su forma de ser, o por la forma de ser del hombre que me imaginaba, que puede que no coincidiese nada con su personalidad, pero a mi entender era despreciable, un sin corazón, un auténtico cobarde.

Me puse a pensar en como sería, que aspecto tendría aquel ser, no sabía quien era, pero si le tuviese que poner cara describiría a un hombre de unos 40 o 50 años, no se por que le asignaría esa edad pero es la que más me concuerda. Sería pequeño de estatura, no llegaría al 1'65 y de comprensión física algo gordo. Su cara sería cansada y diría que el paso de los años va en su contra, las arrugas de los ojos lo demostrarían. La falta de pelo sería un rasgo clave aunque yo diría que si tendría aunque poco y canoso casi de un gris ceniza. No sería para nada atractivo, su nariz gorda y achatada no atraería a nadie y sus ojos pequeños y oscuros serían más que comunes algo vulgares.

La puerta se abrió con un chirrido como único ruido y apareció él.


Bajo llaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora