Me llamo Beck, y tengo 16 años. (Descripziom (^O^)／) Soy de Ámsterdam. Mido 1,60 :3 Me encantan las historias de terror, creepypastas, libros.
Mi familia y yo, nos mudamos a una nueva casa.
Era linda, pero no me gustaba (Claroh lógico) sentía algo extraño en ella
Una cosa más que les cuento de mi, es que soy muy paranoica.
Luego de merendar, de un rato a otro, olvide esa sensación, y me puse a mirar todas las habitaciones. Eran bastante tétricas. Todavía me faltaba de ver una. Traté de abrir la puerta, pero era muy difícil, la cerradura estaba rota, como si alguien hubiera querido entrar a la fuerza.
Al fin de varios intentos logré abrirla. El cuarto era muy grande, creo que era el mas grande de la casa. Las paredes eran color rosa y tenían marcas de rasguños En el fondo empecé a notar algo raro, habían cuadros tirados, papeles desordenados y manchas como de sangre, y al lado de ellas había una sombra, lo único que se podía notar, eran unos ojos enormes y blancos, que sentías que penetraban en tu alma. ... Quezezo, creo que.... LA SOMBRA SE ESTA MOVIENDO
*CORRE BEEEECK, POR TU VIDA D: SOSMUYJOVENPARAMORIRCORRECORREEE*-Me decía a mí misma escapando de allí.
-No mires atrás , no mires atrás, NO MIRES ATRÁS-Y así sucesivamente.
-Que raro que mi mamá no se dio cuenta de que estaba corriendo y gritando como loca por toda la casa porque una sombra mutante me estaba persiguiendo.
-Mam, mamm, mamaa-No podía hablar-
_¿Qué te pasa Beck?!¿Estás bien?
-Algo me está persiguiendo!
_¿Que cosa??
-No se, preguntale (._.)
_ Bueno che... Mostrame en donde la viste
-Tengo miedo.
La acompañé hasta la última habitación, en donde estaba esa cosa
-Aquí es.
_Ok_ Empezó a abrir la puerta y no había nada.
_Hija no te asustes, no encuentro nada.
-¡Pero... estaba ahí!-Le señalé el lugar.
_A lo mejor fue tu imaginación.
-...¿Me estás diciendo loca?
_¡No, no! Lo único que digo es, que tal vez estabas asustada, porque esta casa, de verdad da miedo, y viste mal. Pero con un poco de pintura y nuevas ventanas, lo arreglaremos.
-Bueno, quizás tenés razón-
Me dió un abrazo y se fue.
No puedo creerlo, ¡estaba ahí!. Probablemente mi mamá estaba en lo cierto, a lo mejor fue mi imaginación.
Cuando terminamos de comer con mi familia, me fui a dormir. Estaba muy cansada. Por suerte, mi pieza, no daba tanto terror como las otras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
