Dulce como miel, Torpe como un pequeño.

Our First Summer

-Corría el mes de Agosto, caluroso, soleado y veraniego por cuanto pudiera desearse. El clima perfecto para el momento perfecto: el último día de clases previo a unas largas (y merecidas) vacaciones de dos meses. Todos iban de aquí para allá, planeando a dónde ir en ese tiempo, tomándose algunas fotografías para el recuerdo con los que habían terminado sus estudios ya y no volverían pues irían a la universidad. Tantas cosas por hacer pero, un chico, un simple y aburrido (al menos así se consideraba él) adolescente sin planes, se hallaba sentado en su escritorio, al fondo del salón 17, mirando por la ventana mientras que escuchaba algo de música suave pero a máximo volumen. Su nombre: Boo Seung Kwan, uno de los más inteligentes pero menos populares del aquel lugar.

Baby Boo, como solían decirle sus pocos amigos, no era esa clase de persona que solía hacer grandes planes como el resto, tampoco era amante de las fiestas o congregaciones de personas; prefería pasar más tiempo en casa ayudando a su madre o echado en el patio trasero escuchando música y componiendo cualquier cosa.

17:30...¡Hora de irse! Boo esperó a que todos salieran del recinto para poderse marchar con calma a su hogar, ya deseando quitarse el asfixiante uniforme y usar shorts con una fresca camiseta para ayudarse a mitigar el calor. Tras varios minutos de caminata llegó a casa, avisando con un típico "Omma, ya he regresado", sólo que ésta vez la dulce voz de su progenitora no respondió. Le buscó por toda la casa, llegando a la conclusión de que aquella mujer había salido, sabría Dios a dónde...al menos le había dejado comida, y eso lo agradecía de corazón.

Ya una vez cambiado y fresco, se sentó a comer con calma, y justo entonces, su madre llegó a casa llamándolo con la voz animada, por lo que rápidamente corrió a recibirla con un abrazo.

-Madre, ¿dónde estabas? Realmente me sentí muy preocupado al llegar y no encontrarte. -Comentó con voz de regaño sutil.

-Pues fui a resolverte las vacaciones, querido mío. Mañana mismo empezarás clases de música en la academia del centro. -Respondía la de mayor edad con una amplia sonrisa de emoción en el rostro. Sonrisa que no fue correspondida por su hijo, el cual hizo una mueca de desagrado y casi, un puchero de berrinche.

-¿Qué yo haré qué?

-No te quedarás encerrado estos dos meses. Mañana empiezas clases de música y punto. A las 10:00 am te estarán esperando allá, ¡y fin del tema!

-Así fue como los planes de vagancia de SeungKwan se vieron arruinados por su madre. Unas perfectas vacaciones para dormir, echadas por la borda...¡Para ver clases de música!

Iba a ser un largo verano...