Me desperté sin ganas de nada como siempre, queriendo seguir dormido, pero era hora de levantarme, para volver a la rutina diaria. Lo único bueno de ir al trabajo es poder verla.
Me pare de la cama estrujando mis ojos y me di una ducha, dure unos cuantos minutos ahí dentro para luego salir, vestirme, tomar mi maletín y una manzana de la cocina para salir a trabajar.
Trabajo como maestro de una escuela secundaria donde doy clases de historia, puede que solo tenga 24 pero hago lo que me gusta a temprana edad. Me mude de casa de mis padres inmediatamente comencé la universidad donde entre a los 19 y solo hice cuatro años. Luego de graduarme conseguí trabajo aquí y me mude en un pequeño apartamento en la cuidad de new york.
Como dije la mejor parte de mi trabajo es el poder ver esta hermosa chica, la cual es mi alumna, llevamos medio semestre desde que empezaron las clases y desde el primer día no quito mis ojos de ella. Incluso de vez en cuando hago que participe mas de lo debido solo para poder escuchar su voz.
Tiene este hermoso cuerpo de sirena, es hermosa, hablo de naturalmente hermosa. Casi nunca habla con sus compañeros y esta sola haciendo apuntes en su libreta, no es como las demás, de eso estoy mas que seguro. Ella es diferente, es completamente diferente y eso me encanta.
-Bien chicos, el día de hoy hablaremos sobre un tema bastante aburrido así que lo que haremos es que daremos el tema por dado... -empiezan a aplaudir sin siquiera dejarme terminar.- pero... Esperen... ¡Silencio!, deben hacer un trabajo corto sobre el tema.
Todos resoplan y se quejan, vagos.
-Maestro, cuantas paginas ?
-Bueno pueden ser las que quieran pero deben ser entre 10 y 20.
-Ahora, quiero que lean las paginas 124 y 125, y luego me hacen un resumen en el cuaderno por favor, así hacemos tiempo hasta que toquen el timbre y la clase termine.
Me quede sentado en mi escritorio fingiendo trabajar en mi computadora mientras la miraba, estaba hablando con su amiga, la única con la que habla. Cuando tocaron el timbre deje que todos salieran y la llame para hablarle. Tenia que decirle como me siento.
-Señorita Ramos, puede venir un momento por favor.
-Si, dígame maestro....
-Cree que sea posible que me deje llevarla a su casa el día de hoy? Es que tengo algo que comunicarle.
-Estoy en problemas?
-No, para nada, es solo que hay un asunto personal del que me gustaría hablar con usted.
-Bien, no veo porque deba decir que no, vamos.
-Vamos entonces.
De camino a mi auto me quede pensando las palabras que debía usar para expresarme con ella, ya que es prácticamente una niña.
Al llegar al auto le abrí la puerta del copiloto y deje que entrara, di la vuelta y entre yo. Encendí el auto y arranque.
-Espero que no te moleste pero iremos a otro lugar, no te llevare a tu casa, porque quiero que hablemos tranquilos, si estas de acuerdo claro.
-Esta bien.
Maneje un poco fuera de la cuidad a un parque. Al llegar baje del auto a toda velocidad para poder abrirle la puerta.
-Bien, hable por favor porque me tiene asustada.
-Siéntate, - nos ubicamos en un banquito.- lo que te quería decir, con todo el atrevimiento del mundo y arriesgándome a muchas cosas ya que eres mi alumna y yo tu maestro, es que me gustas, me gustas muchísimo y no se que hacer con el sentimiento así que pensé que lo correcto era decirte para al menos poder desahogarme.
-Bueno, no se que decirte.
-Se que puede ser raro o tal vez difícil para ti de entender y eso. Tampoco quiero que lo veas como una mala insinuación, solamente quería compartirlo contigo porque verdaderamente esto que siento por ti es diferente y raro. Nunca me había sentido así antes, es como una necesidad de tenerte cerca, querer abrazarte, poder tocarte. Me fijo mucho en ti durante las clases, me gustas demasiado.
Ella estuvo callada todo el tiempo mientras yo hablaba mirando el suelo.
-Sigo nula y sin palabras.
-Al menos dime si estas molesta o iras a denunciarme a la dirección del colegio ... algo. Quieres que te lleve a tu casa?
-Mi casa es el ultimo lugar al que quiero ir.
Levanto la cara y me miro, se quedo mirándome fijamente
-Aunque pensándolo bien, quiero que me digas si estas hablando en serio ... o sea, esto no tiene sentido, y me parece totalmente ...- paro de hablar y se quedo callada mirándome.- no estas mintiendo, verdad?
-Te lo juro que no.
-Bien, llévame a casa.
-Vamos entonces. - cuando me levante del banquito la ayude a pararse y caminamos en un incomodo silencio hasta mi auto, nos metimos y el camino completo fue mas incomodo aun, ella solo miraba por la ventana pero podías darte cuenta de que realmente no esta mirando nada ya que solo su mente estaba trabajando. - ehm, llegamos.
-Gracias por traerme.- me dijo, pero no se movió y quedo mirando el frente. - solo una ultima cosa.- De momento se volteo y quedo mirándome por varios segundos para luego tomar mi cara entre sus pequeñas y delicadas manos para besarme. Abrí los ojos durante el beso, mas por sorpresa que por cualquier otra cosa, me quede en estado de shock.
Al terminar el beso se despego de repente, nos miramos y por su mirada note que quería mas, así que la levante de su asiento y la coloque sobre mi en el asiento del piloto. Coloque una mano en su cintura y la otra en su mejilla, la mire otra vez y después la volví a besar. Continuamos besándonos por varios minutos cuando ella se separo y me dijo. -Por que mejor no vamos a tu departamento?- su voz estaba un poco mas ronca. Yo le dije que si.
