-Vaya vaya......-Llamo la atención Ellenabeth- Miren lo que las olas trajo al hombre que yo mas quería ver en toda la grand line. "La rata de alcantarilla de la Marine"-
El fuerte viento hacia mover las copas de los arboles al rededor por un momento, se podía sentir un total silencio en la isla. Un mujer acaba de insultar de una manera muy miserable a un comodoro de Marina. La atención en el lugar se podía cortar con un cuchillo.
Ellenabeth tenia en su rostro una sonrisa de santificación al igual que Mihawk bufaba por debajo pero eso era ocultado gracias a su sombrero.
-¡Maldita como te atreves a insultarme!- Un furioso comodoro se alzaba pues alguien se atrevía a insultarlo frente a tropa. Mientras un Zero estaba confundido. Jamas en el tiempo que llevada junto a Ellenabeth ella no lo había insultado de esa manera, era verdad sabia que lo destetaba con toda su alma pero no llegaba a esto extremos y ahora de la nada ahora sale con esto que diablos había pasado - Estas picando la mano de tu amo estúpida-
El flequillo y algunos otros mechones ocultaban la mirada furiosa de Ellenabeth, por otra parte Zero empezaba a molestarse pues estaban insultando de una manera baja a una mujer que supuestamente el debía proteger.
-Como...- Pero antes determinar su frase, Ellenabeth se había colocado frente de Zero. Al igual que colocaba su mano derecha en el mango de su espada.
-¿Amo? -Pregunto con sarcasmo- Crees que yo seria unos... de ¿tus subordinados?....-Dijo mientras empezaba a desenvainar su espada. -No me hagas reír- Pronuncio Ellenabeth mientras caminaba despacio hacia el comodoro.
-Soru..- Murmuro la castaña.
En un instante todos perdieron de vista a la joven ojos cafés hasta el comodoro buscaba desesperada mente a la chica sabia perfectamente que esa mujer era terrible y mas su extraño poder . Un grito hizo que mirara a su espalda y de igual manera Zero; y los demás hombres al mando de Ellenabeth,hasta el mismo Ojos de halcón elevo su miraba. No podía creer lo que veía sus ojos en donde deberían estar una tropa solo había hombre que se encontraban encerrados en unos ataúd de Amatista aquel hermoso mineral de color violeta encerraba mas de la mitad de la tropa del comodoro.
La suave brisa movía largos cabellos castaños, mientras Ellenabeth caminaba en el medio de aquellos ataúd de cristal. Ellenabeth desvaíno su espada pero era diferente la parte en donde debería estar la parte de metal no estaba, aun mantenía la forma de una espada y en donde se debería encontrar el metal se hallaba aquella amatista de color violeta que formaba la parte de filo. Aquella mujer mostraba su terrible poder ante aquel sujeto, quería mostrarle al monstruo que el mismo creo.
-Jamas....- Pronuncio mientras seguía caminando entre los soldados que estaban petrificados bajo su poder y aquellos que no se atrevían a atacarla. Desapareciendo y volviendo aparecer frente aquel que se suponía tener que ser fuerte pero solo era un hombre que deseada cada día mas poder.
-Jamas me uniría a una escoria como ¡TU!- Vocifero Ellenabeth mientras con su mano libre daba un fuerte puñetazo en la cara de aquel sujeto, en aquel golpe dejo salir toda su furia que era retenida. Cayendo por el impacto al suelo, mientras que en la comisura de su labio estaba un pequeño hilo de sangre.
-Maldita como te atreves-Respondió desde el suelo mientras limpiaba aquel hilo de sangre. -Esa mujer que tienes como hermana morirá bajo mi mando. Maldita al saber esto la perderás , ambas son solo demonios- Expresaba molesto aquel sujeto. Ellenabeth solo bufo por debajo mientras apuntaba con su espada al comodoro.
-Ya basta de mentiras idiota- Dijo la ojiscafe- Solo para mi eres un maldito estorbo que me hizo perder lo que mas quería. Ya se acabo la actuación, basta de ser la niña buena ante el gobierno ahora sabrán que soy.-Explicaba Ellenabeth, al igual que sus ojos demostraban aquella ira y rencor todos salia a luz frente al el.
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Lo Indeclinable
Fiksi PenggemarQue pasaría si el gran puño de fuego no muriera si tal solo un cambio en su vida lo hace vivir y desear a una mujer que le hace perder sus estribos. Ellenabeth d Meru hace lo imposible para que su gemela se convierta en un alto rango de la marine pe...