Capítulo 1: "Taquitos"

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—Tying yourself to me stitch up my emptiness cause your the death of me, so precious loving the thrill —canto en un susurro mientras saco tarros grandes de salsa picante y los ordeno en las alacenas que están vacías en la bodega-, such the patient one who needs me, so shocking where your sense is, don't you know I hate you, ohoh. Unsatisfied, you little girl...

Tying yourself to me, stitch up —la voz de Pitch, la encargada de "supervisar" a los empleados y también de envolver encargos a domicilio (aunque se encarga más de lo otro...), me saca de mi concentración.

— ¡Hey, Cat! —me llama en un grito, pego un pequeño salto y casi me golpeo la cabeza con un estante que está justo arriba de mí.

Me muevo rápido entre los atareados empleados y casi llego a donde está de pie con cara de fastidio. Cuando llego un poco agitada hasta donde se encuentra, ella sólo extiende sus brazos hacia mí con un bolso de entregas lleno de estas.

Sé lo que significa.

La miro cansada, casi es hora de que acabe mi turno y solo quiero irme a casa; ella me sonríe mostrando su blanca dentadura y casi puedo jurar que sus dientes sueltan un destello contra la luz de las bombillas, al igual que su placa de "Empleada del mes", varios mechones rubios degradados a verde se escapan de su coleta. y sus ojos azules me miran con superioridad, resaltando bajo la sombra de la gorra de béisbol con el logo de "Piki-Tacos" que todos llevamos obligatoriamente.

Perfecto, bufo internamente.

Pedaleo un poco rápido y luego detengo mis pies aún en los pedales para permitirles descansar un momento, dejo que las ruedas se muevan solas por el asfalto frío y mojado a causa de la lluvia de hace rato. Amo esto; además de andar en bicicleta, poder sentir el aire fresco de la noche y ver todas las luces de faroles, autos, edificios y carteles combinando los colores neón brillante con los ordinarios y formando patrones. Creo que todo parecr cobrar más vida en la noche.

Me dirijo hacia mi última entrega, en el Instituto Tecnológico de San Fransokyo, jamás he ido pero si escuché mucho sobre él y bueno, lo eh visto desde lejos. Pitch me dijo que podía quitarme el uniforme ya que serían las últimas entregas que haría para terminar mi turno; especificó que Dock, mi primo, a quien estoy ayudando en todo esto, debía entregar todo el dinero de las órdenes mañana, aproveché el pasar por la casa para dejarle el dinero que ya tenía y para recoger mi abrigo favorito: uno enorme, no tanto, pero si lo suficiente para caer holgado desde mi brazo hasta cubrirme el dorso entero de la mano y la mitad de los dedos, y caerme de igual manera por todo mi torso hasta más abajo de mi cadera, en los muslos, casi como un vestido, pero es una sudadera. Tiene el tamaño de un abrigo de invierno para una persona dos tallas más grandes que yo, me gusta eso: que las prendas me queden holgadas y un poco grandes, excepto los pantalones, es incómodo. Pero lo que más me encanta y me llamó la atención de él son las grandes orejas de gato que tiene en la capucha. Las amo. Casi toda mi ropa tiene temas de gatos: gorritos de lana, diademas, suéters, y algunos estampados en el resto de prendas y calzado, pero no todo, claro.

Dock no perdió la oportunidad de decirme que me llevara al "odioso" de mi gato, según él. Sus palabras fueron: "Mejor llévate a tú egocéntrico gato, ¡me odia, me gruñe y no deja que lo toque! ¡es un gato loco! Me mira desde el otro lado de la sala durante un rato, ¡como si quisiera matarme! ¡por favor, llevatelo! Está comenzando a asustarme..."

Yo sólo puse los ojos en blanco divertida y no pude evitar reírme por su voz ronca y gangosa por los malestares de la gripe.

Pero es cierto, a Hércules, mi gato, no le gusta nadie. Solo está conmigo. Debe ser porque cuando lo recogí del callejón aquel día era un gato escualido y miedoso de todo.

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⏰ Última actualización: May 19, 2018 ⏰

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Little Cat [Hiro Hamada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora