El Hijo de mi Niñera

¿R E S A C A?

|Capítulo 5|

Matías

Todo está negro a mi alrededor, palpo la pared de inmediato, en busca del botón para encender la luz – se me es complicado, mientras repito mi acción cada vez más desesperado, aun así, es inútil, no encuentro por ningún lugar el maldito botón para encender la luz. No lo encuentro por ningún lado, todo es negro, absolutamente negro y tengo miedo a caerme, siento que ya no respiro con normalidad, y empieza mi ansiedad por ver la luz - de un tope fuerte me levantó, el dolor de mi cabeza es horrible, estas punzadas en mi cabeza me están matando, no sé qué hacer, moriré de una jaqueca.

Salgo de la habitación y veo a mi madre en la cocina, me voy en dirección a ella para saludarla, el inicio de día está empezando fatal, pero ella no tiene que percatar mi terrible resaca, la saludo, pero no me corresponde, prácticamente me ignora, aun no recuerdo nada, no sé si está molesta, ni siquiera sé cómo llegué ayer. Probablemente ayer se molestó mucho por como llegué, ¿Acaso llegué tan mal?, por como actúa mi madre conmigo, probablemente esa pregunta se responda sola.

- Mamá me duele mucho la cabeza – intento captar su atención - ¿Tienes alguna pastilla? - Sofía entra a la cocina por un vaso de agua al parecer.

- Por supuesto de que te duele la cabeza – menciona súper obvia, casi queriéndome pegar, estoy seguro - considerando como viniste ayer, es evidente ¿No? – menciona, pero esta vez más molesta.

- Mamá no grites por favor - digo desesperado, mi cabeza me duele demasiado, nunca más volveré a tomar tanto, aunque pensándolo bien, creo que no tome mucho.

La verdad es que no me acuerdo nada de lo que paso ayer, solo me acuerdo que me estaba asegurando de que Sofía no se meta en problemas, pero el que termino cagado, fui yo.

- De todas maneras, estas con resaca – menciona mi madre - y no estoy gritando Matías – me fulmina con la mirada.

- ¿Resaca? ¿Qué es eso? - Sofía me miro y frunció el ceño, se le ve un poco confundida.

- ¿No sabes que es resaca? – dice Sofía a punto de matarse de risa.

- Me refiero a que nunca me había dado, obviamente que he tomado antes, pero nunca me había dado resaca. Es nuevo para mí y no lo soporto.

- Es obvio que tendrías resaca - dice Sofía riéndose – considerando el estado en el que estabas, así como no pues - a lo que frunzo el ceño, aun no puedo creer que pude salir tan ebrio.

- ¿Alguien me puede explicar que paso anoche? No me acuerdo de nada – menciono finalmente, ya que prefiero saber las burradas que hice.

Sofía

Entro a la cocina y veo a Elena hablando con Matías, definitivamente está fatal, se le ve espantoso, el cabello desordenado y su rostro cansado, todo su cuerpo reflejaba cansancio. La resaca está fuerte, a tal punto de llegar a pensar que su madre está gritando, casi muero de risa, es increíble, creí que quizá por la edad que tiene, posee una experiencia más grande con estos temas, pero no.

Mi momento ha llegado, cuando Matías pedía rogando, prácticamente, alguna explicación de lo que hizo mientras estaba ebrio, así que me ofrezco, quizá pueda divertirme un poco, exagerando algunas situaciones. Así que me dirijo hacia la sala, me siento en el sillón y lo espero, estoy lista para jugar un poquito con sus emociones.

- ¿Por dónde empezar? – mencionó con sarcasmo, como para sumar un poco de minutos para poder desarrollar las mentiras que le diré.

- Por el principio ¿Te parece? – dice Matías siguiéndome la cuerda del sarcasmo - y por favor habla más bajo, aun me duele demasiado la cabeza – se toca con las manos – y siento que gritas demasiado.