Chico conoce chica (BTS V)

Prólogo

"Una embarazada en la carretera"

—¡¡Yah idiota!! ¡¡Volveré a por ti!! —grité fuerte.

No se preocupen, no estaba peleando con nadie. Sólo le gritaba al maldito taxista quien rechazó a una chica embarazada en necesidad.

Y sí, soy esa chica embarazada.

¡Joder, me duele la barriga! Aish... ¿Voy a dar a luz? Aún me quedan dos meses... ¿Por qué me duele?

Tengo que parar un taxi pero ¡ya!

—¡Ajussi! —exclamé y no me hizo caso.

¡Estúpido conductor!

Pasó otro taxi y tampoco me hizo caso. ¡Arrg!

—¡Estúpidos! ¡Si no vais a parar, os obligaré a parar!

Como me dolía demasiado la barriga me vi obligada a lanzarme delante de un coche. Me paré delante de uno con ambas manos extendidas. Ya no me importa si no es un taxi.

—¡Quien seas ahí dentro, ayúdame por favor! —supliqué.

No salió, tampoco podía verle bien porque tenía los cristales polarizados.

—Por favor... seas quien seas... ayúdame... ¡me duele la barriga! —chillé.

Un segundo después bajó la ventana y se asomó.

—¡Yah! Sé que es lo que tramas. Me paras para que te deje subir, luego me vas a robar. ¡No soy tan estúpido como para caer en eso!

¡Pero que coño!

—¿Yo ladrona? Si quieres me desnudo aquí ahora mismo para que compruebes que estoy embarazada de verdad.

—¡Aish! ¡Si yo fuera tu mejor te qu-

No pudo seguir gritando porque los coches que están detrás de él empezaron a pitar.

—¡Eh pareja podéis parar de discutir en la carretera! ¡Estáis causando una conmoción! —gritó un hombre de unos cincuenta años.

Después se nos acerco un agente de tráfico.

—Señora, señor váyanse a casa y discutan ahí. Arréglense que vais a tener un hijo —dijo.

—¡¿Qué?! ¡Te equivocas! ¡Yo no-

El chico iba a hablar pero el agente de tráfico me jaló —Venga señora súbase —abrió la puerta del coche del chico y me hizo subir.

—Venga señor arranque.

—¡Aissh! —pegó el volante enfadado y empezó a conducir.

—¡Mejor que no hagas nada o te mandaré a la comisaría!

—¡Yah idiota! ¡No tengo fuerzas para discutir contigo! ¡No ves que me estoy muriendo de dolor!

—¡Solo cállate! —dijo y condujo en silencio. 

Le miré y dios, es un chico muy atractivo. Me quedé embobada mirándole cuando...

—¡Aaaaaaaaah! ¡Puta! ¡Duele! —grité de repente por el dolor.

—¡¿Ahora qué?!

—J-Juro... D-Duele...

—¿Eh? ¿Dónde quieres ir? ¿A dónde? —preguntó.

—Que tonto. Es una pena, guapo pero estúpido. Es que no ves que voy a parir. ¡¿Y me preguntas a dónde?! ¡A lo mejor quiero ir ahora en una discoteca y bailar! ¡Es obvio que al hospital! ¡¡Rápido!!