Capítulo 21. Amigo para toda la vida

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 Capítulo 21. Amigo para toda la vida
Hermione: POV

—¿Qué esta mal Hermione?— me pregunto Viktor mientras me llevaba a casa.
—Nada. Solo estoy cansada,— murmure mientras miraba por la ventana.
La verdad era que todo estaba mal. Estaba mal que quisiera ver al chico que se las ha arreglado para herir mis sentimiento. Estaba mal que si quisiera llamarlo y de hecho darle una oportunidad de explicar lo que fuera que quería explicarme. Estaba mal que me hiciera feliz- aunque no lo mostrara- que él me haya visitado en mi primer día en mi nuevo trabajo. Estaba mal que no pudiera disfrutar completamente el que mi mejor amigo, a quién no he visto en tres años, estaba de vuelta en la cuidad y de vuelta en mi vida.
Simplemente estaba mal.
Después de que Ronald se fue, Viktor actuó como si nada hubiera pasado. Él actuó como si casi no se hubiera involucrado en una pelea con otra persona, pero ese era Viktor. el se cepillaba los problemas de sus hombros y no pensaba mas de lo que debía sobre mierdas. Él no era como yo. Lo admiraba.
Había extrañado a Viktor.
Me dí cuenta de lo mucho que había extrañado, cuando espero a que terminara mi turno en la tienda Mclaggen sentándose en un banco por cuatro horas. El banco no estaba muy lejos de la caja registradora, así que nos las arreglamos para hablar... demasiado. Era lo que Cormac llamaba "temporada lenta" y difícilmente y tuvimos clientes. Viktor se paso la mayor parte del tiempo hablando sobre Bulgaria y acerca de algunos amigos que había hecho. Se las había arreglado para no meterse en problemas y aunque no era un buen estudiante, no había enojado a su padre ni una sola vez... bueno no tan seguido.
Viktor siempre había sido todo sonrisas y bromas, así que no me sorprendió que de hecho él y Cormac se llevaran bien. Parecía que habían sido amigos por años pero esa es solo la forma que es Viktor, siempre haciéndote sentir cómodo. De hecho ellos se pasaron la mayor parte del tiempo hablando acerca de deportes y- aunque no tenía ni idea de que demonios estaban hablando- me emociono ver a Viktor de regreso y hablando con mi disque jefe.
Realmente extrañe a Viktor.
Ya había dicho eso.
Aunque me las arregle para poder hablar con Viktor durante todo mi turno, al fondo de mi mente en todo lo que podía pensar era en Ronald. Podía ser una palabra que dijo Viktor. Podía ser la manera en que dijera algo o por el hecho de que usaba mucho la palabra "joder", realmente cualquier cosa me recordaba a él. Y lo odiaba por eso.
Seguía analizando las razones por las que debería o no debería llamarle. Seguía repitiendo sus voz en mi cabeza y no podía, por mi vida, deshacer, del dolor en mi pecho. Estaba tan confundida y enojada con él. No podía nombrar el maldito sentimiento golpeando en mi pecho.
—Ese idiota, Donald, esta totalmente caliente por ti.— dijo Viktor y yo jadee mientras lo miraba. Podía ver la sonrisilla en su rostro aún en la oscuridad de su auto. ¡Imbécil!
—¿Qué?
—A Donald, le gustas. Lo puedo deducir por la manera en la que quería patearme el trasero,— rió Viktor.
—Estas tan equivocado,— reí nerviosamente.
—¿Acerca de qué?
—Acerca de todo. Su nombre es Ronald, no Donald, y el no está "caliente" por mí. Estás loco.— me burle causando que él se riera mas.
—Herms, soy un chico.
—¿Y qué?
—¿y quuuuué?, sé cuando un chico tiene algo por una chica.
—Eso es un poco gay de tu parte,— bromee y Viktor se rio... de nuevo.
—Callate. Mira Donald tiene...
—¡Ronald!
—Ronald tiene todos los síntomas. Él tenía esa mirada en su rostro. Esa mirada... esa... tú... sabes,— dijo él rascándose la nuca.
—No, de hecho no. ¿Te importaría explicarme esa mirada por favor?
—Los ojos de cachorrito y la mirada esa de 'soy un jodido imbécil, pero por favorcito quiero besuquearme' contigo, — dijo Viktor y yo me reí.
—No puedo decir que conozco esa mirada, — dije con mucho sarcasmo.— Supongo que soy ciega. Eres ridículo Viktor, no vi eso.
—Porque no conoces a los chicos. Todos los chicos tiene los mismos códigos y actúan de la misma manera alrededor de una chica linda.
—¿Soy una chica linda?— pregunte batiendo mis pestañas lo que únicamente causo que se riera.
—Hermione si no fueras como mi hermana -y si no fuera raro- te cogería en un instante. ¡Eres una nena caliente! — dijo él. Saco su lengua, lamió sus dedos y me pego en el brazo haciendo un sonido asqueroso. Me reí de nuevo y golpee su grande y muscular brazo.
—Callate. Solo estas molestándome.
—Hermione no seas estúpida. Hasta Cormac babeaba. Te lo digo, traes loquitos a los chicos. La ultima vez que te vi, nunca habías tenido un novio.
—Aun no tengo,— dije avergonzada.
—¿Qué? Lo juro, la población masculina de Londres esta jodidamente estúpida.
—Eres dulce Viktor, — reí y lo bese en la mejilla. El olía como a colonia y a cigarros. — ¿Ahora fumas?
—Eh, no tanto. Mi papá casi me patea el trasero cuando se entero, pero esta enfermo. Así que no funciono y yo todavía fumo,— bromeo él y le pegue en el brazo de nuevo.
—No te burles de tu papá,— dije lo que causo que se riera mas.
Me dí cuenta de que Viktor no me estaba llevando a casa, cuando pasamos mi calle. No le pregunte ya que le solo meneo sus cejas cuando lo mire. Terminamos en el restauran local donde ordeno mis pancakes de arándano favoritos y un omelete para él.
—Sabes, son casi las 10 en punto y mañana tengo escuela,— dije metiendo un tenedor lleno de increiblesiosidad de pancakes a mi boca.
—Lo se. Yo también, pero conociéndote, no has venido aquí desde que me fui. El conejito del refugio debe tener sus pancakes de nuevo algún día,— dijo él mientras ponía una cantidad ridícula de salsa picante en su omelete.— Además, ha pasado un buen tiempo desde que he desayunado tan temprano,— bromeo él y yo sonreí.
Sonrió demasiado cuando estoy con él.
Comimos en silencio. Aunque habías estado lejos el uno del otro por muchos años, no se sentía como si hubiera pasado mucho tiempo cuando estábamos juntos. Era siempre cómodo y nunca había silencios tensos.
No me dí cuenta que lo realmente hambrienta que estaba hasta que mire mi plato vacío y mi vaso de naranja vacío. Viktor limpio su boca con una servilleta y eructo desagradable y sonoramente causándome reír mientras la mesera caminaba hacía nosotros exactamente al mismo tiempo. Él le sonrío tímidamente y después de que ella se fue, explotamos en risas de nuevo. Me sentía como una niña. Había extrañado ese sentimiento. Hablamos acerca de sus novias y como había perdido su virginidad con una chica de universidad. No le creí ni la mitad de las mierdas que decía acerca de lo que paso, pero si me hizo reír. Bromeaba constantemente, aun acerca de perder su virginidad. No había cambiado ni un poquito. Bueno ahora estaba mucho mas grande y su nivel de madures incremento un poco. En serio un poco. Aun así lo amaba.
Aún antes, cuando él estaba todavía alrededor y la vida era un infierno, Viktor siempre se las arreglaba para calentar mi fría vida e iluminar mis ojos. Se las arreglaba para hacerme olvidar acerca de las cosas y del tiempo.
Tiempo.
—¡Mierda!— dije y enterré mi cara en mis bolsillos.
—¿Qué? ¿Qué perdiste? — pregunto él.
—Um... necesito... ¿donde deje mi teléfono? ¿Lo lleve al trabajo? Mierda, — resople mientras buscaba ese maldito teléfono.
—¿Ahora tienes teléfono? ¿A quién necesitas llamar? Pensé que yo era todo lo que siempre habías querido,— bromeo él y yo rodé mis ojos.
—Viktor, no es tiempo para bromas. Necesito hallar ese teléfono.
—Bueno puedes usar el mío. — dijo él ofreciéndome su teléfono, pero solo lo empuje.
—No Viktor, esta bien. De todos modos no recuerdo el número. Esta guardado en mi teléfono. Creo que lo deje en mi mesita de noche. Solo no estoy acostumbrada a tener uno,— dije decepcionada.
—Bueno, esta bien, Herms. No te mates. Te llevare a casa y puedes llamar a Donald y explicarte.— lo fulmine con la mirada. — Relajate Hermione. ¿Cómo sea quién es él?
—Un chico,— murmure mirando a otro lado. Tenía miedo de que Viktor viera todo en mis ojos. De todos modos lo vio.
—Uh huh, y la mia es pequeña,— dijo él sarcásticamente y yo rodé mis ojos.
—¡Eww! — le tire una servilleta sucia y él la atrapo con su boca. —tú perro.
—¿Quien es Ronald? — no se estaba rindiendo.
—Creí que era mi amigo luego comenzó a actuar raro y no soporte sus mierdas. Ya he pasado por muchas mierdas. ¡Y a él no le importa ni una mierda!
—Deja de decir mierda, Herms.
—Está bien.
—¿Así que es un amigo?
—Si... o era al menos.
—No luce como el tipo de chico que quisiera ser tu amigo.
—¿Que carajos se supone que significa eso?— no pude controlar la ira en mi voz, pero Viktor solo sonrío.
—Quiero decir que el luce como el típico chico popular. Un completo imbécil.
—No es un imbécil. Si es popular, pero tú no lo conoces. Ellos no lo conocen.
—¿Y tú si? — me le quede viendo a Viktor quien esperaba por mi respuesta. Sonreí y asentí.
—Si. Hay mas en él y creo que hasta él no lo ve,—dije tristemente.— Prometí que lo llamaría.
—Estoy seguro que te perdonara y tú lo superaras,— dijo él y yo le sonreí.
Lo espero.
Viktor me llevo a casa y estaciono su auto en la entrada. Nos quedamos en su auto por un pequeño rato, solo escuchando la noche. Él no se atrevería poner música, por que probablemente estaba escuchando rap y él sabía lo mucho que odio esa mierda.*
Oye rimaste.*
Ugh, eres tú voz interior. Te odio.
—Hasta ahora no me había dado cuenta lo mucho que te extrañaba Herms. Ahora tienes que ir a tu habitación y yo tengo que regresar con los viejos amigos ya te extraño... de nuevo. —, dijo él y aun en la oscuridad pude ver su brillante sonrisa.
—Yo también te extraño, —dije y el tomo mi pálida mano en su gran, masculina y rojiza mano.
—Mi papá te extraña también . Deberías de venir y visitarlo. Estoy seguro de que eso lo haría muy feliz. Me haría muy feliz.— dijo él bajito. Yo me voltee.
—Yo um... uh...— tartamudee nerviosamente.
—Herms a ellos ya no les importa,— susurro él. —Ellos saben por que. Simplemente están enojados por que no dijiste nada ni los defendiste. Los policías probablemente todavía piensen que fueron ellos lo que te lastimaron pero como que saben por que. Ellos no te guardan rencor. Ellos también te extrañan.— dijo Viktor mientras yo contenía unas estúpidas lagrimas.
—¿Como te enteraste?— pregunte mi voz temblorosa por el dolor.
—Como que sospechaba que algo estaba mal. Me asuste. Así que amenace a Hannah con huir de casa y venir aquí para ver si estabas bien, ella me dijo todo. Ella me conto sobre la estancia en el hospital y sobre los policías haciendo preguntas. Ella lo descubrió y yo lo descubrí. ¿Por qué no me contaste sobre esto?
—Porque, ¿cuál era el punto? De todos modos te ibas a ir.
—Lo se, pero me hubiera quedado. Me hubiera quedado a protegerte.— esto había pasado de ser un dulce momento a una ácida y dolorosa discusión sobre mi pasado. Realmente no me gustaba que Jake supiera. Era vergonzoso. Sentía que lo había decepcionado. Siempre le había prometido que me protegería y hallaría una forma de irme, antes de que empeorara.
Nunca lo hice.
—Lo se y es por eso que nunca dije nada. Eras solo un niño. Necesitabas irte con tu papá-
—Pero tu eres mi mejor amiga... que se joda, eres familia. La familia se protege...
—Pero también lastiman.
—yo no lo hubiera permitido, — dijo él tristemente. —No puedo creer que el te lastimo tanto. ¡Ese maldito bastardo! Yo le hubiera molido el cráneo. Siempre lo he odiado. Lo odiaba por la mierda que te hacía.
—Pero ahora se ha ido.
—Si, pero no creas que se ha olvidado de ti o de Jane.
—Por favor Viktor, no hablemos de él ahora. Estoy tan feliz que estés aquí y no quiero arruinar la noche, —le rogué y el solo asintió. Enredo un brazo alrededor de mi espalda y me jalo hacia su pecho.
Esto no se sentía correcto. Estaba bien, por que era mi amigo y yo lo quería, pero simplemente no era la manera en que... él me hace sentir cuando me sostiene.
—Tienes razón, pero vamos, prométeme que al menos pensaras el ir a vernos.
—Nunca les agrade. Solamente era tu pálida amiga, — dije y el rio.
—Si les agradabas. La reservación es así por que eres un "demonio blanco", pero ellos te quieren,— dijo él y yo rodé mis ojos.
Me encamino a mi puerta y me dio un ultimo abrazo.
—Puedes quedarte. Mamá estaría feliz de verte de nuevo. Ahorita esta en el trabajo, pero estoy segura que regresara en unas cuantas horas,— sugerí.
—Herms, ya es muy tarde y tú tienes escuela. Ya le dije hola a tu mamá. Ve y descansa,— dijo él y me dio un ultimo abrazo de oso.
—Eres un fenómeno Krum. Un gran fenómeno,— dije en su pecho y su risa vibro en mi rostro.
Cerré la puerta detrás de mi después de que Viktor se fue y me encamine a mi habitación. Había sido un día largo. Nunca me había sentido tan cansada. No es como si fuera pesado trabajar trasteando un caja registradora, pero había estado parada por cinco horas seguidas.
Abrí la puerta y tome una fuerte respiro mientras entraba en mi habitación. Estaba muy oscuro así que me acerque al interruptor de la luz y lo sentí antes de verlo.
—¡Mierda!— grite mientras mis ojos hallaban a Ronald sentado en mi cama. Lucia tan cansado y triste, pero mas que nada, enojado.
—No llamaste,— dijo él bajito y se levanto. Por alguna razón causo que diera un paso lejos de él. Dolor paso por su rostro mientras lo hacia.
—¿Qué carajos estas haciendo aquí?
—Espere por tu llamada,— sorbió su nariz. —Pero nunca paso. Estaba demaciado preocupado. Comencé a pensar en todos estos jodidos escenarios involucrando a Hugo. Luego llego aquí y tú no estas aquí ¡y me encuentro con que estabas con el pendejo ese!— dijo él duramente y la ira en su rostro me asusto, me confundió. Rápidamente se dio cuenta de lo que me estaba haciendo y sacudió su cabeza. Paso sus manos por su desastroso cabello y tomo un tembloroso respiro.
—Lo siento Herms,— susurro él rotamente. —Yo solo... no he estado bien últimamente.— dijo él y se sentó de nuevo en mi cama. Me acerque unos cuantos pasos hacia él y él solo se quedo viendo al piso.
—Olvide mi teléfono y no pude recordar tu numero. Iba a llamarte, lo juro,— susurre e inmediatamente me sentí estúpida ya que yo debería ser la enojada con él.
Él también sabia eso.
—Esta bien. Es mi culpa,— suspiro él. Finalmente me miro y sonrió tristemente. —¿Él es tu mejor amigo?
—Sip.
—Hmm, no se porque pero eso me alegra por ti, pero al mismo tiempo me enojo con él.— le sonreí y me senté en la cama, lejos de él, pero todavía...
—¿Por qué estas aquí? — pregunte bajito y él no respondió ni me miro. Las sombras bajo sus ojos y la barba en su mandíbula lo hacían lucir mayor. El golpe en su ojo lucia peor y yo quería alcanzarlo y acariciarlo. Odiaba a Logan. —¿Por qué estas aquí, Ronald? — pregunte de nuevo.
—¿Recuerdas cuando me quede por primera vez? Después de que vi a tu padre golpearte,— aclaro su garganta.—¿Lo recuerdas?
—Si,— respondí no entendiendo a donde se dirigía con todo esto.
—Me he estado haciendo esa misma pregunta desde entonces. ¿Por que estoy aquí? Yo... —volteo su rostro hacia mí, sus ojos todavía no veían los miosy tomo mi mano en la suya. —Algo simplemente seguía jalándome a esta habitación y a ti. No sabia que era, pero lo deje. Tal vez trate de luchar unas veces. actué como un imbécil a propósito, solo para alejarme. Pero rayos no servía de nada. No recuerdo cuando paso, pero simplemente lo deje traerme a ti.—dijo él. Podía oír el nudo en su garganta y él trato de aclararlo.
Se acerco mas a mí y lentamente puso su rostro en mi cuello e inhalo. Lo deje. Quería que lo hiciera. Soy estúpida pero no podía hallar en mí el que me importara una mierda en este momento. Esto se siente tan bien. Se siente correcto.
Él suspiro y presiono su frente en mi hombro. Mis brazos hallaron su camino alrededor de su tembloroso cuerpo y él suspiro de nuevo. No se movió ni dijo nada y no me importo. Esto no iba a terminar bien y si podía extender lo bueno solo por unos cuantos segundos mas lo haría.
—Pensé que estaba tratando de protegerte. Creí que estaba salvándote y estaba tratando de hacer eso, pero... quería que tú me salvaras a mí. Ya se lo jodido o cursi que puede sonar, pero nunca me había sentido mas vivo hasta que me di cuenta que te necesito, te necesito Herms,— susurro la ultima parte y podía sentir las lagrimas corriendo por mis mejillas. No me había dado cuenta que estaba llorando como una idiota.
El beso mi hombro y beso mi cuello. Me estremecí por la calidez de sus suaves labios en mi piel. Él presiono sus labios en mi cuello de nuevo, esta ves quedándose un poco mas tiempo sobre mi piel. Jadee por lo bien que Sentía y pude sentir su sonrisa en mi cuello. Finalmente me miro a los ojos y presiono su nariz contra la mía. Su cálido aliento era intoxicante y perdí el aliento cuando el lamió sus labios. Sus labios se acercaron a los mios y quise alejarme.
—Por favor, perdoname Herms. No puedo seguir haciendo esto. Lo siento. Nunca te volveré a fallar. — su hermosa, desesperada respiración causaba que mi cabeza girara y me enojara al mismo tiempo.
¿En serio ha olvidado como ha actuado recientemente? ¿No sabia él, lo enojada que estaba?
Claro que lo sabe, es por eso que esta tratando de compensarte y tu estas cayendo.
¿En serio pensó que lo iba a superar tan fácilmente?
Estaba demasiado ocupada discutiendo con mi voz interior y distraída por la perfección que eran los labios de Ronald, que no lo note cerrando el espacio entre nosotros. Tomo mi labio inferior en su cálida boca y yo no tenía ni idea de que hacer. Nunca había besado a alguien en mi vida y quería besarlo de vuelta. Quería saber que sentía dejarse llevar.
Él succiono mi labio inferior ligeramente y gentilmente lo jalo hasta que se resbalo fuera de su boca. Gemí. No tenia ni idea de como había dejado que eso pasara, pero antes de que pudiera hacer algo mas, el había presionado firmemente sus labios en los míos.
Él me había lastimado.
Los mismos labios que besaron a Lavender...
Rápidamente me aleje y él lucía sorprendido. Quería gritarle, pero no me salia la voz. Se lanzo a mis labios de nuevo, pero me las arregle para reunir la suficiente fuerza para alejarme.
—No,— dije susurrando sin aliento.
—¿Por qué no?—pregunto él contra mis labios. Su cálido aliento golpeándome como droga.
—Por qué no quiero que te arrepientas luego. No seré capaz de soportarlo.
—¿Qué? Yo nunca podría...— la realización de lo que yo creía cruzó por sus ojos y removió su cara de la mía colocando sus manos sobre mis mejillas. —Herms, no me arrepiento de nada contigo. Si me arrepiento de comportarme como un pendejo antes de que te conociera y luego como me he portado recientemente. Ya se que lo arruine, pero me pasaría toda una vida tratando de compensártelo.— me sentí como si sus manos estuvieran quemando a través de mis mejillas.
—¿Y por qué harías eso?
—Porque,— dijo él haciendo círculos en mis mejillas con sus pulgares. —Porque te quiero. Soy un desastre sin ti. Ya te dije que te necesito y no te estoy diciendo mentiras. Se que probablemente ahora me odias y que la poca confianza que tenias en mi desapareció, pero te juro que jamas te decepcionare de nuevo.
Quite sus manos lejos de mi rostro y trate de alejarme de él, pero mi espalda termino contra la cabecera. Esto era demasiado. ¿Como es que me quería? No entendía esta necesidad que sentía por mí. ¿por que no podía simplemente dejarme en paz? ¿por que no podía simplemente dejar de confundirme?
—No tengo nada que darte. Además, pareces estar muy bien sin mi. Solo un una chica estúpida cualquiera. ¡Ya no tienes por que sentirte mal por mí! Eres libre de irte.
—¿Qué se supone que significa eso?— pregunto enojado.
—Dices que me necesitas, pero yo no tengo nada que ofrecerte. ¿Por qué me necesitas? ¿Por que alguien como tú necesitaría a alguien como yo? No lo entiendo. Simplemente no tiene nada de sentido para mí. — dije deseando no estar llorando en este momento, pero me rompí. Me había roto y él lo sabía. No era enteramente su culpa. Él me estaba pidiendo estar ahí para él. Pero era demasiado débil y el no era confiable. —¿Por qué me quieres?
—Por que, eres tú... siempre tú. Todo me decepciona. Mis padres verdaderos me fallaron. Mi nueva familia no entiende por que estoy tan enojado con el mundo. Ellos esperan que este feliz con ellos, pero no se dan cuenta que si los necesito. No quiero su lastima. Quiero que por una vez me escuchen. Todos ven algo negativo en mi y siempre esperan que joda todo, así que lo hago. Me decepciono a mi mismo una y otra vez. Y luego... y luego estas tú.— susurro él y una solitaria lagrima rodó por su mejilla derecha.
—Estoy yo antes de ti y todo lo demás que es malo y luego... y luego estas tú. No puedo dejarte ahora. Soy un jodido egoísta. Trate de no serlo y alejarme de ti, pero
termine jodiendo las cosas en lugar de arreglarlas. Se que te lastime, pero también quiero arreglar eso. Solo dejame. Dame una oportunidad. Haré lo que sea que quieras.
¿Qué es lo que quieres?— me rogo y sacudí las lagrimas de mis ojos. Él hizo los mismos con las suyas y se resbalo hasta el piso quedando de rodillas frente a mí.
—Por favor, solo dime lo que quieres. Dime lo que necesitas.
—Solo quiero a mi amigo de vuelta. — dije rota y el asintió. Podía decir que estaba decepcionado de mi respuesta, pero no estaba lista para lo que realmente quería él. Ni
siquiera podía creer que él me quisiera de ... esa manera. ¡Él me estaba besando!
—Eso también esta bien. Puedo ser eso. Puedo ser tu amigo y luego tal vez algún día, puedas verme como ...mierda um... como ya sabes...— el rasco su cabeza. —Si
pudieras verme como un novio o alguna mierda como esa. — no podía creer sus palabras y lo mire incrédulamente.
—¿Tú quieres ser mi que?
—Si, um...— me corto nerviosamente. No sabia si reírme de sus nervios o golpearlo por decir algo así de ridículo.
—Nunca he sido la novia de nadie y no se si seria bueno en ello. Solo soy una paranoica chica que no sabe mucho. Ni siquiera se como besar.
—Eso esta bien, yo puedo enseñarte. Yo también estoy jodido y soy paranoico. Ves, somos buenos juntos,— dijo él y no pude evitar sonreír.
—Ron, ni si quiera se si podemos ser conocidos. Un minuto estas besándote con Lavender y luego quieres ser mi...
—La odio. Me refiero a que ella no significa nada para mí. Solo lo hice para que pensaras lo peor de mí. Pero odie cada segundo de ese beso. Solamente quiero besarte a ti, — dijo él y se sentó de nuevo en mi cama. Acuno mis mejillas con sus manos y paso su pulgar por mi labio inferior. Me estremecí y renuentemente me aleje. Sus manos
cayeron en su regazo.
—Amigos— dije severamente.
—Si... también podemos ser eso,— dijo él sonando irritado y vencido.
—Pero las cosas no pueden volver a la normalidad. Las cosas cambiaron demasiado. Tú cambiaste...
—No, solo actué diferente por que era parte de mi plan estúpido para alejarme de ti para así no arruinarte.
—¿Arruinarme? Yo ya estoy...
—No, no lo estas. Tu eres la mejor persona que conozco. Nunca me sermoneas ni me juzgas. No dejas que nadie te destruya. Eres mas fuerte que la mayoría de las
personas que conozco. Mas fuerte que yo. Lamento haber besado Lavender.
—No veo por que tienes que disculparte. No es como si fuéramos algo fuera de las débiles paredes de amistad que construimos. — como que me arrepentí de haber dicho
esas cosas, debido a la mirada de dolor que golpeo el rostro de Ron.
—Lo se, pero te moleste. Me refiero a que si quería encabronarte, pero...
—¡Bueno lo lograste! Quería ... ugh quería golpearla y golpearte.
—Por favor,— se detuvo y lentamente me sonrió. —Estas celosa, — rio bajito.
—¡Oh callate! No te creas tanto. No estaba celosa. — dije irritada, aunque él estaba en lo cierto. Se rio de nuevo y le pegue en su brazo.
—Ouch,— se rio de nuevo.
—¡Lo que sea!
—Herms, lo siento. Lamento toda la mierda que hice. Por besar Lavender, casi patear el trasero de Viktor y por pelear con Logan y por asustarte, lo lamento. No sabes lo mucho que me odie a mi mismo por asustarte.
—¿Por qué te peleaste con él? Creí que eran amigos.
—Nunca he sido amigo de ese pendejo. El pensó que era mi amigo, pero yo solo he tenido un amigo en toda mi vida y ese eres tú.
—Eso es dulce y todo, pero no respondiste mi pregunta de por que te metiste en una pelea con él,— dije y él rodo sus ojos.
—Herms, si lo has notado tu pequeño cambio de look tiene a todos los imbéciles del la escuela peleando y babeando por ti. Él estaba diciendo unas mierdas acerca uh, um...
solo algo realmente irrespetuoso y cosas degradantes sobre ti.
—¿Peleaste por mi?
—Quería hacerlo. Necesitaba patear su trasero por las asquerosas mierdas que dijo de ti,— dijo él y podía decir que se estaba enojando de nuevo nada mas de pensarlo. —
Jamas dejare que nadie te diga de ese modo.
—Esta bien Ron, podemos ser amigos de nuevo.
—¿En serio? ¿Me perdonas?
—No lo se, no lo creo, pero tal vez con el tiempo. —él solo asintió. Sentía como si estuviera tomando lo que podía.
—Tenemos que asentar algunas reglas para nuestra amistad.—dije y él me cuestiono con sus ojos. —No mas peleas. Desde que hemos estado pasando tiempo juntos, te las
has arreglado para meterte en peleas dos veces. tienes que parar eso. — Él asintió. —No mas actuar como un pendejo si estas confundido y no te atrevas a tomas
decisiones por mí. Dejas de fingir que sabes lo que es bueno para mí. Ni siquiera mi padre sabia hacía eso. Así que deja de pensar que lo sabes todo. ¿Como carajos sabes
si yo te quiero cerca o no? — exclame y él se rio por mi irritación. —Y por ultimo... no puedes seguir colándote a mi habitación. — dije tristemente y su sonrisa se volvió un
ceño fruncido.
—¿Qué? ¿Por qué?— sonaba desesperado.
—Porque, solo causaría que perdiera lo que quiero. Yo caería por ti Ronald Weasley y no me puedo permitir eso. No ahora. No confió en ti. Necesitamos distancia.
Necesitamos actuar como amigos reales,— dije y él asintió débilmente. —Los amigos reales no se besan. No puedes quedarte aquí. No confío en mi misma y no confío en
que tu te guardes para ti mismo.
—Me merezco eso,— dijo tristemente y yo rodé mis ojos.
—Esto no es un castigo. Es una regla. Por alguna razón te quiero cerca, Ron. La vez que me besaste, termine perdiéndote. Prefiero tenerte lejos y como un amigo que
perderte de nuevo; para siempre.
—Pero eso es...— suspiro de frustración. — ¿Entonces como carajos se supone que debemos actuar?
—Puedes decirme hola en la escuela. Prestarme un lápiz cuando necesite uno, ayudarme con mi tarea cuando lo necesite o solo estar ahí cuando tenga un día malo.
Preguntarme que esta mal cuando luzca enojada y hacerme reír. Solo ser mi amigo.
—¿Podemos salir? Puedo llevarte a Oxford y comprarte cosas.
—Ron, no necesito que me compres nada.
—¿Todavía podemos salir? Fuera de tu habitación, obviamente.— pregunto él y yo sonreí por su persistencia.
—Seguro, ¿los amigos hacen eso, verdad?
—Si, todo el tiempo.
—Entonces supongo, seguro.
—Increíble— me reí de él. —¿Cuando? ¿A que hora? ¿Quieres ir este fin de semana?
Puedo...
—Tengo que trabajar y le prometí a Viktor que visitaría a su padre después.
—Oh,— dijo el mirando a otro lado para esconder su decepcionó. Soy una persona débil pero estaba determinada a mantener mi peso.
—Um, el domingo no trabajo, por que los Mclaggen no abren la tienda.— su cabeza se levanto.
—Si, puedo el domingo. ¿A donde quieres ir?
—A donde sea,— dije simplemente y asintió.
—Esta bien, destino donde sea, — dijo él y me dio una suave sonrisa. —¿Realmente me estas dando una oportunidad?
—No se por que pero, si, lo hago. Solo no me decepciones, ¿está bien?—
—Esta bien— susurro él.
—Deberías irte ahora. Es bastante tarde y necesito dormir.— Ron asintió. Se levanto y lo seguí hasta la ventana de mi balcón sintiéndome rara por que se estaba yendo muy temprano en la noche.
—¿Por que te vas a escondidas? Mi mamá ni siquiera esta aquí.
—Lo se, pero sera la ultima vez que lo haga. Una vez mas, solo por las memorias, — dijo él tristemente. No se porque me sentí decepcionada y melancólica por que él tenía
razón. —Tal vez algún día te pida entrar y tu me dejes — dijo sonriendo y yo lo mire mientras trepaba hacia abajo y caminaba dentro de la noche.
—Sip, justo asi. Quiero hacerlo. Quiero dejarte entrar. Tal vez algún día,— susurre dentro de mi ahora vacía habitación  



Dedicado a : 


Y Luego Estas Tu (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora