Capitulo 1

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Cabello largo y lacio hasta la cintura. Labios delicadamente pintados de un rosa casi invisible, pantalones negros ajustados, camiseta blanca con rayas de color azul y unas zapatillas azules. Lista para ir a clases. ¿Le gustará? ¿Se dará cuenta de que ya no es la niña de antes? ¿Pensará en algo más que en quitarle la mitad de su desayuno como siempre?
Desde que recuerda, el nunca lleva desayuno, lo compra en la cafetería y si no hay nada en el menú que le guste, le quita a ella su comida. Así funcionan las cosas con ellos. Ella da y el recibe, lo deduce mientras se mira por última vez en el espejo.


-Buen día.- dice alegremente al entrar en la cocina donde su familia toma el desayuno- Hoy no puedo tomar el desayuno, voy tarde.
-Son las seis y media. ¿Tarde para ser la que abra la escuela o qué?- pregunta Jose, su hermano mayor.- ¿O será que irás a desayunar a otro lado con tu noviecito?
-¿Cuál noviecito según tu?- dice mientras carga entre sus brazos a Adriano, su hermano menor.-
-Han sido amigos desde que lo recuerdo. Por favor... tiene que haber algo más- dice Jose enseñando toda la comida masticada dentro de su boca mientras habla- Ya no vengas con que el no te hace algo cuando están solos.
-Si, mira... me hace reír mientras imita tus gestos y tu forma patética de hablar- dijo la chica mientras le brindaba una sonrisa irónica- Adri, por favor no crezcas con éste animal como ejemplo. Y ten a una mejor amiga para que le calles la boca.

Dejó al pequeño Adriano en su sillita especial para desayunar. Le dio un beso en la mejilla a su padre y un abrazo a su madre. Se despidió de Jose con un golpe en su frente como ya era de costumbre, evadiendo el típico "Niñooooooos" de su madre.
Abrió la puerta del loft, y salió de ahí como huyendo de esa familia de anormales. Y si que lo eran. Su madre leía el periódico y su padre hacia el desayuno. Jose era un skate de imitación con su cabello negro despeinado y brillante. Lo único bueno de el, pues dentro de sus pensamientos no había nada brillante. Adriano, aún era un bebé... esperaba que el fuera el normal. Pues ella... ella era la que se aferraba a lo imposible siempre.
Subió la mirada al cerrar la puerta a sus espaldas y se topó con la mirada de Nicola. Su amigo incondicional. Le sonrió como respuesta a su mirada amigable y pícara que siempre le brindaba. Si fuera un chica del montón pensaría que esa sonrisa y esa mirada son seductoras... pero ya es natural en el. No se sorprende, aunque debe admitir que ama cuando él la mira así.


-¿Lista?-le pregunta Nicola mientras se acerca a ella-
-Claro. - responde ella evitando mirarlo a los ojos. Si lo ve... se pierde en ellos- ¿A dónde iremos?
-A nuestro lugar favorito.- dijo el mientras la invitaba a seguirle el paso. Llamaron al ascensor, entraron y como siempre, Martin, el encargado de éste, lo estaba operando y les saludó a ambos.
-¡Hola, muy buen día jóvenes!- dijo mientras apretaba el botón usual para ellos. El "0"- ¿Listos para un nuevo día del saber?
-Vaya, muy poético Martin.- dijo Nicola mientras abrazaba por los hombros a Angie- ¿Al fin entrarás al concurso?
-Eso no es para mí.- dijo sin dejar de sonreír. En verdad le gustaba hablar sobre él mismo entre "viajes"- Déjalo a jovencitos como tú que todavía tienen imaginación de sobra.
-Piénsalo. Podría irte bien- dijo la chica quitando bruscamente el brazo de Nicola de su hombro, y este soltó una carcajada-

El recorrido en ascensor terminó y ambos salieron despidiéndose de Martin, quien secretamente ama a esa "pareja" de chicos. Ella algo tímida y el todo enamorado mirándola, abrazándola y jugueteando con ella. Le recuerda a un par de viejos amigos que se amaban y se terminaron odiando. Su querida Marie y él mismo. Da un suspiro largo y presiona el botón que hace desaparecer a la pareja con una barda de hierro.


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La radio encendida a un volumen algo fuerte, hacía el ambiente en el auto de Nicola. Complicated de Avril Lavigne inundaba el ambiente y la risa de Angie lo hacía todo más divertido. Era contagiosa.
Al fin aparcaron en el estacionamiento de "Buffet's" y salieron con rapidez. Prácticamente corrieron por esos panqueques que tanto adoran y los bañaron con mermelada de fresa. Ella con su jugo de manzana favorito y el con su café americano. Para verse grande, según el.


-Rafael me dijo que Francesca quiere hablarme- dijo el emocionado terminando su café- ¿Qué piensas tu?
-Ya sabes lo que pienso- dijo la chica picoteando el último pedazo de pan de su plato- Ella no te merece. Es decir... tú necesitas a alguien que te entienda, no como ella que solo habla de zapatos.
-Tal vez yo quiera hablar de zapatos- dijo él con una sonrisa divertida-
-Nicola...- lo miró ella intentando ocultar su preocupación y tristeza- Piensa las cosas antes de hacerlas.
-Lo haré hermanita.- dijo el levantándose de su lugar y dejando el dinero exacto en la mesa- Ahora si me permite la señorita... la escoltaré hasta su lugar de estudios.


Cuenta Angie
Miré su mano extendida en frente de mí y pensé ¿Esto es verdad? ¿Él está ofreciéndose a ir conmigo hasta el auto de la mano? Mi mano tembló por un segundo, dudé y toqué la piel de su mano. Al fin sentía esta sensación que siempre soñé. Es igual a como lo sueño. Nuestras manos entrelazadas. Estoy temblando y no importa. Él sonríe feliz y es lo que me interesa, dirijo la vista hacia la puerta y el de pronto suelta mi mano bruscamente. ¿Qué paso?


The Story Of Us ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora