-Vamos que llegamos tarde -me dice Ana cogiéndome de la muñeca.
Estamos en la entrada del cine y yo como no voy a mi bola. Mirando todo y entreteniendome en lo mas mínimo. A las 10 empieza la película y quedan 5 minutos para sacar las entradas.
Empezamos a correr como dos imbéciles y aunque la gente nos mira raro, nos da igual. Siempre hacemos lo que queremos y donde queremos.
Llegamos hiper ventilando a las taquillas y a penas podemos hablarle a la mujer. Nos reímos de la nada y no podemos parar. Por estos momentos es única.
La mujer tose para llamar nuestra atención y en seguida nos ponemos serias. Sacamos las entradas para ciudades de papel y nos vamos a la sala.Hay muchísima gente, todos sentados y como no nosotras llegando tarde. Nos sentamos en nuestras butacas y empieza la película.
De vez en cuando hacemos algúna que otra broma, pero la mayor parte del tiempo estoy callada porque llevaba mucho queriendo verla.-¿Donde quieres ir a cenar? -me dice Ana en cuanto salimos de la sala.
+¿De verdad lo preguntas? Burguer. - le contesto rodando los ojos.
Siempre que venimos al cine cenamos ahí, es un tópico ya. Mas que nada porque esta en el mismo centro comercial y nos encanta a las dos.
Echamos un vistazo para ver si hay sitios y en seguida veo una cara familiar. Es él.. Joder.
Quiero que me trague la tierra.
-Mar, te estoy hablando. - me dice sacándome de mis cavilaciones.
+Ah si..
-Tía, ¿que pasa? Parece que has visto a un fantasma.
+Mas o menos, mira allí..al fondo. Es Blas.
Corriendo mira y se le queda la boca abierta.
-¿Quieres que nos vayamos? A mi no me importa.
+No, no pasa nada..- le digo quitándole importancia.
Quiero quedarme, pero a la vez quiero salir corriendo y no ver su cara más. Pero opto por la primera opción.En menos de un minuto noto como se ha percatado de mi presencia y no me quita la vista de encima. No se si me gusta o me molesta, pero no puedo mover ni un músculo de mi cuerpo.
Pedimos nuestra comida y nos sentamos en una mesa bien lejos de la suya.
-No teníamos por qué quedarnos, te vas a atragantar con la comida por el simple hecho de irte ya de aquí. Tranquila.
+Dejemos de hablar de él por favor, ahora vengo. Voy al baño. No me toques mis patatas eh. - le digo riendo.Entro deprisa al baño de chicas y me mojo un poco la nuca. No me encuentro bien. Tengo un calor exagerado y no puedo con esto. No se por qué este chico tiene este efecto en mi, pero me enferma y me pone feliz a la vez. Joder.
+Hola preciosa. - su voz dulce suena a mis espaldas haciendo que un escalofrío me recorra la espina dorsal.
Me giro y sus ojos se encuentran con los mios. Aparto la mirada y acorta la distancia que hay entre nosotros.
-Blas para, no se que haces aquí. El baño de los chicos está al otro lado. - sueno mas borde de lo que pretendo.
+ ¿Si? Oh..Tal vez me he equivocado aposta. - me dice apartando un mechón de mi cara.
Voy retrocediendo para atrás hasta chocarme con la pared. A él parece no importarle, ya que se pega mas aún y me mira directamente a los ojos.
+ ¿Has vuelto con Álvaro verdad?
-Eso no te incumbe. - le digo en un susurro.
+ Los dos sabemos que nos morimos por besarnos, y por sentirnos. Y por ser lo que nunca serás con Álvaro. Una pena que no te des cuenta. - me suelta.
Se acerca aún mas a mis labios, pero se para. Quiero que siga, y quiero que se vaya. Quiero que me bese, y quiero darle una ostia. Sin embargo, no pasa ninguna de esas cosas.
Posa un beso en mi mejilla y se gira sobre sus talones para irse.
El alivio me invade soltando el aire que he retenido desde el momento uno en que lo ví. No se que me pasa con él, no soy dueña de mi. Pienso en Álvaro y me siento culpable por esto. Pero es que con Blas es distinto, me cambia totalmente.
Decido salir del baño y encontrarme con Ana. Echo un vistazo al local y no hay ni rastro de Blas. Se ha ido.
Seguimos comiendo, yo sumida en mis pensamientos y Ana sin parar de hablar. Odio cuando la gente no escucha a alguien, pero ahora mismo no puedo.Nada mas terminar Ana y yo cogemos el bus para nuestro barrio.
-Podrías sacarte ya el carnet, chica. - le digo dándole un empujón.
+Calla, sabes que estoy en ello. Unos meses y podemos ir donde queramos. - me dice haciendo un gesto con el brazo y con tono de victoria.
Reímos y seguimos hablando de nuestras cosas hasta que llegamos a mi casa.
-¿No entras? - le digo haciendo un puchero.
+No, mi madre estará esperándome. Mañana hablamos. - me da un abrazo y sigue recto.
Entro en mi casa y tras contarle a mi madre lo que hemos hecho subo a mi cuarto a cambiarme. Me tiro encima de la cama y mi cabeza no para de dar vueltas. Me obligo a dejar de hacerlo, pero no puedo. No es tan fácil.
Mi móvil suena y veo que es David. Una felicidad inmensa aparece en mi rostro y corro a cogerlo.
-Hola mi niñooo - le digo casi gritando.
+Hola cariño - me responde con la misma emoción - te echo de menos. Quiero verte, ya.
Entre unas cosas y otras no he tenido tiempo para mis amigos. Ana, David, el grupo, para nadie..Y es algo que tengo que cambiar.
-Mañana nos podemos ver, tengo el día libre.
+ Tu y tus manías de quedar conmigo siempre los domingos. Pero todo sea por verte anda. A la 12 voy por ti y comemos juntos. Que tienes que contarme muchas cosas. - me dice intentando parecer enfadado.
Se a lo que se refiere y me sale una sonrisa al acordarme de Álvaro. Si él supiera.
-Vendrás con tu porsche ¿no? - le digo soltando una risa.
+Hmm..Solo porque eres tú. Ja. Un beso pequeña, mañana nos vemos. Ya me muero de ganas.
-Y yo también, un beso mi niño.
Cuelgo y siento que ahora todo es un poco menos mierda. David siempre me hace sentir mejor, no se como lo hace, pero solo con su voz me calma.
Miro mis mensajes y a parte de nuestro grupo, tengo uno de Álvaro.
*Llevo una tarde sin verte y parece una eternidad. Buenas noches, descansa bonita.*
Me sale una sonrisa tonta y hasta se me saltan las lágrimas. Pero no dejo que salgan. Esto es algo bueno. No tengo por qué llorar. Pero tengo miedo, otra vez. Miedo de que esto salga mal y sea de verdad el fin de todo. Miedo por como reacciono con Blas, para qué mentir. Y miedo de no ser suficiente para Álvaro, de que se de cuenta de que no le gusto tanto como él piensa. O de que se de cuenta de lo difícil que soy para abrirme y ser yo. De toda mi mierda y mis inseguridades.
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Un agridulce dolor -Álvaro Gango-
FanfictionLas casualidades no existen. Todo está escrito en las nubes y en las estrellas con tinta invisible. Que las personas van mezclándose en las páginas de las historias de otras personas. Ellos se hacen y el destino los junta. Es una bonita manera de ha...