Capítulo 22°

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-¿Sam?¿Samuel?¿dónde estas...?- La puerta que teníamos en las escaleras, estaba abierta. Bajo las escaleras dejando a los demás dentro del apartamento.
-¿Sam estás ahí?-Una sombra proveniente del piso de abajo se mueve con gran cautela entre las sombras.
-Vete de aquí Ady.- Susurra Samuel precavidamente.
-¿Qué estas diciendo?-
-¡Estan aquí, vete!-
-¿Cómo?- Sin darme cuenta, una decena de personas encapuchadas me rodean en cuestión de segundos. No son ángeles, por lo que tengo que tener cuidado al utilizar mi fuerza sobrehumana, mi buena audición y olfato.
-¿Es un ángel?- Responde una voz femenina encapuchada.-
-No.-
-No te confíes Marie, los ángeles saben cómo esconder sus alas.-
-¿Brujería?-
-Más o menos...-
-¿Quienes sois?-Responde una voz seca.
-Me parece que debería ser yo la que os pregunte lo mismo.- Las personas a mi alrededor se quitan la túnica negra que cubre sus cuerpos, rebelando a unas mujeres de gran belleza.
-Me llamo Alice.-Aclaré sin pensar. Samuel me hecha una mirada furtiva.
-"cuando te diga, sal a o correr y busca a los otros. No os preocupeis por mí, os encontraré." No pensaba dejarle solo aquí, de ninguna manera iba a dejar que Samuel se quedara con esas arpias.
-Bonito nombre. Y dime Alice...¿qué hacíais tú y tu amigo en territorio de ángeles.-
-Busco a mis padres...-
-Vaya... pues me parece que no quiero creerte.-
-Por favor, dejarla marchar. Tiene que encontrar a sus padres antes de que sea demasiado tarde, me quedaré aquí en su lugar. -Ojalá fuera tan fácil guapeton, pero contigo ya pensabamos quedarnos. Si tu amiga pasa nuestra prueba, quedará libre, sino, sabremos que es un ángel y la mataremos.-En ese instante un sentimiento de celos se apoderó de todo mi cuerpo.
-¿Por qué no os dejáis de jueguecitos del patio del colegio?¡¡matarme directamente hombre!!. Empiezo a sopesar que ha sido una mala idea. Su lider hace un gesto y las mujeres con túnicas nos sujetan y nos arrastran fuera de los apartamentos.
-"¿tenias que liarla nada mas llegar? Te dije que escaparas."
-"esto no habría pasado si no me amenazaran con quitarme lo que es mio."
-"¿celosa?"-Dice con una sonrisa alta.
-"puede..." Con una dulce mueca le devolví la mirada. Tenemos un plan. Solo espero que nada estropee nuestro intento se escape. Estábamos en la calle, todo seguía silencioso y oscuro.
-¿Aquí?-Dije con una mueca. Seguía rodeada por mujeres, y yo en el centro con su supuesta lider. La miro de arriba a abajo y empezé a tener curiosidad por su nombre, se parece a alguien a quien odio.-¿cómo te llamas?-
-Groria Pharner¿por qué quieres saberlo?- En ese instante recordé a Annie... ¡Eso es! Annie tenia una hermana mayor, al comenzar el curso, esta les abandonó a ella y a su padre. Desde entonces Annie se la tenía jurada a mi familia y a día de hoy sigo sin saber el por qué. Tiene que ser ella...
-¿Por casualidad eres...la hermana de Annie Pharner?-Dije dubitativa.
-A-annie...¿cómo lo sabes?.-
-Era su compañera de clase...- En ese momento comprendí por su mirada que este era el toque de confianza que nos salvaria.
-¿Y qué hacéis andando por aquí solos?Estais expuestos a innumerables peligros.
-No estamos solos...-Contesta Samuel.
-¿Cuántos?-
-Cuatro chicos más.
-De acuerdo, os acompañaremos.
-No hace falta. No necesitamos ayuda.
-La necesitareis. Además, yo también estoy buscando a mi hermana.
-"Estupendo. Lo que necesitabamos. Que la hermana psicópata de Annie nos acompañe hasta Cleveland con su séquito de encapuchadas." Le repliqué a Samuel.
-"Tendremos que aguantarlas el mayor tiempo posible. Podemos utilizarlas para conseguir lo que queramos ¿recuerdas? Somos poderosos. Solo tenemos que hacer que piensen que no somos nada."
-"De acueerdo." Llevamos al grupo a lo alto de los apartamentos. Nos encontramos en el frente que hicimos en el rellano de la última planta.
-¿Estan aquí?-
-Sí.-Le hago un gesto a Samuel y este abre un agujero para que pudiéramos pasar.
Una vez dentro, abro la puerta de nuestro apartamento. No puedo ver nada, todo está muy silencioso y hay una oscuridad que pone los pelos de punta. Debo decir que me encanta. Noto el miedo de algunas de las mujeres. Cómo su adrenalina comienza a producir grandes emanaciones de nervios.
Puedo escuchar la aceleración de cada uno de sus latidos, la respiración entre cortada y las gotas de sudor que derraman por sus débiles frentes. Me dan ganas de...matarlas a todas... pero una mano se posa en mí y acaricia mi hombro, provocando que desvanezcan mis ganas de matar.
-Gracias...-Mis ojos se elevan calcando una bella sonrisa.- No sé cómo lo haces.-
-Fácil, te derrites en cuanto te toco.-
-Ja, ¿desde cuando?-
-Desde la primera vez que te toqué(?)-
-Perdonad, si podéis dejar los cariñitos para más tarde...
-Claro claro.- De pronto se escuchan pasos dentro del pasillo. Cuatro sombras se mueven impacientemente pero no me doy cuenta de que esa impaciencia se multiplica por mil y hechan a correr hacia nosotros con instrumentos punzantes en la mano. Con gritos de guerra a lo largo del pasillo. Ibamos a ser embestidos...

Soy un Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora