Keep you ; kellin quinn [iych #1.5]

II

Hola polluelas de mi corazón, tal vez se habrán dado cuenta de que cambié el nombre de la novela a "Keep you", y que es de la saga: #iych 1,5. Explicaré esto de la siguiente manera, ésta es la segunda parte de la historia de Kellin&Megan, pero #iych 2, es la historia de Vic y su chica ¿entienden? Es decir, esto es como un bonus track de if you can't hang, porque muchas lectoras me han dicho que sería genial si hiciese un libro solo para Victorcito. Así que con esto dicho y las disculpas correspondientes por retrasarme en subir el capítulo ii, les dejo caer esto por aquí porque ¡es sábado de flojera y diversión! Lean, disfruten y voten. :) -y comenten, duh-

Katu.

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"Las historias que no sé cómo explicar están escritas en los muros los colores que no puedo cambiar. Liberé mi corazón, pero él se quedó aquí en su jaula."

: : C A P Í T U L O   D O S | El lindo Code robó su cerebro

Entrada de caferetía Muss's cream.

(Megan)

Ocurrió algo realmente loco esta tarde que me hizo replantearme mi coeficiente intelectual, quiero decir que estoy plenamente segura que cuando algún profesor me sacaba una calificación sobresaliente no lo hacía con la misma dedicación que con los otros estudiantes.

No sé si fue mi forma de retorcerme en el suelo o mi falta total de delicadeza al presionar mis rodillas juntas. Pero cuando perdí el equilibrio y caí de bruces, con mi trasero besando el suelo tendí a preguntarme si en realidad mi índice de inteligencia es más alto que el de un simio bebé.

Uh, yo no lo creo.

La parte inferior de mi cuerpo dolía como el demonio porque al parecer mi piel no era la mayor fan de piedras y pavimento duro.

Val miró en mi dirección. Sus ojos abiertos como platos, horrorizados. Parecía preocupada por lo que podría haberle causado ese golpe a mi...

- ¡Megan! - exclamó, su boca formando una "o" perfecta -. ¡No hagas el ridículo ahora, por favor! - su susurro frenético asesinó a sangre fría todos los instintos de cariño que nacieron de mí para la que presuntamente era mi mejor amiga.

- ¡Estoy bien, gracias por preguntar! - gruñí, sacudiendo mi pantalones después de levantarme.

Sin ayuda.

Del frío piso de la vergüenza.

¡Qué bueno es tener amigas!

- Shhh - silenció un segundo antes de escabullirse como una lombriz detrás de un arbusto. Sus intensos ojos castaños clavados en el otro extremo de la calle. Estaba más emocionada que yo... y eso que los lazos de sangre corrían por mis venas, no por las suyas. Dulce bebé Jesús, lo que los chismen le causan a la gente -. Oh Dios, oh Dios, OHMIDIOS - dijo moviendo sus manos con muy poca gracia -. ¡Está ahí! ¡Están ahí! ¡Y él es tan caliente!

Rodé los ojos. Uh, sí, Val. No es que tengas novio, ni nada, así que estoy muy feliz con tu diarrea verbal acerca del chico con el que mi tía se revuelca en mi habitación.

Un escalofrío se propagó por mi columna vertebral. Bien, hora de borrar esa parte de la información.

No era necesario recordar tampoco que mi inocentes manos tocaron la tela que horas antes envolvía su... cosa. Wow, eso sonó tan raro.