Capítulo 6

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Al finalizar con lo que había escrito, me quedo un momento preguntándome a mí misma, si ¿A caso estar con Alex, me hace feliz? .... Pierdo la noción del tiempo mientras intento buscar una respuesta concreta en mi cabeza, pero solo me pierdo cada vez más.

En un momento inesperado, recibo una llamada, pero no logro reconocer el número. De igual forma, contesto:

-¿Hola?

-¿Dar?, si, puedo reconocer tu voz. ¿Cómo estás?

-Bien ¿Tú eres?

-Soy Jeremy! Estoy acá en la ciudad, y hace mucho no te veo.

-Oh! Que bien. Disculpa, es que no tenía tu numero guardado. Que bien que estés aquí.

-Si. Me gustaría que nos viéramos. ¿Puedes?

-Claro que sí. Pasado mañana estoy libre de la universidad y del trabajo. Tú dime la hora y nos vemos.

-Seguro. ¿A las 3?

-Está bien.. Aquí te espero.

Fin de la llamada...

Jeremy es un compañero de estudio, desde la primaria y la mitad de la secundaria (muy lindo, por cierto), que siempre estuvo interesado en mí, aunque yo no lo veía así, más bien, cuando yo veía que coqueteaba conmigo, pensaba que era en broma; aun lo considero así, aunque Max siempre me decía que era todo lo contrario.

Casi no he vuelto a ver a mis compañeros de secundaria y como no fui muy simpática que digamos, dudo que quieran buscarme o saber si existo.

Estos días he estado trabajando en un café, ayudando a Daniel. No es que necesite mucho el dinero, pero en casa no me he sentido muy bien, y como casi salgo de vacaciones de la universidad, pues me servirá bastante tener algo en que ocupar la mente.

Decido vestirme con unos jeans cómodos, y en el café me han dado una camiseta con el logo del local, así que solo debo amarrar mi pelo en alguna coleta; busco en mi closet unas vans negras y listo. No suelo usar mucho maquillaje, pues aún no he encontrado uno que no me de alergia. Todo conspira en mi contra para que luzca menos femenina. ¡Estupendo!....

Daniel pasa por mi, y nos vamos. Al menos el trabajo es en la tarde, y cuando llegue a casa, me imagino que todos estarán dormidos.

-Hola Dan!... ¿Qué tal todo?

-Bien Dar. ¿Tu?

-Bien... Anoche estuve hablando con un antiguo compañero de estudio.

-¿Te gusta?

-No!... No sé, hace tiempo no lo veo. –ambos reímos –

-¿Quién como tu Dar?...

-Dudo que haya alguien igual. Como sea, ¿Pagaran bien en esto? Porque no me imagino siendo amable con las personas si no voy a recibir buen dinero, o al menos, propina.

- Te va gustar. Ya verás.

-Eso espero Dani...

-¿Le has avisado a Mónica?

-No. Se supone que tú lo harías.

-Ya sé, pero lo he olvidado.

-No importa. Ya le dejare un mensaje en su Whatsapp.

-Bien, llegamos!

-Pues, que inicie la función.

Esto de ser estudiante de Ingeniería y trabajar en un Café, no es que tenga mucho en común, pero al menos por hoy me he sentido cómoda. Y tengo mi mente enfocada en otra cosa que no es Alex, ni los dolores de cabeza que tengo frecuentemente.

No te enamores de mi, te haré daño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora