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                                SEBASTIÁN

Tengo dando vueltas en mi mente lo que ha ocurrido esta mañana, no entiendo por que me lo han enviado a mi. Debería informar a sus familiares o a la policía, pero algo me dice que eso sería un grave error y soy de las personas que confían en su instinto.

Todos están buscando el motivo de por qué Leila se suicido y yo lo tengo en mis manos, pero no puedo hacer nada.

Todavía la recuerdo, Leila solía ir a la empresa de vez en cuando, siempre parecia tan alegre y entusiasta.
Nuestras pequeñas charlas siempre fueron amistosas, no diria que eramos íntimos, pero era la hija del jefe y se hacia querer.

Es casi irreal lo que me esta pasando, no logro dimensionar o entender por qué yo y mucho menos me atrevo a leer nada de lo que contiene la caja que me llego. Decidir algo ahora esta fuera de mi alcance, mi boda es mañana y simplemente no puedo lidiar con esto en este momento.

***

Faltan unas horas para la boda y sigo sentado en el sofá de mi casa, pensando y analizando la misteriosa caja.

Acaso Leila había decidido enviar esto antes de morir, pero ¿por qué a mi? Todo es tan misterioso y raro, me cuesta entender. Sin mencionar el extraño mensaje de la caja:

"No se lo digas a nadie, él puede oírte"

¿Él? Siento que esto es peligroso, pero no de la clase de peligro al que estamos acostumbrados, si no uno desconocido, denso y diría que hasta de ultratumba .

No me he atrevido a leer aun, ninguno de los diarios que están en la caja y es que siento, que estaría rompiendo la privacidad de Leila. Pero si no los leo, no entenderé absolutamente nada.

Ojeo dos o tres veces, decido agarrar uno de los diarios:

"He experimentado un extraño miedo hoy, estaba en el jardín de mi casa leyendo mi libro favorito y de la nada un miedo recorrió mi cuerpo, impidiendo que levantara la mirada . Sentía que si lo hacia, iba a arrepentirme".

Debajo de esas palabras, habían dibujos de caras y su nombre. 
Hay cierta extrañesa en leer palabras de alguien que ya no esta, casi como si rompieras una ventana en su vida, husmeando cada rincon.

Regrese de mis pensamientos y gire la hoja para seguir leyendo;

"No entiendo que me pasa últimamente, vivo experimentado esa sensación pero no se donde viene. Solo esta ahí de vez en cuando y me paraliza. Debería dejar las drogas, bueno en realidad no las uso, es solo una forma de decir".

Sus palabras son tan confusas, me dejan pensando si realmente quiero saber que paso. Me mata la curiosidad, pero siento que algo va a pasar y tengo que parar porque en solo un par de horas, estaré camino al altar.

***

Mi prometida y futura esposa, Sophia, me recuerda que su hermano viene por mi. Mark es mi mejor amigo de toda la vida y mi padrino de bodas, tuvimos el camino difícil ya que no le fascino la idea de su hermana y yo.

Tomo fuerzas y me levanto, abro mi armario y cuelgo en la puerta mi traje. Una ducha bien fría, antes de vestirme y quizas asi relaje mis nervios.

Escucho el timbre y se que es Mark. Me lío rápido la toalla y me dirijo a abrirle, cuando abro, él me queda viendo raro.

-¿Qué haces así todavía? -me pregunta, viendo que aun no estaba listo

-¡En mi defensa, no he dormido nada! - Le contesto

No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora