10. Tenemos una cita

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Narra Daniel

Estoy tumbado boca arriba en mi cama sin poder conciliar el sueño. Lo que ha pasado hoy con Adriana la ha dejado muy hecha polvo. A pesar de lo que ella quiere hacer creer, es una chica muy sensible y me preocupa que le puedan hacer daño. Ella es especial, lo sé, el problema es que no lo sabe y me temo que nunca nadie se lo ha dicho. He de admitir que la idea de que nunca nadie le haya hecho ver lo única que es me horroriza, así que me levanto de un salto y me dirijo hacia su habitación.

Llamo a la puerta pero no responde nadie. Tampoco se escucha ningún ruido al otro lado de la puerta, así que decido entrar por si se le ha ocurrido hacer alguna locura.

Al pasar lo primero que veo es oscuridad, no logro distinguir nada más que los pequeños rayos de la luz de la luna que se filtran en la persiana y se proyectan en el suelo, así que intento avanzar hasta la cama tanteando.

— ¡JODER!- grito cuando choco inesperadamente contra la pata de la cama, me tropiezo y caigo de pleno en el colchón — Tú siempre tan torpe — me digo a mí mismo.

— No quiero interrumpir tu tan interesante conversación contigo mismo, ¿pero podrías quitarte de encima idiota? — dice una voz proveniente de debajo mía. Por un momento noto su aliento en mi oreja y no recuerdo qué hago exactamente aquí — ¿A qué esperas?

— Lo siento, lo siento — digo levantándome algo aturdido — ¿me haces un hueco a tu lado?

— ¿Y qué quieres hacer tumbado en mi cama? — apuesto que tiene su típica sonrisa pervertida plasmada en la cara.

-Violarte, no te jode.-respondo con un tonto sarcástico evidente.

-Ya te gustaría-noto su mano en mi pierna tirando hacia ella, al ver que no respondo habla- ¿te vas a quedar ahí o vas a tumbarte?

-Sí claro, ya voy - me tumbo a su lado ni muy cerca ni muy lejos de ella. Ninguno de los dos habla, pero no es un silencio incómodo, es algo bonito poder...

-(jrrr) *ronquido*- Retiro lo dicho... se me ha quedado dormida aquí al lado. Me quedo unos minutos pensando en la brusquedad con la que ha entrado en mi vida familiar y en cómo se ha apoderado de todos mis pensamientos, mi mano me pica, necesito acariciarla y decirle que todo va a estar bien, pero hasta yo sé que no puedo hacer eso, así que me levanto como puedo, intentando no despertarla y me voy, ya hablaré con ella en otro momento.

Narra Adriana

Noto como Daniel se levanta y puedo respirar por fin tranquila. Me estaba haciendo la dormida porque sé que venía a hablar de lo que ha pasado esta esta tarde y no me apetece nada. Es más, no quiero ni que me lo mencionen, hasta me están entrando ganas de ir al baño a vomitar solo de pensarlo.

De Paula no he vuelto a saber nada, no ha aclarado lo sucedido y mucho menos se ha disculpado.

-(Ding)- mi móvil suena debajo de mi almohada, y yo con la esperanza de que sea Paula lo cojo, abro corriendo el whatsapp e ignoro el dolor en los ojos que me supone el brillo de la pantalla, ya que estoy completamente a oscuras en la habitación. Pero mis esperanzas se desvanecen al ver que es Gabriel el que me ha mandado el mensaje. No puedo evitar que mi mente viaje al momento en el que Elisa estaba encima de él. Me digo a mí misma que el pasado es pasado y que debo superarlo, pero simplemente no puedo olvidar algo así, por lo que decido ignorar el mensaje y dormir.

Me despierto cuando escucho voces en el piso de abajo, ni un domingo por la mañana se pueden estar callados. Salgo de mi habitación para bajar a desayunar y en ese momento sale un Daniel despeinado y con una cara de dormido que si le hiciera una foto se podría considerar arte abstracto.

— Contigo quería yo hablar. — Me dice Daniel cuando nuestros ojos se encuentran. Sus ojos tan azules me hacen perderme y dejar de escuchar lo que me dice. — ¿Y bien?

— Y bien, ¿qué? — Le contesto yo confusa.

— Te decía que si me quieres acompañar a dar un paseo y hablamos de lo que pasó ayer.

Pienso en rechazar su propuesta, sigo sin querer hablar del tema, pero al chico se le ve preocupado y ayer ya le di largas.

— Siempre que me invites a un helado acepto — Le contesto intentando aligerar el ambiente.

— Qué chica más complicada eres... — Dice con sarcasmo mientras me pasa un brazo por encima de los hombros. — Pues no se hable más, tú — me señala — y yo — se señala — tenemos una cita.—dice con un evidente tono de burla.

— Ni en tus mejores sueños Evans — le digo mientras quito sin el menor cuidado su brazo de mis hombros — y ahora sí me disculpas me voy a desayunar.

— ¿Desayunar? Si son las dos de la tarde — me responde sin contener de ningún modo la expresión de burla de su cara.

— Pues tendremos que ir a comer ya, sino mi madre se enfadará. — le digo creyéndome inteligente, ya que con mi excusa me he librado de una conversación incomoda que no quiero tener.

— Tengo una propuesta mejor — sonríe de forma coqueta — nos vamos a ir los dos solos a comer por ahí.

***

Y aquí estamos otra vez.

Lo primero que os debo son unas disculpas enormes, si os soy sincera, abandoné la novela sin intención de seguirla ya que no me gustaba demasiado y había visto que a la gente no le interesaba mucho. No la borré porque me dio pena, he de decir que la idea original de la historia me gustaba, pero a lo mejor mi forma de escribir no es la mejor, por lo que simplemente abandoné. He estado activa en Wattpad leyendo, pero nunca he vuelto a entrar a ver los comentarios porque sinceramente pensaba que no los había. Pero ayer estaba con mi mejor amiga en la biblioteca de nuestro instituto y se nos ocurrió ver quién tenía más leídas en su historia abandonada. Me impresionó ver que tenía ya 6k de leídas, nada más ni nada menos que 6k, eso significaba que la gente seguía leyéndola. Así que intrigadas empezamos a ver los comentarios, y casi nos caemos de la silla al ver que unas pocas personas habían comentado en mi último capítulo que continuara. Sabemos que solo fueron unas pocas personas, pero eso ya significaba que lo que yo escribía gustaba, aunque fuera a tres personas. Nos pusimos a reírnos las dos como un par de histéricas hasta que vimos las fechas de los últimos comentarios, 2017, y tan solo llevamos un mes de este. Por lo que después de reflexionar he decido seguir la novela.

Por favor decidme qué os parece que continúe la historia, es muy importante para mí ver vuestro apoyo para seguir escribiendo ya que estoy de exámenes y me supone un esfuerzo bastante grande.

Un abrazo bien fuerte y nos leemos pronto, prometido.

Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora