Indiferencia

Capítulo 1: Nuevo comienzo

Mi vida era perfecta tenía todo lo que quería y era muy feliz. Tengo muchos amigos, asisto a una gran escuela pero, en el transcurso del año nos enteramos que mi hermano tiene asma y que teníamos que cambiar de ciudad ya que el clima de Bogotá es muy frío y lo enfermaba más, entonces al final del año mis padres decidieron que nos íbamos a Pereira, donde el clima es mejor y todos íbamos a estar bien y nuestras vidas iban a "mejorar". 

Así que aquí estoy, empacando todas mis cosas en cajas y en maletas de viaje. Recorro el apartamento, en cada habitación por la que paso tengo algunos recuerdos de varios momentos de mi vida y la nostalgia me inunda, no puedo creer qué después de haber pasado tantos años aquí, nos íbamos a mudar.
Me duele dejar a mi familia, mis amigos y mi escuela, dejar prácticamente mi vida, estoy dejando mi vida, todo lo que construí y llámenme exagerada pero me cuesta mucho socializar y las personas que conozco son maravillosas y temo no encontrar personas así de nuevo.

Iniciamos el viaje hoy 2 de Enero, viajaremos toda la noche ya que el recorrido durará al rededor de 9 horas (espero poder soportarlo) me preparo con la mejor música y la mejor comida para sobrellevar este viaje, solo espero poder dormir mucho y que el tiempo pase volando.

 Escucho la voz de papá y me despierto, siento una punzada en mi cintura, lo que me hace entender que mi cuerpo esta cansado y maltratado, llevamos bastante tiempo en el auto sin embargo, el gran día llega por fin. 3 de enero es una fecha que nunca olvidaré, ese día llegamos a nuestro nuevo hogar, bajamos del auto y esperamos el camión de la mudanza que viene tras nosotros, volteo a ver la casa y me doy cuenta que es grande y tiene una fachada hermosa; empezamos a bajar las cosas del camión y a desempacar con mi padre y mi hermano, estamos aquí solo nosotros tres ya que mi mamá se tuvo que quedar un tiempo más en Bogotá para solucionar algunas cosas sobre su trabajo.

Me dirijo a mi nueva habitación, los señores que nos ayudaron con la mudanza ya habían dejado todas mis cosas allí y por fin estaba mi cama ensamblada, me recuesto sobre ella con un poco de brusquedad, me siento tan exhausta y triste, extraño mucho mi antiguo hogar, mis amigos, mi familia, aquí estamos solos, no puedo creer como de mi vida perfecta pase a perder lo todo, bueno tal vez estoy exagerando un poco pero es increíble como la vida puede cambiar de la noche a la mañana y lo peor es que no estamos preparados para afrontar esos cambios, nos sentimos vulnerables cuando nos sacan de nuestra zona de confort. Mi alivio más grande es que estoy con mi papá y mi hermano, solo espero que aquí nos vaya muy bien y podamos iniciar nuevas vidas sin problema.
Pienso en como será mi nueva escuela, una nueva vida y sonrío por mis pensamientos ya que tengo un buen presentimiento o tal vez no.