Cartas al olvido.

Día 34

  Sé que esta carta nunca la recibirás. Y que, independientemente de lo que escriba aquí, no importa realmente. Solo quiero hacerlo, porque esta doliendo. Mi alma cada día se va destrozando más y más. Y yo realmente me quede con esta angustia que me quita el aire.
Sabes, yo te amé con todas mis fuerzas. Te di mi alma, incluso te di mi mismo ser, y fuiste la primera persona que llego a cada rincón. Jamás voy a olvidar como poco a poco te metiste en está alma fría. Yo siempre ponía barreras para no recibir daño, por primera vez también las quite, y salí lastimada, justo como pensé que lo haría. Siempre que escribía lo que me hacías sentir, es porque lo sentía. Jamás mentí en ningún aspecto.Teníamos tantos planes. Ambos teníamos sueños, creímos que habíamos encontrado al "alma gemela". Sabía que tú habías sido lastimado, y lo menos que querías era otra decepción.
Te pido perdón por haber destrozado todo tu interior, tu corazón, tus sueños. Quiero hacerlo para quitarme esta culpa que me carcome por dentro. Decirte que lo siento, que aún a pesar de todo te amo. Y sé que lo haré por mucho tiempo.
Mis lágrimas justo en este momento corren, y no paran. Fueron tantos sentimientos, cosas que experimente, que creía que jamás existirían en mí. No me hago a la idea, de que te fuiste. 

Siento que esto es una pequeña pesadilla, que estás conmigo. Incluso puedo sentirlo al cerrar los ojos. Puedo sentir tu aliento, puedo ver en mi mente todas esas cosas hermosas que me dijiste.

Yo sentí esa chispa, justo cuando tus manos tocaron las mías; por primera vez. Pude sentir como mi cuerpo se aferraba a ti, sin ningún miedo. Aún siento tu mirada clavada en la mía. Siento tu calor justamente en cada centímetro, y sentir esa electricidad. 

Adoraba con todas mis fuerzas el ver tus ojos cerrar, verte en un sueño profundo, con una inocente mirada. Tocar tu cabello, y enredar entre mis yemas de los dedos. Ansiaba siempre recorrer con mis dedos tu boca. Amaba como me mirabas. Cuando tu mirada se encontraba a la mía, sentía que tú, siempre habías sido esa persona. Justo esa persona especial. La persona que siempre busque. 

Jamás soñé un futuro con nadie, y lo hice contigo. Soñaba formar mi vida contigo, llegar a metas, incluso caer juntos en el camino, pero levantarnos uno al otro.

Tantos días a tu lado, realmente nunca estuve con una persona tanto tiempo. 

Sentí tanta magia. Era tan feliz, tan dichosa, tan plena a tu lado. Me sentía completa por primera vez con una persona.
Aceptar la realidad duele. Saber que todo esto ya termino, y todo termino de forma tan dolorosa. Aveces me aferro a ti, a tu recuerdo, a cada mañana, a cada palabra, a tu voz, a tus ojos.
Quisiera que esto no fuera verdad. Desearía que esto no hubiera acabado así. Me hubiera gustado un final, con quizás un adiós, un sé feliz, pero fue todo lo contrario. Fue una despedida ni siquiera pronunciada. Sé que también te dolió, sé que tal vez te duele como a mí. Pero estas siguiendo tu vida, como yo. Tal vez encuentres la felicidad con alguien más, tal vez yo sea feliz con alguien más. Habrá quién llene este vació que ahora abunda en ti.
Sé que en esta historia, yo fui quien volvió todo en una decepción. Pero no del todo, fue así. Fue justo cuando tú te diste una vuelta, y ni siquiera dijiste nada. Ni siquiera hubo un beso de despedida, un abrazo, un todo estará bien. El siempre lucharemos, ya no. Ni siquiera volviste por mí. Te fuiste. Quisiste buscarme, pero después de tu vuelta. No pude volver a buscarte. No pude volver a verte por última vez. Yo iba a correr hacia a ti. Pero, todo me detuvo. La vida, ya no quiso que estuviéramos juntos. Yo quería lograr ese sueño de estar siempre juntos. Pero, no, no fue nada suficiente. Ya no pude decirte todo lo que realmente sentí por ti. No pude agradecerte todo lo que hiciste por mí.
Tú me ayudaste a ser valiente. A ser fuerte. Y esta fuerza, es gracias a lo que me enseñaste. Pero esto duele, y me hace ser débil. Sé que tomaste tu camino. Y decidiste dejar todo atrás. Tomaste tus maletas.
Se tenían que separar nuestros caminos. Y ya no pude susurrar "quédate conmigo", "no me dejes sola".
Siempre me decías con rabia que no fuera cobarde. Y ahora lo estoy siendo. Estoy cayendo en aguas turbulentas y frías. Y poco a poco consumen todo de mí.
Te amaré, ahora, mañana, después, pero este amor, acabará algún día. Porque entre ausencia el dolor crece, y la resignación va presentándose con el tiempo. Todo fue un bonito desastre.
Mi alma fría fue tocada por ti, y me hizo vulnerable. Te ame de la forma más sincera. Fui feliz, todo el tiempo contigo. Pero adiós, yo te digo adiós. Aunque esto me haga sentir caer. Sentir tan débil. Te extraño. Me aferro a ti. No puedo olvidar. Gracias por ser ese primer amor. Solo espero seas feliz. Espero yo serlo. No quiero rencores de mi parte. De tu parte inevitablemente los habrá.
Pero espero un día recuerdes, todo. Todo lo que vivimos. Todos los momentos. Y ese momento, te des cuenta de cuánto te ame.
No puedo ya quedarme, sería una ironía, no quiero convertirme en un ser que sufriera siempre. Permaneces en mis sueños, y ahí puedo sentirte de nuevo. Y decirte todo lo que no pude hacer. Este vació crece, pero un día, ese vació será solo recuerdo. Un recuerdo que no duela. Que no mate cada parte de mi interior. Me despido. Te recordaré, pero sanaré. Cerrare los ojos para cuando te necesite. Pero, sé que un día podré recordar y aprender. Espero cada recuerdo, aminore su dolor. 

Tuvimos una trágica historia de amor. Y tal vez te escriba, lo seguiré haciendo, hasta que no duela. Sé que jamás sabrás nada de la realidad. Y me odiarás por siempre. Así como yo te detesto ahora. Pero, esta rabia no es por tu media vuelta, es porque nada, nadie tuvo valor. Jamás me arrepentiré de haberte entregado todo mi ser. Porque te elegí. Te lo dije, te elegí. Y te iba a elegir siempre. Pero los siempre no existen. Contigo mis fantasmas se esfumaron, me volví una soñadora, tal vez un poco ingenua. Pero, fue tan grande esto, que ahora siento como si fuera nada. Un paracaídas sin escape. Sé feliz. Que yo trataré de seguir, y de aprender de este amor. 

Gracias por todas esas noches, mañanas, risas, enojos, llantos. Por tanta ilusión que creaste en mi, y yo en ti. Simplemente, fui una niña queriéndose refugiarse en ti, tú eras mi refugio. Ahora soy un alma que camina sin destino, que no sabe a dónde ir. Pero algún día encontraré mi lugar. Mi lugar de comenzar de nuevo. Siempre te recordaré. Me esforzaré por ser feliz, porque lo merezco. 

Tú se feliz, espero guardes esa promesa. Merecemos tomar caminos separados y empezar una vida. Me inspirabas a tanto. Y ahora... te digo adiós, un adiós continuo, un adiós que un día será definitivo. La última vez que te mire, dijiste "si un día esto termina, prométeme que serás feliz". 

Y yo aguante mis lágrimas. Y te dije "sí". Y me dijiste que no llorara, me acurrucaste en tus brazos como una pequeña. 

Yo te dije te amo, el te amo más sincero que nunca dije, fuiste tú. 

Sabía que no sería para siempre aunque me aferraba. Adiós, querido y gran amor...