Prólogo

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Día 15 de Mayo del 2000.

Castillo de Lamia, Inframundo.

Una muchacha se encontraba dormida en su alcoba, los rojizos rayos de la mañana se colaron en la estancia iluminando sus rojos cabellos, semejantes a las llamas. Y dándole a su piel un tono similar al de la porcelana.
Unos golpes en la puerta interrumpieron el sueño de la joven, ocasionando que se despertara, y mostrara dos ojos ámbar brillantes.
Se incorporó de la cama y apartó las sábanas, dejando a la vista una tripa abultada causada por sus 6 meses de embarazo de los 7 totales.
Caminó descalza sobre el frío suelo en dirección a la puerta un poco adormilada. Abrió y se encontró con un joven de cabellos platinos y unos preciosos ojos verdes como las esmeraldas.
Vestía un traje negro con una corbata verde, una camisa blanca y zapatos negros.

- Buenos días Lilith -dijo el muchacho con una sonrisa, que derritió a la joven.

- Bueno días Uriel -dijo la muchacha sonriendo risueña-. ¿Qué te trae por aquí?

- Nada -dijo sonriendo-. Solo vine a ver qué tal estaba mi prometida, y cómo llevaba el embarazo.

- Muy bien -dijo sonriendo la muchacha, lo que cautivó a el joven de nombre Uriel-. No hace falta que te preocupes tanto Uri, solo falta un mes.

- Lo sé, pero estoy nervioso Lilith -dijo Uriel.

- Y yo -dijo la muchacha de nombre Lilith-. Pero estoy muy feliz porque llegue ese día.

- Jajaja, no has perdido el optimismo ni el buen humor -dijo riéndose Uriel.

- Por supuesto que no -dijo Lilith sonriendo-. Si me pongo como las humanas, y estoy enfadada todo el día, podría causar muchos desastres. Por eso no me dejan salir del castillo -dijo haciendo un adorable puchero.

- Ya me lo dijo Padre -sonrió Uriel-. ¿Te gustaría dar una vuelta por los alrededores?

- Claro -dijo ella emocionada-. Me voy a cambiar.

Entró en el cuarto, cogió ropa en su armario y se fue a duchar.
Media hora después salió de su cuarto con un vestido naranja corto y de manga corta con un cinto negro, unas plataformas negras y una coleta alta, con mechones sueltos.

-Estás... preciosa Lili -dijo boquiabierto Uriel.

- Gracias Uri -dijo Lilith.

Los jóvenes salieron del ala de habitaciones y bajaron por las escaleras de mármol que daban a un amplio recibidor. En el cual había dos personar hablando tranquilamente.

- Gabriel, ¿qué haces aquí? -preguntó Uriel a un joven de cabello marrón claro y ojos azul oscuro.

- Solo vine a decir las noticias -dijo Gabriel sonriendo-. Y me alegra decir que el pacto ha sido firmado por todos.

- Que bien -dijo Lilith emocionada.

- ¿También por Miguel? -preguntó serio Uriel.

- Sí, estaba un poco triste, pero concordó con nosotros en que en estos tiempos era mejor así -dijo Gabriel.

- Eso es genial Uri -dijo ella emocionada-. Calipso a que es maravilloso.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2015 ⏰

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