Eye of the Hurricane

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Terminamos yendo a Bush Garden,  el parque favorito de ambos. Pagamos las entradas y cogimos un mapa para ver a que atracción iríamos primero.

“qué tal si vamos a la que nos quede más cerca, y así hasta nos hayamos montado en todas?” Dije yo, porque las atracciones mas fuertes estaban hasta el final, y seguro no nos daría tiempo a llegar.

“No creas que no sé lo que estás haciendo. Pero no te preocupes, llegaremos, Amelia escurridiza” El sonríe mostrándome sus hoyuelos y luego tomo mi mano guiándome hacia la primera atracción…

A las 7:30 p.m ya había perdido la cuenta de en cuantas cosas nos habíamos montado, cuantos helados y sodas habíamos tomado y cuantas veces nos habíamos besado. Aunque tampoco me estaba quejando. El cielo estaba anaranjado  y me dolían los pies de tanto caminar.

“Kendall, Juro que ya no puedo más. Los pies me duelen como el infierno”

“Oh no, no lo harás. Tenemos tiempo para 3 atracciones mas, y estoy dispuesto a cargarte si la excusa son los pies” mierda.

“Pero Kendall----“

“Pero Kendall nada. Crees que será necesario que te cargue?”

“No” murmure entre dientes y lo deje guiarme.

Cuando estuvimos a punto de montarnos en el carrito de la terrorífica atracción, estaba convencida de irme por la salida de emergencias pero Kendall tomo mi mano y la apretó fuerte, luego me jalo dentro y yo estaba paralizada. Me dolía el vientre de los nervios. Una voz grabada anuncio la salida, y sentí la barra apretarse contra mi. Empezamos a subir lento, yo cerre mis manos sobre la barra de metal y cerré los ojos muy fuerte, tratando de no pensar en Destino Final o alguna otra cosa trágica.  Sentí el brazo de Kendall pasar sobre mis hombros.

“Cálmate Amelia, no es para tanto, lo prometo.”

Cuando alcanzamos la altura máxima –no es que yo estuviera viendo algo con los ojos cerrados-  el carrito empezó a moverse. Sentí a Kendall levantar sus brazos y gritar, luego yo empece a gritar también pero todavía con los ojos cerrados y las manos en la barra, y luego todo había acabado. Yo me quede en mi posición porque pensaba que esta era solo una pausa para que después empezara de verdad, pero nunca llego.

“Amelia, eso es todo”

“En serio?” Abrí un ojo y vi que la gente se empezaba a desmontar”

“si. Ves que no era tan malo?”

“Estoy  totalmente decepcionada. Podemos ir otra vez?” ahora tal vez si disfrutaría la vuelta.

“Ves esa fila? No lo creo. Pero podemos ir a otros”

El  me ayudo a salir del carrito y fuimos a las otras atracciones, el parque ya estaba cerrando asi que nos fuimos al colegio. Caminos juntos hasta que el camino se dividió para ir a su dormitorio y el mío.

“Así que…” dijo él.

“Asi que…”

“Porque no te acompaño a tu dormitorio?” Sus ojos verdes se veian oscuros y la noche se reflejaba en ellos, su cabello estaba alborotado y tenia un expresión risueña en el rostro.

“No tienes que hacer eso”

“No, lo se, pero quiero” Caminamos de mano en mano hasta mi puerta. Kendall dejo un beso suave en mis labios, sonrió y se fue. Y yo todavía me pregunto, ¿Qué somos?

El uno para el otro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora