Obsesión † Rubelangel

Capítulo 13

LAMENTO HABER DESAPARECIDO, EN SERIO, LO LAMENTO TANTO

Scream my name- Mattias Andreasson

Narradora:

Miguel manejaba mientras Ruben dormía un poco antes de llegar al destino sorpresa que había preparado el pelinegro.

Luego de casi un hora, llegaron y ambos bajaron del coche, y entrelazaron sus dedos. Caminaron por la arena sin zapatos, dejando que esta se deslice por sus pies con facilidad.

A lo lejos se divisaba el mar y las olas se fueron acercando a medida que ellos iban avanzando.

Cerca de la orilla había un pequeño parlante sobre una manta. También había una mesa con champán y dos copas.

Rubius sonrió para sus adentros y miro los oscuros ojos de Mangel que lo observaban en silencio con una gran sonrisa.

–¿Te gusta?– se atrevió a preguntar Miguel.

–Es... Hermoso Miguel, gracias– se acercó y le dio un suave beso en los labios.

Mangel se agachó y encendió la musica, un ambiente romántico era el que acogía a ambos bajo la luna llena del 23 de Septiembre.

Miguel tenia sus brazos al rededor de la cintura de Ruben, mientras que él tenia ambos brazos en el cuello de su amado, dejo caer su rostro en el pecho de Mangel mientras se movían lentamente, bailando, disfrutando del momento.

–Ruben– dijo interrumpiendo el silencio– ¿Quieres ser mi novio?– pregunto sin nervios, con una paz tan pegajosa, tan relajante que hizo que Ruben se sintiera seguro.

–Si, acepto– dijo y le abrazo – te quiero Miguel, gracias.

–Yo te quiero mucho más, Ruben, mucho más– seguían el compás de la canción, bebieron y se quedaron un poco más las dos de la madrugada

(...)

Narra Ruben:

–Gracias, todo esto fue tan... Wow, en serio Miguel, esta fue la mejor noche de mi vida– le sonrei, él había tenido la amabilidad de traerme a casa despues de todo lo que hizo por mi, me acerque a sus labios y deposite un último beso antes de irme a dormir, ya que estaba muerto de cansancio

–Todo lo mejor para ti pequeño– me dio un beso en la frente, se metió en el carro y arranco a toda velocidad que las llantas hicieron un irritable sonido en la calle.

–¿QUÉ HORAS SON ESTAS DE LLEGAR? A VER JOVENCITO– me encogi cuando escuche la voz cabreada de mi madre a mis espaldas, no tenía humor como para darle explicaciones, así que solo me gire,  la abrace y le di buenas noches.

Subí las escaleras hasta mi habitación, me quite los zapatos y ni siquiera me puse pijama; solo me tire a la cama a descansar.

El sol, me maldigo por lo bajo por no cerrar las cortinas de mi habitación.

Me levanto con menuda pereza encima y recuerdo, hoy tengo que ir a algún sitio... Pero no se donde.

–Ruben cariño, ¿No irás a la escuela hoy?–¡LA ESCUELA MIERDA!

–Si, ma–giro a ver el reloj y faltan 10 minutos para qué cierren el portón del instituto, y en un abrir y cerrar de ojos fui a bañarme, cepillarme los dientes, me vestí, cogí mi móvil, mochila y salí rápidamente de mi casa. Obviamente me despedí de mi madre.

Me falta una cuadra y tocan el timbre de entrada, corro con mas fuerza aún, y antes de que cierren entro y dejo escapar todo el aire acumulado que tenía en el pecho.